Hallazgo de laboratorio de droga en límite con Colombia pone foco sobre si hay producción en Ecuador

QUITO (AP) — El Ejército ecuatoriano informó el viernes de la localización y destrucción de una infraestructura utilizada como laboratorio para la producción de droga en el límite fronterizo de Ecuador con Colombia, un día después de que un helicóptero militar fuera atacado a disparos sin dejar heridos o muertos.

El jefe de la fuerza de tarea conjunta, general Milton Rodríguez, en declaraciones a la prensa detalló que una infraestructura destruida la víspera se había construido a orillas del río Mira, “en el límite político internacional” con Colombia, y señaló que “la producción estimada de este laboratorio gigante es de 15 toneladas al mes”.

El valor que representaría dicha capacidad de procesamiento sería de alrededor de 150 millones de dólares, según un comunicado de las Fuerzas Armadas difundido el viernes, que precisó que había cinco áreas de producción con 1.000 metros cuadrados que incluían “dormitorios y comida para 80 personas aproximadamente”.

El hallazgo de esa infraestructura, en un país que ha sido catalogado por las autoridades durante años como un lugar solo de paso para la droga que producen países vecinos, puso el foco sobre si en Ecuador habría ahora también actividades de producción.

Según información proporcionada a la AP por la policía ecuatoriana, entre 2021 y 2023 “se han identificado, intervenido y desmantelado” seis laboratorios de procesamiento de droga en la frontera norte, cuya capacidad de producción no se detalló.

Hace un mes, el 10 y 14 febrero, las fuerzas armadas informaron que destruyeron dos laboratorios de refinamiento de crudo artesanal usados para procesar droga, en medio de la selva, en el cantón Putumayo de la provincia fronteriza de Sucumbíos.

Expertos en seguridad consideran que grupos de narcotraficantes de Colombia pretenden extender laboratorios de cocaína hacia Ecuador, pero niegan que el país haya dado un paso hacia el procesamiento.

El exjefe del Ejército y exsecretario de Seguridad Pública, Wagner Bravo, dijo a The Associated Press que por el incremento de producción de la hoja de coca y pasta base de cocaína en Colombia, grupos delincuenciales, principalmente disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, “eventualmente cruzan la frontera (de Ecuador) y han colocado en la parte selvática algunos laboratorios descubiertos”.

Bravo aclaró que esto no significa que Ecuador haya pasado a la fase de producción o procesamiento de droga.

Para la elaboración de un kilo de cocaína refinada se requerirían al menos 150 kilos de hoja de coca, lo que ata el procesamiento en los laboratorios a la cercanía de las plantaciones, que proveen la materia prima. “Imagine la cantidad de camiones que tendrían que pasar a los laboratorios” en territorio ecuatoriano, corriendo además el riesgo de ser localizados, descartó el exfuncionario.

Para el exdirector de inteligencia militar, el coronel retirado Mario Pazmiño, “han empezado a aparecer laboratorios con mayor periodicidad en la frontera norte”, pero Ecuador “sigue siendo abastecido mayoritariamente desde Colombia” por cuya frontera, detalla, pasan hasta 700 toneladas de droga.

El objetivo de los grupos vinculados al narcotráfico, apuntó, es sacar el 75% de la producción de cocaína colombiana por la zona entre los departamentos colombianos de Nariño y Putumayo y las provincias ecuatorianas de Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Sucumbíos, donde hay innumerables pasos fronterizos irregulares.

La localización del primer laboratorio de procesamiento de tal magnitud en Ecuador, se produce dos meses después de que en el país se efectuara la incautación de droga más grande en un solo golpe, con 22 toneladas de cocaína, que estaban ocultas en túneles subterráneos bajo un criadero de cerdos en la provincia de Los Ríos.

El rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), Patricio Haro, coincidió en que la captura “demuestra la actividad y la intensidad del tráfico de cocaína en nuestro país, que se ha convertido en una plataforma de salida de la droga producida en Colombia”.

Según una evaluación situacional del entorno estratégico del narcotráfico en Ecuador, elaborado por la policía en colaboración con el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado (OECO), el incremento de la producción de los cultivos de hoja de coca en Colombia, Perú y Bolivia, en más de 300.000 hectáreas en 2021, es determinante para un país enclavado en medio de los mayores productores.

Renato Rivera, coordinador del Observatorio, señaló que existe una “transformación en la lógica de los laboratorios” de procesamiento que se han localizado en Ecuador. “Antes eran laboratorios de refinamiento, pero ahora existen laboratorios de cristalización”. En los primeros se elaboraba la pasta base obtenida de la hoja de coca y, en los segundos, se obtiene la cocaína.

Según su lectura, aunque los cultivos de hoja de coca en Ecuador y la presencia de laboratorios “es incipiente”, el país andino “ya ocupa un rol privilegiado en la cadena de valor del narcotráfico que va en crecimiento”.