Harris se presenta como la única opción a un Trump “sin límites’’ al aceptar la nominación demócrata

La vicepresidenta Kamala Harris se presentó este jueves ante los estadounidenses como única opción a un Donald Trump “sin límites” y prometió una “nueva vía hacia adelante” al aceptar la nominación que la convierte en la primera mujer de orígenes afroamericanos e indios en optar por la presidencia del país.

“En nombre de todos cuyas historias solo pueden escribirse en esta gran nación, acepto vuestra nominación para ser presidente de Estados Unidos”, declaró como colofón a dos meses de turbulentos para los demócratas, que comenzaron con la nefasta actuación de un avejentado presidente Joe Biden en el debate presidencial del 27 de junio.

Harris se presentó ante los miles de delegados del Partido Demócrata en el estadio de los Bulls de Chicago en horario de máxima audiencia y con las cámaras de las televisiones de todo el país pendientes de un discurso en el que se presentó como una líder “realista, práctica y con sentido común”.

La histórica candidata demócrata levantó a los presentes en este cónclave político al grito de “no vamos a volver atrás”, en referencia al único mandato que Donald Trump ha pasado en la Casa Blanca entre 2017 y 2021 y que, ahora, quiere reeditar con una nueva victoria electoral.

Con respecto al presidente Joe Biden, que le dejó el camino libre al renunciar a la reelección, darle apoyo a su candidatura y dejarle una campaña con las arcas llenas, Harris dijo le estará “eternamente agradecida”.

“Cuando pienso en el camino que hemos recorrido juntos, quedo llena de gratitud. Joe, tu historial es extraordinario, como la historia demostrará. Tu carácter es inspirador”, añadió.

“Estados Unidos, el camino que me ha traído aquí desde hace unas semanas ha sido, sin duda, inesperado. Pero no soy ajena a los viajes improbables”, aseguró Harris, que recordó el pasado migrante de su madre, Shyamala Harris, que “viajó de India a California con un sueño inamovible de ser una científica que curaría el cáncer de mama”.

Recortes de impuestos

Harris prometió recortes de impuestos a la clase media, trabajar por una ley que devuelva las protecciones al aborto, que resucite un proyecto de ley fronterizo bipartidista que restringía el acceso al asilo, apoyado por Biden, y seguir invirtiendo en la Defensa para tener “la mayor fuerza letal que del mundo”.

Rodeada de carteles con su nombre en una atmósfera festiva, Harris atacó a Trump asegurando que “no es un hombre serio, pero las consecuencias de ponerle de nuevo en la Casa Blanca son muy serias”, entre ellas destacó la amenaza que supone a la democracia.

“Imaginen a un Donald Trump sin límites y cómo usaría los inmensos poderes de la Presidencia de Estados Unidos, no para mejorar sus vidas, no para reforzar nuestra nación, pero para servir a su único cliente: él mismo”, aseguró.

Harris se presentó a los estadounidenses como una mujer de clase media que aprendió a “no tener miedo” y a la que su madre siempre decía, cuando se quejaba de una injusticia, que no se quedara parada e hiciera algo, mantra que recordó Michelle Obama en un discurso esta semana en la convención demócrata.

Su inspiración para convertirse en fiscal, su primer paso en una vida política, fue la historia de una compañera de clase que era abusada por su padastro y que acogió en su casa. En su carrera concluyó que lo importante “no es representar a la víctima, sino al pueblo, porque el daño a uno es un daño a todos”.

Harris, que estuvo arropada por un plantel de mujeres en puestos de poder vestidas de blanco en homenaje a las sufragistas, cerró su discurso con la tradicional lluvia de confeti y más de 100,000 globos que cayeron del techo del estadio.

Atraer a los jóvenes, un eje de la convención demócrata de Chicago

La banda sonora de este momento histórico fue la canción de ‘Freedom’ de Beyonce, cuya presencia fue rumoreada durante toda la convención y que suplieron durante estos cuatro días talentos como Stevie Wonder, John Legend o Pink.

Promete defender a Israel

Harris consideró que el derramamiento de sangre en la Franja de Gaza es “devastador” y “desgarrador”, pero también se comprometió a defender a Israel.

