Las guerras de Ucrania y Gaza centran la cumbre del G7 en Italia

El complejo de lujo que albergará la cumbre del G7 en Borgo Egnazia, Italia, en una imagen difundida el 6 de mayo de 2024 (Handout)
El complejo de lujo que albergará la cumbre del G7 en Borgo Egnazia, Italia, en una imagen difundida el 6 de mayo de 2024 (Handout)

Los líderes del G7 se reúnen esta semana en Italia en plena tensión internacional por las guerras en Ucrania y la Franja de Gaza, y con turbulencias políticas tanto en Estados Unidos como en Europa.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los demás jefes de Estado o de gobierno de los siete países más ricos del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido) se reunirán de jueves a sábado en Borgo Egnazia, un complejo turístico de lujo en la región de Apulia, en el sur de Italia.

La cumbre llega en un momento delicado por las guerras que azotan Ucrania y la Franja de Gaza, pero también por las dificultaddes políticas de Biden, del presidente francés Emmanuel Macron o del primer ministro británico Rishi Sunak, enfrentados a complejas citas electorales en las próximas semanas y meses.

La primer ministra italiana, Giorgia Meloni, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria del G7, también invitó a una docena de líderes que no pertenecen al grupo, entre ellos los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Argentina, Javier Milei.

Aunque la prensa especula sobre un posible primer encuentro entre ambos, auspiciado por Meloni, la cancillería brasileña dijo que "no hubo pedido" de Argentina para una reunión bilateral.

El papa Francisco también estará el viernes en la cumbre para hablar sobre inteligencia artificial y tiene previsto reunirse con Lula.

- Más ayuda para Ucrania -

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, volverá a pedir el jueves a los aliados occidentales más ayuda frente a la invasión rusa.

El ejército ucraniano, falto de municiones y hombres, tiene cada vez más dificultades, en particular por la demora en la entrega de ayuda militar occidental.

Estados Unidos está presionando al G7 para que otorgue a Ucrania 50.000 millones de dólares en préstamos.

Estos préstamos estarían garantizados por los intereses de los 300.000 millones de euros (320.000 millones de dólares) en activos del banco central ruso congelados por la Unión Europea y los países del G7.

Pero quedan muchas preguntas sobre cómo funcionaría este mecanismo, empezando por quién emitiría la deuda y qué pasaría si se liberaran los activos en caso de un acuerdo de paz.

La reunión del G7 dura oficialmente tres días, pero las sesiones de trabajo terminan el viernes.

La cumbre, a la que también asistirán el británico Sunak, el alemán Olaf Scholz y el canadiense Justin Trudeau, abordará también la guerra entre Hamás e Israel en Gaza.

La semana pasada, los líderes del G7 aprobaron una propuesta de acuerdo de paz que prevé un alto el fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre, un aumento de la ayuda a los palestinos y la búsqueda de una solución basada en la coexistencia de dos Estados.

El programa de la cumbre también incluye discusiones sobre las tensiones en la región de Asia Pacífico, así como sobre las tensiones comerciales entre China y los países occidentales por las tecnologías verdes.

A la lista de invitados se suman el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el indio Narendra Modi, el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán, el presidente emiratí Mohamed bin Zayed Al Nahayan, así como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y representantes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Todos los huéspedes están invitados a una cena con espectáculo el viernes por la noche en el complejo turístico Borgo Egnazia, que imita un pueblo tradicional italiano.

Las medidas de seguridad serán extremadamente estrictas en torno a este lugar aislado, muy lejos de manifestantes y periodistas, cuyo centro de prensa se encuentra a 60 kilómetros de distancia, en la ciudad de Bari.

El envío de refuerzos policiales y militares a la zona provocó problemas logísticos y, según el sindicato policial SILF, ha hecho que algunos agentes deban dormir "en condiciones precarias en buques de crucero o en furgones".

En un comunicado publicado el lunes por la noche en Facebook, esta organización denuncia que "2.600 agentes y militares (están) embutidos como ratas" en un crucero y exige "el respeto de la dignidad y el bienestar de los policías".

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