Guillermo Ochoa: las injustas y amarillistas críticas por llegar a los 1000 goles recibidos en su carrera

Guillermo Ochoa en un partido contra la Salernitana del 24 de febrero. (Giuseppe Maffia/NurPhoto via Getty Images)
Guillermo Ochoa en un partido contra la Salernitana del 24 de febrero. (Giuseppe Maffia/NurPhoto via Getty Images)

1000 goles. Una cifra que encierra magia: todos los delanteros sueñan con ese número. Los porteros, desde luego, desearían que nunca les anotaran ni un sólo gol. Guillermo Ochoa lo sabe y ahora le toca padecer una inclemente lluvia de mofas por haber llegado a esa cifra. Sin embargo, el número de goles recibidos durante su carrera está muy lejos de reflejar el nivel de Ochoa y, mucho menos, de servir como argumento para tratar de demostrar que es un fracaso como profesional.

Como todo número, debe tener un contexto. Ochoa debutó profesionalmente en 2004. Es decir, ha cumplido ya los veinte años en Primera División (en febrero pasado fue el aniversario). Desde 2004 hasta 2011, jugó únicamente en México, siempre con el América. Luego, durante su carrera en Europa, generalmente militó en clubes que peleaban el descenso: Ajaccio, Granada y Salernitana, su actual equipo. Las excepciones fueron el Málaga, adonde sólo fue titular media temporada (la segunda mitad de la 2015-2016). Y el Standard de Lieja en Bélgica.

Si se cuentan las dos épocas de Ochoa en el América (2004-2011 y 2019-2022), se obtienen los siguientes registros: 525 goles goles recibidos en 424 partidos. El promedio es de1.23 goles por partido. Si se tomara únicamente en cuenta lo hecho en liga mexicana, Ochoa superaría a porteros como Oswaldo Sánchez (promedio de 1.28) y Óscar Conejo Pérez (también 1.28). Lo mismo que a Jorge Campos, que jugó en México y Estados Unidos (cuando la MLS era una liga mucho menos competitiva que ahora, pues recién estaba fundada), con un promedio de 1.32.

De acuerdo con Statiskicks, Ochoa tiene un porcentaje de atajadas de 72% en club, el cual es superior al promedio de 69% que manejan los porteros en 30 ligas profesionales del mundo. Además, en Copas del Mundo, Ochoa sostiene un rendimiento destacado: 50% de atajadas en Qatar; 82% en Rusia y 88% en Brasil. Su promedio de goles recibidos en el Tri tampoco desmerece cuando se compara con otros arqueros de época: Campos tiene 0.95; Conejo Pérez, 0.94; Oswaldo Sánchez 1.03; Guillermo Ochoa, 1.07. Cabe resaltar que, entre todos ellos, es Ochoa quien más partidos ha jugado con la Selección Nacional (149, récord histórico). Por lo tanto, es natural que haya encajado más goles.

Ochoa realmente está pagando el precio de haber tenido una carrera longeva. Son más de veinte años y si su deseo es llegar al Mundial de 2026, como ha expresado en diferentes ocasiones, seguirá sumando números a su carrera, y eso implicará tanto partidos jugados como goles recibidos. No se puede esperar salir indemne después de un camino tan prolongado. Pero resulta fundamental entender cómo se ha llegado a esos números y no demonizarlos sin sustento real, porque lo normal en los porteros es recibir goles. Muchos goles. Y ciertamente Ochoa eligió destinos en los que las defensas no iban a ser sus mejores aliados.

También es cierto que Ochoa mantuvo, a lo largo de su carrera, carencias muy marcadas que le impidieron llamar la atención de los grandes clubes de Europa. Eso no quita que tuvo el valor de jugar en esas latitudes. Perfectamente pudo haber hecho una carrera en México en la que los goles en contra hubieran sido menos, como ya dejó ver su promedio en la Liga MX. Pero decidió tomar el reto y lo ha pagado a nivel deportivo en diversas ocasiones: un descenso en Francia y otro en España. Además de que el curso actual luce complicado para él y su club: Salernitana marcha en el último lugar de la tabla con sólo 14 puntos, con el descenso en la nuca una vez más.

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