El futuro del centro de vestuario teatral más grande de América Latina

El gran placard de la sala público más importante del país

Durante la última sesión legislativa del año pasado el Parlamente porteño sancionó la ley 6.287. En su primer artículo declara innecesarios para la gestión del gobierno una larga lista de inmuebles que podrán ser puestos a la venta. Entre los casi 200 inmuebles figura el ubicado en Gregoria Pérez 3621/3623, parcela de mitad de cuadra de unos 600 metros cuadrados que tiene salida por la calle Zabala. Allí funciona, desde 2015, el Centro de Vestuario del Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA). Su puesta a punto empezó a tomar forma en 2013. En mayo de 2015, durante la gestión de Hernán Lombardi, como ministro de Cultura de la Ciudad, y Alberto Ligaluppi, director del CTBA, se inauguró. En aquella oportunidad se lo presentó como "el centro de vestuario teatral más grande de América Latina".

Cuando hace unos días se conoció que ese inmueble era considerado innecesario para la actual administración diversas entidades ligadas a la actividad escénica expresaron su preocupación. "No a la venta ni traslado del Centro de Vestuario Teatral del CTBA", expresó, categórico, un comunicado de Artei, la entidad que nuclea a las salas alternativas de la ciudad. La Asociación Argentina de Actores se sumó al reclamo. Lo mismo sucedió con ADEA, la Asociación de Diseñadores Escénicos de la Argentina. Paralelamente, desde la legislatura porteña, María Rosa Muiños, del Frente de Todos y miembro de la Comisión de Cultura, solicitó al Ejecutivo que indique si está entre sus objetivos la venta del inmueble.

En un principio, desde el ministerio de Cultura de la Ciudad, que preside Enrique Avogadro, como del Complejo Teatral de Buenos Aires, que dirige Jorge Telerman; se encargaron de expresar que de venderse el inmueble se buscará otro lugar para trasladar a esas casi 40 mil prendas catalogadas. En un reciente comunicado emitido esta tarde por Cultura se asegura que "en caso de eventual necesidad de ser trasladado a otro espacio, la GCBA y el Ministerio de Cultura se comprometen a firmemente a reubicarlo en un edificio con características similares".

Desde hace décadas en el depósito de Gregoria Pérez se guardaron escenografías y vestuario del Teatro San Martín. Por iniciativa de la Fundación Amigos del Teatro San Martín, y apelando a fondos obtenidos vía Mecenazgo, parte de ese enorme terreno devino en el Centro de Vestuario. Sólo vía Mecenazgo la inversión fue de 4,5 millones de pesos. La tarea comprendió dos etapas. Durante la primera se reparó las cubiertas del edificio para evitar filtraciones. La superficie intervenida fue de casi 2 mil metros cuadrados. En la segunda se creó un espacio destinado al almacenamiento de materiales en donde se ubicaron dos oficinas de catalogación, el depósito con los módulos de guardado correspondiente, una oficina, una sala de reuniones, baño y office.

Leonor Manso en la noche de apertura del Centro de Vestuario

"El Centro de Vestuario del CTBA fue diseñado y construido siguiendo los estándares internacionales para la preservación de textiles, con el fin de garantizar las condiciones óptimas para el resguardo y la seguridad de las prendas", afirma la página de la Fundación. Esa misma entidad publicó un libro que llamó Colección Tesoro con entrevistas a los grandes diseñadores que trabajaron en Teatro y fotos de sus creaciones para obras que se presentaron en la sala. El trabajo en Gregoria Pérez se completó con el reacondicionamiento de la fachada con un mural que lleva la firma de Guillermo Roux. Para el archivo de es material de enorme valor se desarrolló un software propio de clasificación de cada una de las prendas en los que están registrados el diseñador, la obra para la que fue hecha, el personaje, el actor que la usó, la descripción, el material fotográfico y demás detalles no menores.

La noche de la apertura fue un gran evento tan fashionista como teatral. Alberto Ajaka, Leonor Manso, Ana María Cores, Andrea Bonelli, María Figueras, Martín Slipak y Nacho Gadano desfilaron con trajes que usaron en diversas obras. Los mayores aplausos se lo llevaron los 24 trabajadores del sector sastrería del Complejo. "Usted está aquí en un gran placard", decía un cartel que recibía a funcionarios, empresarios, diseñadores, periodistas y artistas. En el gran espacio se habían instalado seis sectores dedicados a los trabajos de Renata Schussheim, Jorge Ferrari, Eugenio Zanetti, Graciela Galán, Nene Murúa y Mini Zuccheri, creadores de innumerables vestuarios que se montaron en los escenarios del Complejo.

En su oportunidad, se dijo que los vecinos como escuelas del barrio iban a poder realizar visitas guiadas al Centro de Vestuarios. Salvo ese primer fin de semana, fuentes cercanas sostienen que eso nunca sucedió. Desde diciembre el gobierno tiene el marco legal para vender el terreno de 600 metros cuadrados en donde está instalada el mayor placard teatral de latinoamérica que fue reacondicionado según parámetros internacionales de preservación hace menos de cinco años.