Me gusta la violencia. Soy un perro. Joven peleador de Miami sube al ring de BKFC en el Dolphin Mall

Ryan Arencibia decidió tomar la vertiente más brutal del boxeo.

Después de una sólida carrera amateur en el pugilismo tradicional con guantes, este muchacho se prepara para su tercera pelea con los nudillos descubiertos con la meta de llegar a Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC).

El chico todavía recuerda el primer día que puso un pie en el gimnasio del Tropical Park sin saber nada del deporte de los puños, pero allí dio sus primeros pasos con el equipo del profesor Pedro Díaz y Mundo Boxing, con quienes ganó un torneo Sugar Bert.

Ahora se prepara a las órdenes de Eric “Tigre’’ Castaños, quien se ha convertido en uno de los técnicos más reconocidos de BKFC al formar campeones como Luis Palomino y tener prospectos de primera línea como Alberto Blas y Bryan Durán. Así crece Arencibia, de la manera en que le gusta en el gimnasio, rodeado de violencia.

Con 19 años, ¿cómo te metes en el Bare Knuckle?

“Soy un fanático de este deporte, de mis compañeros de equipo, el Indio, Bryan Durán, Luis Palomino. Yo los veía pelear desde que era más joven. Hice cinco años de boxeo amateur, gané un torneo, pero luego me relajé. Ahora he tomado el Bare Knuckle con mucha fuerza’’.

¿Qué te atrae del boxeo a mano limpia?

“Me gusta la violencia. Creo que soy un perro. Me preparo técnicamente, pero para hacerle cosas malas a cualquiera. Esto es muy diferente al boxeo amateur porque me permite dar más golpes. Tengo dos peleas ya, con dos victorias y un nocaut.

Ryan Arencibia se prepara a las órdenes de Eric “Tigre’’ Castaños, quien se ha convertido en uno de los técnicos más reconocidos de BKFC. Foto: JORGE EBRO
Ryan Arencibia se prepara a las órdenes de Eric “Tigre’’ Castaños, quien se ha convertido en uno de los técnicos más reconocidos de BKFC. Foto: JORGE EBRO

Si ganas este viernes, ¿qué vendría?

“El presidente de la empresa, David Feldman, va a estar ahí para mirar a los prospectos. Yo hablé con él durante una pelea de Palomino y me dijo que quería verme pelear. Yo le prometí que iba a poner un show para él y para todos los que van a ir’’.

No todos los niños van a los deportes de combate.

“Yo llegué por mi papá. Desde que yo era chico estaba en el gimnasio de American Top Team en Kendall con Alexis Vila, Yoel Romero. Mi papá ayudaba a todos con los patrocinios y yo los veía. Puedo decir que desde los seis años yo ya era un fanático de verdad’’.

Entonces, ya veías a Romero desde esos tiempos.

“Yo lo veía antes de que llegara a la UFC. Cuando eso él estaba en Strikeforce. Todo el mundo que lo veía decía que iba a a ser un monstruo y vaya si lo fue. Mira todo lo que ha logrado’’.



Yo estaba en el túnel. No había luz y el hombre me dijo: ven. ¿Cómo esta leyenda cubana llega a BKFC?





¿Cuál es tu meta en este deporte?

“Quiero ser grande. Ya sea peleador o manager o entrenador. Esto es más que un deporte, es un negocio. Con el entrenador que yo tengo, El Tigre, puedo hacer grandes cosas y crecer todos los días. Lo conozco desde que era chiquito. Lo veía con Palomino y decía que algún día iba a entrenar con él’’.

¿Qué impresión deseas dejar en esta pelea en Miami?

“Que la gente vea una pelea técnica. Ya todo el mundo sabe que soy un perro por mis primeras dos peleas, pero en esta quiero que la gente aprecie mi técnica de boxeo. Que estoy en un nivel superior. Todo el mundo puede pelear, pero no todos tienen la técnica que yo poseo. Las peleas mías son la locura’’.