El Gallo cubano no pudo cantar tan fuerte como quería y se queda con las ganas de ser campeón en BKFC

Bryan “El Gallo’’ Durán quiso cantar más alto que nunca, pero la voz no le alcanzó para tanto. Aunque demostró su innegable poder de convocatoria al llenar el Hard Rock Live del Hotel y Casino Seminole en Fort Lauderdale, no pudo mostrar el poder de sus manos limpias.

El cubano quedó muy por debajo de las expectativas y cayó en su pelea por la faja mundial de las 145 libras en Bare Knuckle Fighting Championship, opacado por la inteligencia y los movimientos del campeón Kai Steward, quien realizó exitosamente la segunda defensa de su título.

Antes de la pelea, Steward había presagiado que su velocidad de manos y pies abrumarían al retador, mientras que Durán se inclinaba en su tremendo poder de nocaut para imponerse, pero en ningún momento del combate pudo montar una ofensiva demoledora.

A partir del primer asalto Steward comenzó a poner en práctica su estrategia de entrar, pegar y escapar, desbaratando los planes de “El Gallo’’, quien iba a remolque del campeón y conectaba tarde y mal, mientras la frustración se le comenzaba a asomar en el rostro.

Para el segundo asalto llegaba un primer conteo de protección en medio del mismo patrón repetido de atacar y huir de los nudillos peligrosos del cubano, quien veía como se le escapaba el tercero de la misma manera y ya con muestras de cansancio.

Steward arreciaría el paso en el cuarto round y volvía a poner en malas condiciones a Durán, que recibía un nuevo conteo de protección y al que solo le quedaba el recurso del nocaut para aspirar a la victoria, algo que le recalcaron muy bien en la esquina.

Nadie pega más duro que El Zambo en BKFC. Cuba tendría pronto un campeón en el boxeo a mano limpia

Durán realmente lo intentó en el quinto asalto, pero ya las energías no eran las mismas y Steward se contentaba con machacar y mantenerse fuera de zona de impacto para dejar correr el reloj en ruta a su victoria que ya le aseguró una nueva defensa ante el ex peleador de la UFC Jimmy Rivera.

No cabe duda de que el trago es amargo para el peleador nacido en Matanzas, pero todavía es muy joven, tiene un excelente cuerpo de entrenadores y, si sabe leer las líneas de la derrota, podrá seguir camino hacia una jornada mejor en el boxeo a mano limpia.