El Gobierno prepara el desembarco de un conocido empresario como asesor del Presidente

Antomio Aracre, CEO de Syngenta, Jeff Rowe, presidente de la compañía a nivel global y Sergio Massa, ministro de economia.
Antomio Aracre, CEO de Syngenta, Jeff Rowe, presidente de la compañía a nivel global y Sergio Massa, ministro de economia.

En vistas a un año caliente y con la mira puesta en lo que será la carrera hacia las urnas, e l gobierno nacional prepara el desembarco como asesor presidencial del empresario Antonio Aracre, exCEO de Syngenta, una importante empresa internacional vinculada al agro.

Aracre ya había adelantado su decisión de dedicarse a la política cuando dejó la firma, en octubre de este año y su ingreso a Casa Rosada podría concretarse en lo próximos días. De buena relación con el presidente Alberto Fernández y varios de sus principales colaboradores, la noticia del arribo de Aracre es celebrada en Balcarce 50.

El ingreso de Aracre se da en un momento en que en el Gobierno se sucedieron varias salidas en las últimas horas y rompe con el perfil de la gran mayoría de quienes componen el actual gabinete, que en su mayoría siempre trabajaron en el sector público.

La información de su desembarco en Balcarce 50 fue confirmada a LA NACION por distintas fuentes de la administración de Fernández que lo dieron como un hecho. El ingreso se concretaría en el área de asesores presidenciales, incluso en la Jefatura de Asesores, el lugar dejado por Julián Leunda . La salida de Leunda se produjo el 6 de diciembre pasado, en medio del escándalo por la filtración de chats que daban cuenta de un viaje a Lago Escondido protagonizado por jueces, fiscales y funcionarios del gobierno porteño.

Antonio Aracre, CEO de Syngenta
Antonio Aracre, CEO de Syngenta

El área de asesores presidenciales es central para el Gobierno, que puso desde su llegada al poder a Juan Manuel Olmos, hombre clave del entorno de Fernández, con buena relación con las distintas terminales del oficialismo e incluso la oposición. Olmos estuvo allí entre diciembre de 2019 y agosto de este año, cuando pasó a la vicejefatura de Gabinete. Entonces su lugar fue ocupado por Leunda, hasta que salió eyectado hace poco menos de un mes.

La formación de Aracre fue uno de los puntos más destacados por los distintos consultados por LA NACIÓN, así como su “trato afable, cálido y la buena relación que trabó con Fernández”, en especial en el último tiempo.

En octubre pasado, cuando anunció que dejaba su cargo en Sygenta, Aracre había adelantado vía Twitter: “Luego de 36 años en la compañía y los últimos 12 como CEO para Latam Sur, he decidido retirarme tempranamente de Syngenta a partir del 31 de diciembre de este año, para permitirme soñar con nuevos desafíos”.

Así comenzó Aracre su hilo en Twitter para contar que decidió poner fin a su etapa en el sector privado y dejaba ver su voluntad de encarar un nuevo reto: la política. En la red social, el directivo dijo entonces que venía un tiempo en el que se dejará “sorprender por la vida” y podrá elegir hacer lo que le haga “más feliz”.

En aquella oportunidad, en diálogo con LA NACIÓN, Aracre había agregado: “Entré a los 21 años a la empresa y llegué al puesto máximo que uno puede aspirar y, como ya tenía un techo profesional y no quería vivir en otro país para seguir creciendo profesionalmente, preferí dar un paso al costado en este momento con vistas a proyectos personales. Quiero entrar en la política para contarle a la gente que el futuro de la Argentina pinta distinto”.

Tras lo que agregó: “Quiero sacar a los argentinos de esa angustia y depresión con la que viven a diario, con un corto plazo que nos está quemando, y darles esperanzas que el país tiene tanto para ofrecer al mundo y, que esta realidad que vivimos en dos años todo puede cambiar. Hay dos argentinas: una urbana pesimista por naturaleza y otra, que vive en el interior que tiene otra energía, otro estado de ánimo, que progresa con el campo y con otras actividades como el litio, donde la última que debe contagiar a la primera de buena energía”, añadió.

En otro de los tramos del diálogo agregó: “Hoy, todos ven a la política como un negocio, yo en cambio no necesito: durante todos estos años he trabajado mucho y he llevado una vida austera, que me permitió ahorrar y pienso seguir viviendo de las misma manera. A los políticos les sirve y les suma hablar de las cosas de coyuntura que nos duelen. Por eso entiendo que hay un espacio vacío que puedo ocupar. Tengo otra mirada, un rol inspirador y puedo ser creíble. Pero sobre todo mi paso por casi 37 años en una compañía, a la que posicioné en lo más alto, me da autoridad moral para reconocer las oportunidades que veo en mi país”, aseguró.