G7 en Hiroshima | Una cumbre contra la invasión rusa y la amenaza nuclear

Hiroshima, Japón. Un puerto marítimo reducido a cenizas durante la Segunda Guerra Mundial. Fue el primer ataque nuclear de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que lanzó una bomba atómica sobre la ciudad japonesa.

79 años después, mientras la guerra continúa en Ucrania, los líderes de las economías más ricas del mundo y sus aliados convergen en este mismo lugar para pedir un mundo sin armas nucleares.

"Hiroshima es el lugar más adecuado para expresar nuestro compromiso con la paz y la promoción del desarme nuclear y la prevención de la no proliferación de materiales relacionados con la energía nuclear" dice Noriyuki Shikata, Secretario del Gabinete de Asuntos Públicos de la Oficina del Primer Ministro de Japón.

Se espera que la amenaza de las armas nucleares y la invasión rusa de Ucrania centren la cumbre que comienza el viernes.

Japón ocupa actualmente la presidencia del G7 y para el primer ministro anfitrión, Fumio Kishida, la reunión de este fin de semana es una oportunidad para destacar su compromiso con el país devastado por la guerra.

Japón es la única nación del G7 que no ha enviado armas letales a Ucrania. No obstante, Kishida realizó un viaje sorpresa a Kiev en marzo, donde prometió un paquete de apoyo adicional de cinco mil millones de euros.

_"El primer ministro Kishida respeta el coraje y la perseverancia del pueblo ucraniano y el liderazgo valiente del presidente Zelenski para defender su patria y la democracia._Japón ha condenado consistente y enérgicamente a Rusia, ha impuesto sanciones estrictas y ha brindado apoyo activo", argumenta el portavoz del primer ministro japonés.

La cumbre se produce poco más de una semana después de que la Comisión Europea anunciara su undécima ronda de sanciones contra Rusia y tras la gira europea del presidente de Ucrania, Volodímir Zelesnki, para obtener más armas.

Y mientras el presidente ruso, Vladímir Putin, que nunca ha firmado la prohibición del tratado nuclear de la ONU, continúa haciendo alarde de su fuerza militar y probando sistemas de misiles hipersónicos.

"Esta será una ocasión muy importante para demostrar la firme determinación del G7 de oponerse categóricamente a la agresión militar, a cualquier amenaza de armas nucleares, así como a los intentos de dañar el orden internacional", dice Shikata.

La perspectiva de otro ataque nuclear se cristalizó recientemente en las pruebas de misiles nucleares de la cercana Corea del Norte.

Los líderes del G-7 también se están preparando para la posibilidad de un nuevo conflicto en Asia. Shikata dice que los temores de que Pekín intente apoderarse de Taiwán por la fuerza no solo son una preocupación seria para Japón sino también para la comunidad internacional.