El gobierno de Biden le extendió una mano a Milei, pero le pidió proteger la democracia y combatir el cambio climático

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y detrás su secretario de Estado, Antony Blinken
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y detrás su secretario de Estado, Antony Blinken - Créditos: @Patrick Semansky

WASHINGTON.- El impacto en Estados Unidos del triunfo de Javier Milei quedó a la vista de todos este lunes con una rareza: el balotaje de la elección presidencial de la Argentina fue la noticia principal en la tapa del Washington Post. “La rabia impulsa la victoria de la extrema derecha”, fue el título. Durante meses, Washington temió la llegada de Milei al poder, un final visto por muchos como un escenario disruptivo para el futuro de la Argentina y de la relación bilateral. Consumado ese desenlace, la administración de Joe Biden felicitó a Milei, le extendió una mano y le otorgó el beneficio de la duda al afirmar que espera trabajar con su gobierno en beneficio de “los pueblos de ambos países”, mientras republicanos en el Congreso celebraron el meteórico ascenso del libertario como si fuera un triunfo propio, marcando un nuevo alineamiento en el vínculo.

Ante las diferencias inocultables con Milei y en medio de las inquietudes en Washington sobre el perfil de la futura administración del libertario, la Casa Blanca se preocupó por reafirmar en sus mensajes una agenda de “prioridades compartidas” con la Argentina, incluidas la protección de los derechos humanos, la democracia, el cambio climático –que Milei niega– y el fortalecimiento de la clase media.

Fiel a la tradición política norteamericana, el gobierno de Biden felicitó rápidamente al nuevo presidente electo argentino apenas se confirmó su triunfo con los primeros datos oficiales del escrutinio, elogiando el “sólido proceso democrático” y la alta participación en unas elecciones que calificó de libres, justas y pacíficas.

“Estados Unidos felicita al Presidente electo de Argentina, Javier Milei, por su victoria en las elecciones y aplaudimos el sólido proceso democrático a través del cual el público argentino ha hablado. La fuerte participación y el desarrollo pacífico de la votación son un testimonio de las instituciones electorales y democráticas de la Argentina”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado difundido por el Departamento de Estado.

“Esperamos trabajar con el presidente electo Milei y su gobierno en prioridades compartidas que beneficien a los pueblos de ambos países, incluida la protección de los derechos humanos y la democracia, abordar el cambio climático e invertir en la clase media”, cerró el mensaje de Blinken.

El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y el embajador norteamericano en Buenos Aires, Marc Stanley, también difundieron declaraciones con el mismo denominador común: la mención a la democracia y los derechos humanos, prioridades de la administración demócrata. Sullivan dijo que esperaban “construir sobre nuestra sólida relación bilateral basada en nuestro compromiso compartido con los derechos humanos, los valores democráticos y la transparencia”. Y, desde Buenos Aires, el embajador Stanley publicó en X un mensaje casi calcado en el que mencionó “la protección de los derechos humanos y la democracia, la lucha contra el cambio climático, la mejora del clima de inversiones y la inversión en la clase media”.

Los mensajes que envió Estados Unidos ofrecieron sobradas evidencias de la buena voluntad del gobierno de Biden para trabajar con la futura administración de Milei, quien necesitará si o si del respaldo de la Casa Blanca y el Tesoro para la inminente negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pero el listado de prioridades que ofreció la administración demócrata también sirvió como un testimonio de los reparos que existen en Washington respecto de Milei, por más que el punteo de temas sea algo habitual en estos saludos protocolares. La Casa Blanca tenía ya una relación establecida con Massa, con quien existían una sintonía nítida. Milei ha dicho que priorizará el vínculo con Estados Unidos y con Israel en su política exterior, pero a la vez se ha alineado claramente con Trump y, en Brasil, con Jair Bolsonaro, ambos en las antípodas de Biden. Y ha criticado a aliados del gobierno demócrata, como a Lula, a quien tildó de “comunista”, o al papa Francisco, con quien Biden ha forjado un vínculo estrecho y personal.

Donald Trump, aliado estadounidense de Javier Milei
Donald Trump, aliado estadounidense de Javier Milei - Créditos: @Sue Ogrocki

Biden y Milei tienen un rival común: China, un país que ha ganado enorme influencia en América latina pero con el que Milei ha dejado en claro que no tiene interés en forjar un vínculo estratégico, un quiebre respecto de las administraciones kirchneristas y, también, del gobierno de Mauricio Macri, quien buscó hacer un equilibrio entre las dos superpotencias. El avance de China en América latina es visto con profunda preocupación en Washington, y el rechazo de Milei a Pekín lo ayudará a sumar adeptos en la capital norteamericana, sobre todo en el Partido Republicano.

Del otro lado del espectro político, los republicanos abrazaron a Milei como uno de los suyos. El expresidente y nuevamente candidato presidencial, Donald Trump, le dijo a Milei en su red social Truth Social que estaba “orgulloso” por su victoria y que “hará que la Argentina vuelva a ser grande”, una adaptación de su mantra proselitista, “Make America Great Again”. Milei deberá convivir con el gobierno de Biden durante al menos un año. Pero un eventual triunfo de Trump en la próxima elección presidencial de Estados Unidos, en noviembre de 2024, abriría un nuevo puente de afinidad con la Casa Blanca.

Milei ya ha comenzado a tejer hilos con el senador republicano Ted Cruz, férreo antikirchnerista, quien lo felicitó con un mensaje en la red social X. “Esta elección fue una derrota decisiva para las fuerzas antiestadounidenses en el hemisferio occidental y más allá, y una enorme victoria para la relación entre Estados Unidos y Argentina y para los intereses estadounidenses”, dijo Cruz.

Otra figura de la oposición que lo saludó: el congresista Michael McCaul, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, quien le envió otro mensaje en X con una lista de “prioridades compartidas” distinta a la de Casa Blanca. “Felicitaciones a @JMilei por su victoria decisiva como próximo presidente de Argentina. Espero un nuevo capítulo prometedor para esta relación bilateral al abordar juntos la corrupción rampante, la invasión china y otras prioridades compartidas”, dijo McCaul.