“Déjenme ser clara: siempre defenderé el derecho de Israel a defenderse, y siempre garantizaré que Israel tenga la capacidad de hacerlo”, manifestó.

La vicepresidenta consideró que el pueblo de Israel no debe volver a enfrentarse al “horror” que el grupo palestino Hamás infligió con su ataque del 7 de octubre, y afirmó que ella y el presidente estadounidense, Joe Biden, trabajan sin descanso para lograr la liberación de los rehenes capturados ese día y un alto el fuego en la Franja de Gaza.

Pese a respaldar a Israel, Harris también se refirió de manera franca al sufrimiento provocado por la guerra en Gaza durante diez meses, que se ha cobrado más de 40,000 vidas en el enclave palestino.

“Al mismo tiempo, lo ocurrido en Gaza durante los últimos diez meses es devastador. Se han perdido tantas vidas inocentes. Gente desesperada y hambrienta huyendo una y otra vez en busca de seguridad. La magnitud del sufrimiento es desgarradora”, añadió.

“El presidente Biden y yo trabajamos para poner fin a esta guerra, de modo que Israel esté seguro, los rehenes sean liberados, el sufrimiento en Gaza termine y el pueblo palestino pueda hacer realidad su derecho a la dignidad, la seguridad, la libertad y la autodeterminación”, subrayó.

Se puede regularizar a los migrantes indocumentados

Harris declaró que Estados Unidos puede regularizar a los más de once millones de migrantes indocumentados que viven en el país, a la vez que “proteger” la frontera con México.

“Creo que podemos hacerle justicia a nuestra herencia como nación de migrantes y reformar nuestro sistema de migración roto”, enfatizó.

Kamala Harris y el mes en el que todo cambió

La vicepresidenta prometió a su vez revivir e inscribir permanentemente en la ley un polémico pacto migratorio, alcanzado de manera bipartidista, que incluía las mayores restricciones al sistema de asilo en años.

“Me rehúso a participar en juegos políticos con nuestra seguridad y aquí tienen mi compromiso: como presidenta, traeré de vuelta el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza”, insistió Harris ante una animada multitud, que la recibió en el escenario con gritos y aplausos.

El acuerdo, que fue criticado duramente por grupos en defensa de los derechos humanos y no alcanzó el apoyo suficiente para pasar a votación, no incluía ninguna vía para legalización de los migrantes que ya están en EE.UU. o para que las personas que buscan emigrar hacia el país.

Harris hizo notar en su discurso que el pacto había sido apoyado en su momento por el sindicato de la Patrulla Fronteriza y no hizo mención específica sobre cómo ofrecerá a las personas que viven sin un estatus legal un camino hacia la ciudadanía.

La corta mención de la gestión de la migración en el discurso de Harris marca una diferencia respecto a la campaña del actual presidente Joe Biden en 2020, donde hizo énfasis en sus diferencias con el expresidente Donald Trump en este frente y prometió “restaurar” el sistema de asilo en el país.

Después de que fracasara el proyecto de ley que Harris prometió hoy revivir, Biden comenzó a aplicar por vía ejecutiva una serie de restricciones similares a las que se incluían en el texto, que prohíben que la mayoría de personas que crucen la frontera de manera irregular puedan pedir asilo.

Convención Demócrata: Bill Clinton bromea sobre historial de Harris en McDonald’s y lanza pulla sobre edad de Trump

La presión por la retórica anti-inmigrante del Partido Republicano y la posibilidad de una estrecha carrera electoral en noviembre han impulsado al Gobierno demócrata a endurecer su retórica sobre migración y a tomar medidas para frenar la llegada de personas a través de la frontera sur.

Estas normas, junto a una estrecha colaboración con México para obstaculizar las rutas y detener a los migrantes, han provocado que el número de cruces irregulares caiga a su punto más bajo en cuatro años.

Cientos de miles de personas han llegado en lo que va del año a la frontera sur de Estados Unidos, la primera economía del mundo, en busca de mejores oportunidades y huyendo de profundas crisis sociales y políticas en países como Venezuela, Nicaragua o Haití.