‘Gobernador DeSantis, le pedimos que se arrepienta’

La de hoy hubiera sido una celebración para exaltar los avances de la comunidad hispana que reside en la península floridana desde los años de la Conquista.

Sin embargo, cuando apenas comienza el mes de la Herencia Hispana, líderes comunitarios y de fe de organizaciones mayoritariamente venezolanas y puertorriqueñas pusieron a un lado el festejo para denunciar la nota discordante del festejo.

El jueves 15 de septiembre, cuando la Nación celebra los aportes de los hispanos a la economía y la cultura, diversos sectores latinos tronaron contra el gobernador de Florida, Ron DeSantis, luego que enviara a decenas de migrantes -la mayoría venezolanos- a bordo de un avión a Martha’s Vineyard desde donde serán trasladados a una base militar en Cape Cod Massachussetts.

“Gobernador, hemos sido buenos con usted y lo hemos apoyado. Pero lo que usted ha hecho no es bueno y nos acordaremos de usted en las semanas que se aproximas”, dijo Agustín Quiles, portavoz de la Fraternidad de Concilios y Entidades Evangélicas (Fraceev), durante una rueda de prensa en las instalaciones de la Iglesia Episcopal Jesús de Nazaret.

La declaración de Quiles son dramáticas ya que la Fraceev agrupa más de 2,500 iglesias protestantes de ideología conservadoras que tradicionalmente suelen estar identificadas con el republicanismo. Sus declaraciones hacen referencia a las próximas elecciones de noviembre.

“Gobernador DeSantis, le pedimos que se arrepienta”, declaró, el líder religioso.

Lejos de ser una carga, los migrantes en Florida son activo, según Samuel Vílchez Santiago, portavoz de la American Business Inmigration Coalition (ABIC). “El 36% de los empresarios en Florida son inmigrantes. Los inmigrantes ayudan a llenar posiciones críticas en la industria turística de este estado”, dijo el líder de ascendencias venezolana. “Con lo que ha pasado, el gobernador ha puesto primero sus intereses políticos que la economía del estado”, sostuvo.

María Revelles, líder de fe y portavoz de la Mesa Boricua, una organización que agrupa otras organizaciones puertorriqueñas dijo que los migrantes venezolanos que fueron llevados a Martha’s Vineyard “fueron traficados” utilizando fondos públicos no autorizados para ese propósito.

“Florida no es tierra de supremacía blanca. Florida es un lugar diverso y multicultural. Ya basta”, afirmó.

William Dïaz, líder de Casa de Venezuela, pidió la intervención del Departamento de Justicia para que investigue el asunto. Mientras, el sacerdote José Palmer, quien se identificó como un refugiado político, señaló que el asunto es una clara violación de derechos humanos que merecía la atención de la Organización de Estados Americanos. “Esto es una especie de trata humana”, sostuvo el religioso.

El gobernador de DeSantis ha dicho que los vuelos a Martha’s Vineyard forman parte de una iniciativa para “transportar inmigrantes ilegales a destinos santuario”. La legislatura de Florida asignó 12 millones de dólares para transportar a “extranjeros no autorizados” fuera del estado.

Un destino santuario o ciudad santuario es un término que se refiere a jurisdicciones que tienen políticas para limitar la cooperación o la participación en las acciones federales de aplicación de la ley de inmigración. La mayoría de esas políticas se concentran en no cooperar con la aplicación de la ley federal de inmigración.