Hermanos de vida y béisbol, estos cubanos fueron relegados en el inicio de sus carreras. Hoy brillan fuerte

Si algún fanático ocasional de los Cardenales ha contemplado la Serie de Comodines de la Liga Americana entre los Rays y los Rangers, tal vez no haya podido evitar esta pregunta: ¿cómo demonios dejamos partir a Randy Arozarena y a José Adolis García?

Si el martes Arozarena brilló en la derrota de su equipo, ahora le tocó el turno este miércoles a García de demostrar su valía al conectar un cuadrangular en el triunfo 7-1 de Texas sobre Tampa Bay, para avanzar a la Serie Divisional de la Liga Americana.

Como la mayoría de los clubes, San Luis pensó que no serían lo suficientemente buenos para instalarse y brillar en las Grandes Ligas o que sería preferible cambiarlos por algunas piezas para suplir carencias en otros departamentos como el pitcheo.

Arozarena está acostumbrado a ser una pieza importante en octubre, pero para García se trató de su primer vuelacercas en postemporada y si los Rangers esperan avanzar profundo deberán contar con el bate del poderoso jardinero izquierdo.

Lo cierto es que ambos son luminarias de primera línea, figuras que languidecían en el sistema de granja de los pájaros rojos y que, una vez canjeados a sus nuevos destinos, comenzaron un asalto a la gloria del béisbol que los llevó a compartir terreno en el pasado Juego de las Estrellas.

“Llegamos a construir una relación cuando estábamos en los Cardenales’’, recordó Arozarena en conferencia de prensa este miércoles.

“Tuvimos que pasar nuestro primer entrenamiento de primavera allí y divertirnos. Ahí es donde empezó la amistad. Es el padrino de mi hija. Ha tenido una tremenda carrera, dos años en el Juego de las Estrellas y conectar más de 30 jonrones. Es un jugador muy bueno’’.

Mientras los Cardenales tratan desesperadamente de volver a los playoffs, los Rays son invitados perennes a octubre con un Arozarena que impacta el juego de diferentes maneras, mientras que los Rangers viven una especie de renacimiento en la que juega un papel primordial el poder de García.

Apenas se conocían en Cuba, pero llegaron a convertirse en los mejores amigos en San Luis, a donde Arozarena había llegado procedente de México y García tras haber jugado una temporada en la liga profesional japonesa, pero desde que se vieron un día de primavera fueron inseparables.

“Fue un proceso, sin duda fue un proceso para los dos dejar Cuba y venir a jugar a Estados Unidos’’, explicó Arozarena.

“Él tenía una situación diferente a la mía en la cual tenía que salir de su contrato en Japón para venir aquí y poder jugar’’.

¿Por qué San Luis no creyó en ellos? Quizá la organización no tenía tiempo para verlos madurar y lo cierto es que después de la temporada del 2019, los dos se habían combinado para apenas 40 apariciones en el plato de Grandes Ligas en dos años.

García había bateado 32 jonrones en Triple A, pero también se había ponchado 159 veces en 520 apariciones en el plato y Arozarena, por su parte, había dejado una línea ofensiva de 344/.431/.571, con un OPS de 1.003 entre Doble A y Triple A ese año.

El jardinero de los Rangers de Texas Adolis García celebra tras pegar un jonrón en el cuarto inning del partido ante los Rays, celebrado el 4 de octubre de 2023 en el Tropicana Field de St. Petersburg, Florida.
El jardinero de los Rangers de Texas Adolis García celebra tras pegar un jonrón en el cuarto inning del partido ante los Rays, celebrado el 4 de octubre de 2023 en el Tropicana Field de St. Petersburg, Florida.

Al comienzo de la temporada 2020 ambos habían desaparecido de la historia de los Cardenales, pero poco a poco la historia comenzaría a cambiar para los dos, primero para Arozarena que explotaría con los Rays al punto de ganar un premio de Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Americana en el 2020 y luego Novato del Año en el 2021.

Poco después llegaría la oportunidad de García, quien comenzó a pegar cuadrangulares a borbotones para finalizar cuarto en la votación del Novato del Año, a tres puestos de distancia de su compatriota Arozarena, como si fuera una señal del destino.

El hecho de que ambos hayan compartido jardines en el Juego de las Estrellas por el joven circuito -y competido en el Derby de Jonrones uno contra el otro- es apenas una prueba más de la madurez que han alcanzado en ruta hacia temporadas especiales: en el caso de Arozarena insertado en el club 20-20 (con 20 o más jonrones y bases robadas) y García con 39 bambinazos para la calle y 107 impulsadas.

Ahora fueron rivales en la serie entre Rays y Rangers, pero cuando venga el invierno ambos volverán a sus sitios habituales de entrenamiento en Tampa junto a otro cubano de renombre y que también participa en los playoffs con los campeones defensores de la Serie Mundial: Yordan Álvarez.

El jardinero de los Rays Randy Arozarena batea un hit en cuarto inning del partido ante los Rangers de Texas en la Serie de Comodines de la Liga Americana, celebrado el 4 de octubre de 2023 en el Tropicana Field de St. Petersburg, Florida.
El jardinero de los Rays Randy Arozarena batea un hit en cuarto inning del partido ante los Rangers de Texas en la Serie de Comodines de la Liga Americana, celebrado el 4 de octubre de 2023 en el Tropicana Field de St. Petersburg, Florida.

Lo realmente especial es que tanto García como Arozarena todavía no han alcanzado su pico de producción y les quedan algunos años para seguir sumando números a sus carreras e incomodando a los aficionados de San Luis sobre lo que pudo haber sido y no fue.

GRAN VERSIÓN DE EOVALDI, LA PEOR DE LOS RAYS

Sin contar con el mejor de los rosters, los Rays siempre dieron pelea en la postemporada y solían caer con las botas puestas, pero esta versión de Tampa Bay fue superada en todos los órdenes del juego por unos Rangers mejor preparados y, sobre todo, con un mejor pitcheo.

Si el martes Jordan Montgomery amarró corto a los locales, esta vez le correspondió al exMarlin Nathan Eovaldi contenerlos para darle a Texas una victoria 7-1 que sella el pase a la Serie Divisional de la Liga Americana, donde les esperan los jóvenes y peligrosos Orioles de Baltimore.

Eovaldi lanzó siete episodios en blanco y contó con el apoyo ofensivo de hombres como García y Evan Carter, quienes sacaron bolas del parque para comandar una ofensiva de 12 imparables.