TEL AVIV.- El grupo jihadista Hamas pidió este martes a la comunidad internacional que deje de enviar ayuda con paracaídas a Gaza, después de que 18 habitantes del territorio palestino perecieran ahogados o en estampidas cuando intentaban recoger suministros. Y en medio de su ofensiva, Israel confirmó que “eliminó” al número dos del brazo armado de Hamas.

Doce de las víctimas por el lanzamiento murieron ahogadas en el Mediterráneo “en las últimas horas”, dijo Hamas, y los otros seis en estampidas, producto de la desesperación cuando según la ONU la mayor parte de los 2,4 millones de habitantes de Gaza están al borde de la hambruna.

Israel controla estrictamente la entrada de ayuda por vía terrestre por el paso de Rafah, limítrofe con Egipto. Esto llevó a varios países a lanzar víveres desde aviones, una medida cuestionada por las organizaciones humanitarias, que exigen abrir corredores terrestres.

En el mismo sentido, Hamas pidió “cesar inmediatamente” las operaciones aéreas y abrir “rápidamente” los pasos por tierra. “La gente muere por una lata de atún”, dijo Mohamad Al Sabaawi, un habitante de Gaza que mostraba la única conserva que pudo recuperar. Otro hombre dijo que arriesgó su vida por una lata de porotos.

El vocero militar de Israel, Daniel Hagar, confirmó en tanto que el vicecomandante militar de Hamas, Marwan Issa, murió durante un ataque israelí este mes. “Hemos comprobado todos los datos de inteligencia”, dijo Hagari en una declaración televisada. “Marwan Issa fue eliminado en el ataque que llevamos a cabo hace unas dos semanas”, añadió.

Sigue la ofensiva

La confirmación se dio mientras Israel realizaba nuevos bombardeos y continuaba la ofensiva terrestre en Gaza, pese al llamado a un “cese el fuego inmediato” del Consejo de Seguridad de la ONU.

El Ministerio de Salud de Gaza reportó más de 80 muertos en las últimas 24 horas, 13 de ellos en bombardeos cerca de Rafah, en el extremo sur del enclave. “Oímos una fuerte explosión. Los escombros se nos cayeron encima. Había cuerpos despedazados en los árboles. Hubo 22 o 23 mártires”, dijo un sobreviviente, Husam Qazaat, en medio de las ruinas.

Decenas de tanques israelíes y vehículos blindados rodearon por otra parte el hospital Nasser, de Khan Yunis, en el sur de la Franja, según el Ministerio de Salud de Gaza.

El ministerio informó que las fuerzas israelíes estaban llevando a cabo “operaciones violentas en los alrededores, en preparación de un ataque”. Y agregó que “miles de desplazados siguen en el interior del hospital”.

Distanciamiento

Los nuevos ataques en el sur del enclave subrayaron la decisión de Israel de seguir adelante con su ofensiva, acentuando sus diferencias con Estados Unidos, su principal aliado. Tras la abstención de Washington, el Consejo de Seguridad de la ONU pudo votar el lunes un alto el fuego en Gaza, por primera vez en la guerra.

La resolución “exige un cese el fuego inmediato” durante el Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes que empezó hace dos semanas, y “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes” en manos de Hamas. “Esta resolución debe aplicarse. Su incumplimiento sería imperdonable”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Israel, irritado con Estados Unidos, anuló la visita de una delegación a Washington y declaró que la resolución de la ONU perjudicaba sus esfuerzos para derrotar a Hamas y liberar a los rehenes.

“No tenemos derecho moral a detener la guerra mientras siga habiendo rehenes en Gaza”, afirmó el Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, de visita a Estados Unidos.

Hamas celebró la resolución y acusó a Israel de buscar “el fracaso” de las actuales negociaciones en Doha a través de mediadores internacionales con vistas a una tregua.

La guerra estalló el 7 de octubre con una incursión de milicianos islamistas desde Gaza, que mataron a 1200 personas y secuestraron a unas 250.

En represalia, Israel lanzó una ofensiva con el objetivo de “aniquilar” a Hamas. Hasta el momento, esa operación militar dejó 32.414 muertos, en su gran mayoría civiles.

Agencias AFP y AP