Gremialistas, militantes y funcionarios: así fue el tour político y religioso del “Chiqui” Tapia con la Copa del Mundo

"Chiqui Tapia" aprovechó el envión del Mundial en Qatar para afianzar su poder en el tablero nacional
"Chiqui Tapia" aprovechó el envión del Mundial en Qatar para afianzar su poder en el tablero nacional - Créditos: @Rodrigo Nespolo

El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia , inició un recorrido con la Copa del Mundo que incluyó encuentros con funcionarios, gremialistas y militantes, lejos de la premisa que los dirigidos por Lionel Scaloni le hicieron aquel 20 de diciembre, dos días después de ganar el Mundial y en pleno festejo: “No quedar pegados a la política”.

Cuando la mayoría de los jugadores de la selección estaban en el país, y a tres días de la fallida caravana triunfal de los campeones del mundo, el primer encuentro político de Tapia fue con el jefe de Gabinete de Axel Kicillof, Martín Insaurralde. El intendente en uso de licencia de Lomas de Zamora, cercano a Máximo Kirchner, visitó el predio de Ezeiza para “saludar y felicitar a su amigo y compañero” por el título mundial e hizo eco de ese encuentro en sus redes.

El titular de la AFA continuó su tour en el lugar donde más cómodo se siente: San Juan, la provincia donde nació y en donde su íntimo amigo, el gobernador peronista Sergio Uñac, lo esperaba para declararlo “ciudadano ilustre”. En las redes sociales quedó registrado que Tapia llegó a San Juan en el avión sanitario de la provincia, un Lear Jet 75, y que Uñac lo recibió con un abrazo apenas puso un pie en tierra.

En San Juan, además, Tapia aprovechó para acercar la copa al santuario de la Difunta Correa, de quien se declara muy devoto. El máximo responsable del fútbol argentino ya había llevado al santuario la Copa América que la Selección obtuvo en Brasil en 2021, e hizo lo mismo con el trofeo de “La Finalissima”, conquistado en 2022. En aquel momento, además, Tapia dejó en el lugar una camiseta firmada por Lionel Messi y todos los jugadores, con la que se montó una especie de altar.

Ni durante las 18 horas del vuelo de regreso al país de la selección desde Qatar, y mucho menos durante la caótica caravana de celebración, Tapia intentó persuadir a Lionel Messi de visitar la Casa Rosada y recibir en persona el saludo del presidente Alberto Fernández, según contaron fuentes oficiales y de la AFA. Es decir, no hizo todo lo que podía para garantizarle al Gobierno la foto en el balcón, una parada que el oficialismo dio como un hecho hasta último momento.

Los cortocircuitos entre Tapia y Fernández no son nuevos. La tensión guía su vínculo desde que al comienzo del mandato del Frente de Todos la Casa Rosada se involucró de manera directa en la vida interna de la AFA. Fernández pretendió desplazar a Tapia en beneficio de Cristian Malaspina, titular de Argentinos Juniors, el club del que el Presidente es socio e hincha.

Lejos de la Casa Rosada, la tercera parada de Chiqui Tapia fue en su propio despacho, con el cónsul de Bangladesh, Leandro Gabardi, el martes pasado. El máximo representante de AFA accedió a charlar sobre un posible amistoso contra el seleccionado de ese país, que sorprendió por su fanatismo por la Argentina. “Con Claudio Tapia fue una reunión protocolar, mi intención era conocerlo, felicitarlo y mostrarle todo el cariño que le tiene Bangladesh a Argentina”, señaló Gabardi.

El santuario de la Difunta Correa en San Juan no fue la única parada religiosa del mandamás de la AFA: Tapia visitó la Basílica de Luján y le agradeció a la Virgen por la Copa del Mundo. El principal santuario del país fue elegido en más de una oportunidad por el kirchnerismo cuando buscó tomar distancias del Episcopado y el tedeum en la catedral porteña. Fue, además, el sitio elegido por Alberto Fernández el pasado 10 de septiembre para pedir “por la vida de la vicepresidenta”, luego del atentado que Cristina Kirchner sufrió en la puerta de su departamento en Recoleta.

“Chiqui” Tapia estuvo ligado al sindicalismo desde sus comienzos. Era delegado gremial de la rama de recolección de basura del Sindicato de Camioneros cuando conoció a Paola Moyano, una de las hijas de Hugo Moyano, con la que tuvo dos hijos. Su primer contacto público con el universo sindical fue, sin embargo, con un histórica rival del líder camionero: el elegido fue Luis Barrionuevo, referente máximo de los gastronómicos. Tapia se bajó de una combi blanca en la puerta del Hotel Sasso de Mar del Plata y atravesó las puertas del complejo para abrazarse con el exdiputado nacional, a quien le entregó la réplica de la Copa del Mundo.

El dirigente del fútbol argentino decidió hacer otra parada en “La Feliz”, para mostrar el trofeo. Casualmente eligió la obra de teatro “El divorcio”, protagonizada por Pablo Rago, Luciano Castro, Carla Conte y Natalie Pérez.

Otro de los nexos entre el kirchnerismo y Tapia es Santiago Carreras. El exsenador provincial de La Cámpora y directivo de YPF, uno de los principales sponsors de la AFA, fue el responsable de la venta de un documental de la Selección argentina a Amazon por varios millones de dólares.

Esa producción, que cuenta el recorrido del conjunto nacional en la Copa América, fue producida por otro dirigente cercano a Tapia y a Carreras: Víctor Santa María, secretario general del gremio de los encargados de edificios, que viajó a Doha junto con su familia y la de Tapia.