Greenpeace relevó la zona de futura exploración petrolera para exponer el riesgo sobre la fauna marina

El Witness es la última incorporación de la flota de la organización ambientalista internacional
El Witness es la última incorporación de la flota de la organización ambientalista internacional - Créditos: @Mauro Rizzi

MAR DEL PLATA.– Orcas, ballenas jorobadas y piloto, delfines oscuros, comunes, australes y lisos. También pingüinos de Magallanes, albatros y petreles entre tantas aves marinas. Fue un show de biodiversidad el que testimonió el derrotero del velero Witness, de Greenpeace, al recorrer el área de plataforma continental alcanzada por un proyecto de exploración petrolera en avance. ¿El objetivo? Exponer el riesgo que este emprendimiento puede generar para ese particular y rico ecosistema del Mar Argentino y también para las costas del sudeste bonaerense, las más próximas a las profundidades donde se prevén las eventuales perforaciones.

La embarcación, última incorporación de la flota de la organización ambientalista internacional, completó una pierna con punto de inicio y finalización en Mar del Plata y una ruta que tuvo uno de sus extremos en el sur de Uruguay. Desde allí, con rumbo sur y casi bordeando aguas internacionales completaron un triángulo que tuvo su tercer vértice casi frente a la provincia de Chubut.

“Regresamos realmente sorprendidos porque vimos mucho más de lo que pensábamos encontrar, lo que significa mucho más para cuidar”, dijo a LA NACION Hernán Pérez Orsi, marplatense que integra Greenpeace Andina y se sumó para esta expedición a la tripulación permanente del buque que componen el australiano Daniel Mares, con rol de capitán; el francés Guven Daragon; el turco Erkut Ertürk y la belga Lies Bercamere.

El Witness permanece todavía amarrado en el Club Náutico Mar del Plata
El Witness permanece todavía amarrado en el Club Náutico Mar del Plata - Créditos: @Mauro Rizzi

Este primer relevamiento de fauna contó con presencia a bordo de científicos del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), que por primera vez llegaron hasta esas aguas tan lejanas que coinciden con el talud de la plataforma continental, considerado como un corredor rico en oxígeno y alimento por lo que es la ruta elegida para la migración de las principales familias de cetáceos que tienen presencia en este sector del océano Atlántico.

Mariano Sironi, director Científico del ICB, reconoció la sorpresa que significó llegar por primera vez hasta un sector tan lejano y después por la gran cantidad de animales que pudieron divisar. “Por una demora en la partida no logramos dar con ballenas franca austral pero si con, por ejemplo, 170 ballenas piloto e incluso ver por primera vez a los delfines lisos”, dijo a LA NACION sobre un informe que lograron solo con lo que pudieron ver sobre la superficie.

Esta y otras fuerzas ambientalistas advierten que la exploración petrolera tiene un enorme y directo impacto sobre la fauna marina, así como la explotación implica enormes riesgos frente a eventuales derrames, lo que significaría contaminación de aguas, muerte de animales y daños “irreparables” sobre las costas más cercanas.

El proyecto que cuestionan es el denominado Cuenca Argentina Norte (CAN) que tiene seis lotes o zonas en las que buscarán petróleo y gas las firmas Equinor, Shell, YPF, Total, Qatar Petroleum y Britihs Petroleum. El Gobierno nacional le dio visto bueno a pesar de estas advertencias avanzar con la etapa de “exploración sísmica”, que contempla un mecanismo de explosiones con aire comprimido que sirven para detectar hidrocarburos bajo el lecho marino pero con sonidos que pueden provocar severas condiciones sobre los animales.

Los riesgos son muy altos para la fauna de la región en general, en particular para los cetáceos que dependen y mucho de los sonidos para determinar sus rumbos, controlar sus desplazamientos y lograr alimento”, explicó Sironi sobre daños posibles en este camino hacia la búsqueda de petróleo.

Encantados con la biodiversidad

Pérez Orsi es un veterano de la causa de Greenpeace. Hace diez años quedó detenido en Munsmark, Rusia, cuando al timón del buque Sunrise Artic de esta organización llegó hasta allí para denunciar la explotación petrolera en el Mar de Pechora. Junto a otros 29 miembros de la tripulación terminó en una celda de San Petersburgo.

La causa aquí es la misma y lo involucra por partida doble, desde su condición de marplatense, la ciudad más próxima a las futuras plataformas del proyecto CAN. “Fue una locura lo que vimos, los científicos estaban encantados con la biodiversidad que nos encontramos al paso”, explicó a LA NACION sobre una fauna que está dentro de las 200 millas marinas que marcan el límite de la Zona Económica Exclusiva Argentina.

“En un futuro la idea es un monitoreo más amplio de toda esa zona de alimentación y tener una más amplia y detallada estructura poblacional de las distintas especies”, detalló sobe un objetivo que allí debería lograrse en época de primavera a verano.

En términos científicos se logró, durante esta expedición, una medición con un monitor acústico pasivo con cuatro micrófonos para detectar indicadores de presencia de fauna, identificar especies y disponer de estos registros como base para futuros trabajos muchos más amplios y específicos en la materia.

Hernán Pérez Orsi, marplatense que integra Greenpeace
Hernán Pérez Orsi, marplatense que integra Greenpeace - Créditos: @Mauro Rizzi

Insistió con que se está avanzando o incluso ampliando el desarrollo petrolero en estos mares. “Nosotros nos oponemos, no queremos esa industria en el océano y no queremos que se siga invirtiendo en combustibles fósiles”, remarcó Pérez Orsi sobre una actividad a la que consideró “en vías de morir, pero que nos va a llevar a la muerte a nosotros”.

El rechazo de estos proyectos de búsqueda de hidrocarburos frente a las costas bonaerenses se manifestó con distintas protestas y activaciones que esta y otras organizaciones ambientalistas realizan desde hace más de dos años. Han logrado visibilizarlo pero no detenerlo. Incluso cuando en ciudades como Mar del Plata hay una gran expectativa sobre el impacto económico positivo que podría derivar de la logística de la industria petrolera. “La ciudad será la Dubai argentina”, llegó a decir un sindicalista de la industria pesquera local.

El Witness permanece todavía amarrado en el Club Náutico Mar del Plata, con tareas de mantenimiento, a la espera de una inminente nueva excursión con otro objetivo que genera preocupación por sus posibles consecuencias: una terminal petrolera que se pretende instalar en el Golfo San Matías, posible a partir de la modificación de una ley que protegía a estas costas de ese tipo de proyectos y actividades. Ponerle freno es la misión.