Guerra en Ucrania: crece el misterio sobre quién atacó los gasoductos Nord Stream en el Mar Báltico

EE.UU. reveló que un “grupo proucraniano” podría estar detrás del sabotaje a los gasoductos Nord Stream
EE.UU. reveló que un “grupo proucraniano” podría estar detrás del sabotaje a los gasoductos Nord Stream

PARÍS.– Una nueva especulación, sin pruebas sólidas, se sumó esta semana a las ya numerosas que circulan sobre los autores de las explosiones submarinas que, a fines de septiembre del año pasado, inutilizaron los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que unen Rusia a Alemania bajo las aguas del mar Báltico: según fuentes de inteligencia de Estados Unidos, reveladas por el diario The New York Times -y confirmadas por tres medios alemanes-, el sabotaje sería obra de “un grupo proucraniano”.

La nueva tesis sugiere que ese grupo habría estado compuesto por “opositores a Vladimir Putin”, rusos y ucranianos, sin precisar la organización a la cual pertenecen. Según The New York Times, las autoridades estadounidenses se negaron a divulgar el origen de esas informaciones, y declararon “no tener ninguna prueba” de que el gobierno ucraniano o sus servicios de inteligencia estuvieran directamente implicados en la operación, ni que sus participantes hayan actuado bajo su dirección. También subrayaron que ignoraban “muchas cosas sobre los autores del sabotaje y su afiliación”.

Esta imagen por satélite de Planet Labs PBC muestra una gran variación en la superficie del mar, observada cerca de la costa de la isla danesa de Bornholm, el lunes 26 de septiembre de 2022, tras una serie de fugas inusuales en gasoductos que iban de Rusia a Alemania. (Planet Labs PBC via AP)
Esta imagen por satélite de Planet Labs PBC muestra una gran variación en la superficie del mar, observada cerca de la costa de la isla danesa de Bornholm, el lunes 26 de septiembre de 2022, tras una serie de fugas inusuales en gasoductos que iban de Rusia a Alemania. (Planet Labs PBC via AP)

Según la cadena de televisión alemana ARD y el diario Die Zeit, que también investigaron el caso, el atentado habría sido perpetrado por cinco hombres y una mujer, portadores de falsos pasaportes, que llegaron al Báltico a bordo de un barco. La tripulación habría estado compuesta por un capitán, dos buzos, dos asistentes de buceo y una mujer médica, que realizaron el sabotaje a bordo de “un yate alquilado a una sociedad basada en Polonia, perteneciente a dos ucranianos”. Agregan que también se podría tratar de una operación “bajo falsa bandera” para enturbiar aun más las pistas.

Según esa investigación, el yate habría partido del puerto alemán de Rostock con destino a las aguas territoriales del mar Báltico, donde los buzos habrían descendido a unos 80 metros de profundidad y colocado los explosivos en los gasoductos.

Este miércoles, la justicia federal alemana anunció que, “entre el 18 y el 20 de enero, procedió al minucioso examen de un navío de alquiler sospechoso, que podría tener algo que ver con las explosiones de los gasoductos Nord Stream el año pasado”. El tribunal agregó que seguía investigando la identidad de los autores y sus motivaciones, precisando que ninguna sospecha pesaba sobre los empleados de la sociedad alemana de locación de navíos.

El gobierno ucraniano, por su parte, negó tener responsabilidad alguna en el sabotaje. Myjailo Podolyak, consejero del presidente Volodimir Zelensky, declaró que Kiev “no estaba en absoluto implicado” en esas explosiones.

Myjailo Podolyak, consejero del presidente Volodimir Zelensky
Myjailo Podolyak, consejero del presidente Volodimir Zelensky

“Aun cuando me encanta coleccionar teorías divertidas sobre los complots del gobierno ucraniano, debo decir que mi país no tiene nada que ver con el accidente del mar Báltico y tampoco tiene ninguna información sobre ‘grupos de sabotaje pro-ucranianos’”, aseguró Podolyak en un tuit.

Debido a que ambas explosiones se produjeron en las zonas económicas exclusivas de Suecia y Dinamarca, lanzando sus respectivas investigaciones, ambos países concluyeron que fueron deliberadas, sin precisar quién podía ser responsable. Estados Unidos y la OTAN denunciaron rápidamente “un acto de sabotaje”, mientras que Rusia no tardó en acusar a Occidente. Hasta ahora, sin embargo, nadie aportó pruebas sobre esas suposiciones.

 l secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg
l secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este miércoles que la identidad de los autores de las explosiones en los gasoductos sigue siendo desconocida.

“Lo que sabemos es que hubo un ataque contra los ductos Nord Stream. Pero no pudimos determinar quién fue el autor”, declaró en una reunión de ministros de Defensa de la Unión Europea en Estocolmo. “Investigaciones nacionales siguen su curso y es necesario esperar que sean finalizadas antes de decir algo más sobre los autores”, concluyó.

El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, también pidió no sacar “conclusiones apresuradas”, estimando que era probable que se trate de “una operación bajo una falsa bandera, puesta en escena para acusar a Ucrania”.

“Desviar la atención”

Por su lado, el Kremlin denunció una tentativa “coordinada” para desviar la atención, mediante la información publicada por la prensa sobre la autoría del sabotaje.

“Es evidente que los autores del ataque quieren desviar la atención”, declaró el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, agregando que “la información había sido fabricada”.

“Lo mínimo que los países accionistas de Nord Stream y Naciones Unidas deben exigir es una investigación urgente y transparente, con la participación de todos aquellos que pueden echar luz sobre la cuestión”, agregó.

Los accionistas de Nord Stream 1 son la empresa pública rusa Gazprom, las empresas alemanas Wintershall DEA AG y E.ON, la holandesa NV Nederlandse Gasunie y la francesa Engie. Gazprom es el único accionista del gasoducto paralelo Nord Strem 2, cuya construcción fue financiada por Wintershall DEA, Engie, la austriaca OMV, Shell y la alemana Uniper.

Antes de comenzar la guerra, ambos gasoductos fueron objeto de serias tensiones geopolíticas entre Alemania y Estados Unidos, atizadas por la decisión -una vez lanzada la invasión- por la decisión de Moscú de cortar el abastecimiento de gas a Europa, en represalias contra las sanciones occidentales.

En un primer momento, los países occidentales sugirieron que Rusia podría haber sido responsable del sabotaje. Una hipótesis frágil, teniendo en cuenta que esos gasoductos constituyen para Moscú una importante fuente de ingresos y una forma de presionar a los europeos.

Ucrania tendría un mejor motivo. Desde el comienzo, Kiev se opuso a esos proyectos que permitían a Moscú vender fácilmente su gas a Europa, sin pasar por su territorio, y presionar a los gobiernos occidentales para reducir su apoyo a Ucrania.