Fredy Marimon, el surfista que desafía la adversidad: “Los límites están en nuestra mente”

Freddy Marimon durante el Campeonato del Mundo ISA de Surf Adaptado 2018, en La Jolla, California
Sean Evans

Cuando Freddy Marimón se levanta por la mañana, tiende su cama, se emprolija y se dirige a la cocina. Desde temprano se mueve de un lado para el otro de su casa montado arriba de su inseparable skate. Sentado en una silla alta al lado del anafe, prepara un desayuno ideal para el día de entrenamiento que tiene por delante. Freddy no es un chico común y corriente, nació con una malformación congénita que lo privó de sus extremidades inferiores y uno de sus brazos, pero ese impedimento no lo frenó para ser quien es hoy. Con tan solo 16 años, se ha convertido en uno de los máximos referentes del surf adaptado en el mundo y es un ejemplo de superación y resiliencia.

Para este surfista colombiano, las olas no representan ningún tipo de dificultad. El mar pareciera ser su aliado. A pesar de la adversidad que le planteó la vida desde el día cero no le teme a nada, al sino que arriba de su tabla recorre las montañas de agua de punta a punta. Lo suyo es pura habilidad, confianza en sí mismo y humildad, las mismas tres cualidades que lo llevaron a sus 13 años a convertirse en campeón del mundo de Surf adaptado en la división AS-5 del ISA World Adaptive Surfing Championship 2018.

Debido a una focomelia o síndrome de Roberts, provocada por una vacuna contra la fiebre amarilla que le aplicaron durante el embarazo a su madre, Ilsy, este joven deportista junto con la ayuda de su familia tuvo que aprender a vivir contra el infortunio y desenvolverse en el mundo de una manera distinta: “Desde que nací, mi entorno siempre me ha apoyado, y me ha motivado a seguir adelante. Me han enseñado a sobrevivir, más allá de las adversidades. Y yo entendí que la discapacidad que tengo es algo que no existe. Los límites nos los ponemos nosotros en nuestra mente. Gracias a Dios llegué al deporte cuando tenía aproximadamente 7 años, de la mano de la natación”, explica Marimón a LA NACION.

Proveniente de una familia de bajos recursos, del humilde barrio La María -que irónicamente queda al norte de Esperanza-, en Cartagena de Indias, Marimón vivió sus primeros años sin una figura paterna presente y con una madre que lo dio todo por él. Al principio debía cargarlo de un lado al otro por las calles de arena y tierra. Hasta que un día, un amigo de la familia tuvo la idea de regalarle su primer skate. Desde ese entonces, Freddy no paró de moverse apoyado sobre esas cuatro ruedas. Con el tiempo llegaría a su vida su gran pasión: el surfboard.

-Se advierte que sos bastante independiente en tus actividades cotidianas. ¿Creés que eso ayudó a la hora de ponerte a practicar deporte?

-Sí, me ayudó mucho. Desde que era muy chico me enseñaron a moverme por mis medios. Cuando empecé a hacer deporte, o algo que requiriera actividad física, podía prescindir de la ayuda del entrenador o del profesor, lo que me permitía hacer todo por mi cuenta porque mi capacidad de movilidad era muy buena.

-¿Cómo empezaste a vincular con el deporte? ¿Encontraste algún tipo de dificultades?

-La verdad es que nunca encontré una dificultad en ningún deporte que practiqué. Arranqué con natación aproximadamente cuando tenía seis o siete años y lo practiqué hasta los doce. A los diez años encontré el surf. Y a partir de ese momento ese deporte ha marcado mi vida.

-¿Cuál fue tu sensación cuando empezaste a surfear? ¿Cómo influyeron la natación y el skate a la hora de comenzar a practicarlo?

-Al arrancar con el surf sentí mucha confianza desde el primer momento. En primer lugar porque venía con la agilidad de la patineta, que me ayudó mucho en el sentido del equilibrio y de los movimientos. Por otro lado, la natación fue un gran aliado y me dio mucha seguridad porque ya sabía cómo manejarme dentro del agua.

Fue en el 2015 cuando el presidente de la Asociación Colombiana de Surf, Andrés Porras, descubrió a Freddy y unió cabos: si era campeón en natación modalidad paralímpica y además le gustaba andar en patineta, seguramente iba a poder desenvolverse muy bien surfeando.

“Le dije: ‘Mira, quédate tranquilo que vas a hacer lo mismo que haces con la patineta, pero en el mar´. Y efectivamente. En la primera ola que lo largué, tomó la pared. En la segunda, lo mismo. Ahí mismo me di cuenta del talento que tiene”, comenta el entrenador en el documental “Freddy. Si yo puedo, tu puedes” (2019).

De aquellos primeros pasos montando las olas como un principiante, en abril de 2016, Marimon pasó poco más de un año para que consiguiera su primer título convirtiéndose en campeón juvenil colombiano. Luego, en agosto del 2018, salió campeón del US Open Adaptive y en noviembre de ese mismo año visitó la Argentina, donde acabaría en el primer lugar del campeonato sudamericano.

De esta manera, poco a poco, con tan solo 13 años, este jovencito con grandes aspiraciones se convirtió en el sostén de la familia, aportando con los gastos, gracias a la ayuda económica que le brinda el Instituto de Deportes del Gobierno de Bolívar.

Su siguiente meta sería ganar el ISA World Adaptive Surfing Championship 2018, en San Diego, California. Y así fue: Con una ola de 10 puntos, una calificación histórica en esta competencia internacional, este cartagenero logró consagrarse en lo más alto del ranking mundial en la división AS-5.

Freddy Marimon y sus entrenadores, Andrés Porras y Jesus “Mimo” Capote durante el Campeonato del Mundo ISA de Surf Adaptado 2018, en La Jolla, California
Sean Evans


Freddy Marimon y sus entrenadores, Andrés Porras y Jesus “Mimo” Capote durante el Campeonato del Mundo ISA de Surf Adaptado 2018, en La Jolla, California (Sean Evans/)

-¿Cuál fue tu sensación en el momento en el que te recibieron en tu ciudad tras ganar el campeonato mundial?

-¡Uffff! Esa sensación fue inolvidable. Me emocionó mucho. Siempre digo que vine a este mundo a demostrarle a las personas que sí se puede, que los límites los ponemos nosotros en la mente. Me sentí muy feliz por todas las personas que encontré dichosas de que yo haya representado a Colombia y que haya puesto al país en lo más alto de esta disciplina.

-¿Qué le dirías a un joven que, al igual que vos, tiene dificultades y desea dedicarse al deporte?

-Que no se rinda y que siga con sus sueños. Que si quiere practicar un deporte, estudiar alguna carrera, o lo que sea, que lo haga. Que se deje fluir, que siga sus sueños.

-¿Crees que hubieses llegado a ser lo que sos si la historia se hubiese dado de otra manera desde el comienzo?

-A veces me pregunto lo mismo. Si hubiese nacido con mis piernas y con mis brazos no creo que hubiera sido la misma persona que soy hoy. No hubiese sido ni campeón mundial, ni el “mini surfista”. Seguramente estaría parando en alguna esquina de mi barrio, o jugando al fútbol. No hubiese viajado a los Estados Unidos, ni hubiese conocido a toda la gente que conocí por el surf. Dios hace todo por un propósito y yo creo que éste fue mi destino. La verdad no tengo resentimiento por lo que soy, al contrario, de esta manera no me pongo límites y me mantengo siempre con una sonrisa.