‘A quién no le gusta eso’, un poco de humor en las tardes dominicales

Tras el éxito de Tres viudas en un crucero, el cantante, dramaturgo y director Pedrito Román regresa a la Sala Catarsis del Teatro Trail con A quién no le gusta eso, una comedia de su autoría que ocupará las tardes dominicales, a partir del 28 de agosto a las 5 p.m., con las actuaciones de Ana Lydia Méndez, Bárbaro de Jesús y El Chory.

“El momento actual tan lleno de tensiones obliga al público a buscar nuevas alternativas para poder pasar un par de horas relajado, divertido y sin pensar en los problemas del diario vivir. Por eso creo que esta obra es la opción ideal para lograr desconectar por un rato y refrescar la mente”, expresó Román.

El director anunció que su nueva propuesta presenta una historia ligera, “con mucho ritmo y alegría”, basada en las aventuras de Pasiflora, una vedette retirada de las tablas que alquila su apartamento de Hialeah a Primorosa y Petunia, dos sobrinos travestis que no pueden pagar alquileres caros en Miami. Lo que no imagina la mujer es que su acto de generosidad le deparará más de una sorpresa.

Sobre las motivaciones que lo impulsaron a escribir la pieza el director señaló que después del éxito de Tres viudas en un crucero se quedó con deseos de hacer otra comedia, y como el mundo de los travestis no le es ajeno, porque ya había dirigido Mary Loly y a Mary Trini en dos obras, le pareció oportuno retomarlo en su nueva propuesta.

“Conozco de cerca el trabajo de los travestis desde que coincidí con el espectáculo Midnight Follies en el Teatro de Bellas Artes. Hay que ver cómo se divertía el público desde que salían al escenario”, recordó Pedrito, tras destacar que entre los momentos más hilarantes de la obra sobresalen el ataque que sufre Pasiflora por ingerir un medicamento en exceso, la “espectacular” caída de Petunia en el escenario y cuando se descubre la verdadera identidad de un personaje que intervendría en el show que están preparando.

La escenografía recrea la habitación de un apartamento donde van a recalar los objetos en desuso.

En cuanto al elenco, el artista fue pródigo en elogios.

“Son tremendos comediantes que conozco de memoria. Ana Lydia y El Chory han trabajado conmigo en varias ocasiones. Y al igual que Bárbaro de Jesús, son tan profesionales que no escatiman esfuerzos hasta que no están seguros de que una escena está lograda”, destacó. El director llegó al exilio en 1960. A lo largo de su trayectoria ha estado al frente de más de setenta producciones de todos los géneros, entre las que se destacan Hamburguesas y sirenazos, Josephine, La bella Otero y El sueño de Martí.

Como tantos artistas de su generación ha sido testigo del crecimiento cultural de Miami.

“Siento que hay muchos jóvenes interesados en la comedia. A diferencia de cuando yo llegué a esta ciudad, en que la mayoría del público era cubano, ahora la audiencia incluye otras nacionalidades; lo que representa un gran reto a la hora de hacer un humor que todo el mundo entienda”.

Tres viudas en un crucero se mantuvo dos años en cartelera a sala llena. ¿A quién no le gusta eso repetirá el éxito? “Eso no se puede predecir, pero confío en Dios para que así sea”, concluyó.

Domingos 5 p.m. a partir del 28 de agosto. Sala Catarsis del Teatro Trail, 3715 S.W. 8 St. Informes: 305-443-1009 y www.teatrotrail.com