Funcionario de EEUU dice que es urgente que ONU emita resolución sobre Haití

Funcionarios estadounidenses están “dando vueltas por el mundo” para reclutar países que se unan a una fuerza multilateral planificada desde hace tiempo para intervenir en Haití, cada vez más preocupados porque pandillas armadas controlan ya casi 80% de Puerto Príncipe, la capital del país, dijo el miércoles un alto diplomático estadounidense.

Pero los gobiernos extranjeros están diciendo a Washington que no se comprometerán con el esfuerzo hasta que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas apruebe la misión, una resolución que parece estancada porque Rusia y China plantean interrogantes sobre la estructura de la fuerza e insisten en una propuesta de Haití por escrito sobre la naturaleza exacta de su solicitud de ayuda.

Todd Robinson, subsecretario de la Oficina de Asuntos Internacionales de Estupefacientes y Aplicación de la Ley de Estados Unidos, declaró el miércoles en un acto en el Wilson Center que Estados Unidos está actuando con urgencia para poner en marcha la misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, redactando una resolución con Ecuador que espera que sea sometida a votación en breve.

“No hay que hacerse ilusiones sobre la urgencia con la que nosotros, el gobierno de Estados Unidos, vemos esto”, dijo Robinson. “No tenemos la opción de no hacer nada, porque la gente está sufriendo. Dicho esto, eso no lo hace menos complicado”.

“Nos estamos moviendo lo más rápido que podemos”, añadió Robinson. “¿Lo conseguiremos a tiempo? Eso es lo que estamos intentando”.

La violencia en Haití ha ido en aumento desde julio, con decenas de miles de haitianos obligados a abandonar sus hogares en barrios de la capital.

La embajada estadounidense en Puerto Príncipe ha advertido a los estadounidenses en dos ocasiones en las últimas semanas que salgan del país “lo antes posible”. Y el martes la embajada estadounidense en la vecina República Dominicana también advirtió a los ciudadanos estadounidenses que tuvieran previsto salir de Haití con destino a la República Dominicana que tal vez no pudieran hacerlo a partir del jueves, debido al posible cierre de las fronteras aéreas, marítimas y terrestres entre ambos países.

Kenia se ha ofrecido a liderar la misión de apoyo a la seguridad en Haití. Pero los detalles de su papel —incluido si las fuerzas kenianas pasarán a la ofensiva contra las pandillas callejeras— siguen sin estar claros.

Todd Robinson, subsecretario de Asuntos Internacionales de Estupefacientes y Aplicación de la Ley de Estados Unidos
Todd Robinson, subsecretario de Asuntos Internacionales de Estupefacientes y Aplicación de la Ley de Estados Unidos

Un equipo de evaluación keniano visitó recientemente Puerto Príncipe, Nueva York y Washington para determinar las expectativas de la misión, dijo Robinson.

Sin embargo, el secretario adjunto se negó a decir si Estados Unidos espera que las fuerzas kenianas estén al frente de la lucha, afirmando que la naturaleza de su papel será decidida por Kenia, Haití y Naciones Unidas. Los haitianos han criticado una propuesta inicial de Kenia de enviar una fuerza “estática” que se limitaría a asegurar la infraestructura crítica como el aeropuerto, el puerto marítimo y la Academia de Policía.

Aunque Estados Unidos apoya una intervención extranjera en Haití, no quiere dirigirla, una postura que ha obligado a Washington a buscar un líder alternativo a lo largo de casi un año.

Robinson rechazó la idea de que Estados Unidos no vaya a tener un papel directo en la misión, después de que Washington buscara durante meses otro país para dirigirla.

“La idea de que no participaremos también es errónea”, dijo Robinson. “Hay áreas en las que sin duda participaremos directamente en esta misión. Pero, una vez más, tenemos que ser conscientes de la historia. Tenemos que ser conscientes de que existen otras prioridades. Y no es un problema que deba resolver un solo país. Esto se ha convertido y ha sido una crisis internacional durante mucho tiempo, y va a hacer falta una respuesta internacional para llegar al lugar adecuado”.

El panel del Wilson Center estuvo moderado por la periodista del Miami Herald Jacqueline Charles e incluyó a William O’Neill, experto independiente en derechos humanos en Haití designado por Naciones Unidas, y a Juan Gabriel Valdés, embajador de Chile en Estados Unidos.

Tanto O’Neill como Valdés subrayaron que el gobierno haitiano “está ausente” en las calles de la capital. Mientras que O’Neill instó a que la intervención se produjera cuanto antes, Valdés expresó su preocupación sobre si puede tener éxito sin un gobierno legítimo o un acuerdo político.

El primer ministro interino de Haití, Ariel Henry, y la oposición y grupos de la sociedad civil están enfrentados sobre cómo gobernar el país desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021.

“El estado está ausente. Está totalmente ausente en estas zonas, en Puerto Príncipe y en las afueras”, dijo O’Neill. “No tengo un plan B si esto no funciona. Tiene que funcionar”.

Valdés dijo que los países latinoamericanos han declinado asumir el liderazgo de una misión en Haití por varias razones, entre ellas el aumento de la delincuencia en el país, que haría políticamente inviable una misión policial extranjera.

Pero Valdés también se preguntó si las pandillas de Haití temerían a las fuerzas latinoamericanas, o kenianas, en la misma medida en que temerían enfrentarse a las estadounidenses.

“Esta es una dificultad muy seria no solo para América Latina, sino para Estados Unidos”, dijo Valdés. “Si esto no funciona, la presión sobre todos nosotros será enorme. Pero la presión sobre Estados Unidos será aún mayor”.

Robinson rechazó la sugerencia de que Estados Unidos no esté actuando.

“¿Quiere decir que actúa directamente?”, preguntó a Valdés. “Estamos actuando”.

Mark Green, ex administrador de USAID y actual presidente del Wilson Center, dijo que la oferta de Kenia de ayudar a la policía de Haití a sofocar la violencia es un “rayo de esperanza” en un entorno por lo demás sombrío.

En última instancia, será la misión que tengan, y los recursos que reciban, lo que determinará si estos destellos son duraderos y significativos”, dijo Green.

“El objetivo no puede ser simplemente sacar a Haití de las portadas”, añadió. “Debe ser abordar la profunda disfunción del gobierno del país”.