Sin grieta, ocho excancilleres pidieron que la presidencia del BID quede a cargo de un latinoamericano

Los excancilleres de la democracia argentina pidieron que la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que será renovada este año, permanezca ocupada por un latinoamericano como es tradición.

"La cooperación hemisférica es un activo a preservar en estos tiempos críticos y alentamos a todos los países del hemisferio a mantener el legado de la relación multilateral en el continente", dice la declaración que cuenta con la firma de exministros de Relaciones Exteriores de todos los colores políticos. La acción fue promovida en conjunto por el senador nacional Jorge Taiana y el presidente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), Adalberto Rodríguez Giavarini.

Adhirieron al comunicado Susana Ruiz Cerutti (presidencia de Raúl Alfonsín), Domingo Cavallo (presidencia de Carlos Menem), Rodríguez Giavarini (presidencia de Fernando de la Rúa), Carlos Ruckauf (presidencia de Eduardo Duhalde), Taiana y Rafael Bielsa (presidencias de Néstor y Cristina Kirchner) y Susana Malcorra y Jorge Faurie (presidencia de Mauricio Macri).

Los excancilleres firmaron el pedido tras conocerse la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de romper el consenso histórico con América Latina y proponer a un funcionario de su gobierno para ocupar el cargo de un organismo clave para el desarrollo económico de la región, al brindar apoyo financiero fundamental para proyectos de infraestructura.

"Sostener el consenso histórico sobre la presidencia del BID significa la reafirmación de la amistad de los países de América y la rica tradición hemisférica y multilateral, en la que los Estados Unidos aportó, en el caso de BID, un ejemplo de igualdad y equidad institucional, por décadas", reza la declaración, que juntó todas las adhesiones en cuatro días. Y agrega: "En estos cruciales momentos que vivimos todos los países del hemisferio, bregamos por mantener los consensos y la solidaridad continental para reivindicar los usos y costumbres que, cuando son consensuados, como ha sido hasta ahora la Presidencia del BID, son fuentes de certidumbre y confianza".

Desde su creación en 1959, la presidencia del BID estuvo a cargo de un latinoamericano y la vicepresidencia, de un norteamericano. Si EE.UU., que tiene el mayor poder dentro del organismo, avanza con la nominación de Mauricio Claver-Carone (actual director para Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca) se cambiaría por primera vez aquella tradición de consensos en el continente.

La decisión unilateral de Trump, además, termina por sepultar las aspiraciones del gobierno de Alberto Fernández, de ubicar al secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, en el cargo.

Según la normativa vigente en el organismo, la designación del nuevo titular del BID debería definirse un mes antes de la elección en EE.UU., que tendrá lugar a principios de noviembre. En este contexto, en algunas diplomacias de la región se comienza a plantear la necesidad de plantear una suerte de cuarto intermedio en el BID hasta después de los comicios, por si llega a cambiar el gobierno.