Freddy Ramírez era conocido como un policía equilibrado y compasivo. Luego colapsó

Alfredo Ramírez se hizo policía por razones nobles. Era un hombre de ley y orden, que hablaba de los estragos de la violencia armada. Era un hombre compasivo, conocido por llorar por las víctimas y rezar con sus angustiadas familias. Era un hombre humilde, hijo de exiliados cubanos, que trabajaba largas horas para proteger a Miami-Dade de la delincuencia.

En un lugar con una historia de policías corruptos y asesinos, su historial intachable brillaba como las ocho estrellas doradas que lleva en el cuello de la camisa.

A medida que Ramírez ascendía, de patrullar las calles de los suburbios a arrestar a traficantes de drogas, líderes de pandillas y lavadores de dinero, hasta dirigir la cuarta fuerza policial más grande del país, el respeto de colegas y ciudadanos aumentó. Seguía siendo Freddy, todo lo contrario del estereotipo de policía cínico, traumatizado, volátil y de gatillo fácil de los programas de televisión.

Entonces se vino abajo.

La crisis de Ramírez ha dejado a quienes creían conocerle buscando explicaciones: ¿Cómo y por qué su carrera de 28 años llegó a un sangriento final el domingo por la noche al lado de una autopista con una herida de bala en la cabeza?

Ramírez, quien se recupera de dos operaciones en el Hospital General de Tampa, ha perdido la vista en su ojo derecho, pero el ángulo del disparo y la trayectoria de la bala no causaron daño cerebral, dijeron los médicos. Ramírez, de 52 años, aún no ha abordado su candidatura en 2024 para el nuevo cargo de jefe de Policía electo del condado, pero observadores políticos dicen que su campaña no puede sobrevivir a lo ocurrido en Tampa. A los electores les resultaría difícil conciliar la imagen pública de Ramírez con las descripciones de un comportamiento peligroso y abatido, tan fuera de lo normal que parecía estar poseído.

Llamada de pánico al 911 desde hotel de Tampa

¿Qué llevó a Ramírez a enzarzarse en una acalorada discusión con su esposa desde hace 30 años, Jody, en el vestíbulo del JW Marriott de Tampa la primera noche de la conferencia de verano de la Asociación de Jefes de Policía Electos , a la vista de sus atónitos compañeros de las fuerzas del orden? ¿Por qué empujó Ramírez a su esposa contra una pared y le puso las manos en el cuello, según tres asistentes? Mientras la pareja salía al exterior, gritándose, ¿por qué Ramírez, el elogiado pacificador, sacó su pistola —en un momento se apuntó a sí mismo— alarmando a los huéspedes y provocando una llamada de al 911 que solicitó la presencia de las autoridades en el hotel? La Policía interrogó a Ramírez y a su esposa sobre su “disputa doméstica”, la cual, dijeron, había terminado, no había habido daños ni miedo a sufrirlos, y Ramírez negó haber manipulado su pistola.

Expulsados del Marriott por la administración, Ramírez y su esposa emprendieron el viaje a su casa de West Kendall. Entonces llamó a la alcaldesa Daniella Levine Cava y a su director de campaña, les contó lo sucedido y les ofreció renunciar. Levine Cava, que describió a Ramírez de “muy arrepentido”, le aseguró que hablarían el lunes.

Y luego, ¿volvió a quebrarse Ramírez? ¿Y el estado emocional de su esposa, Jody? Mientras conducían hacia el sur, envueltos dentro de su auto por la ira, la desesperación y la vergüenza, ¿qué provocó el siguiente estallido violento?

Ramírez tenía su pistola en la mano derecha cuando se disparó, pero los detalles no están claros, las preguntas obvias sin respuesta. ¿Quién puede entender las pruebas que experimenta un matrimonio salvo los propios cónyuges? ¿Hizo Ramírez una amenaza suicida y Jody intentó quitarle el arma? ¿Le quitó Ramírez el arma a Jody? El Herald solicitó el reporte del incidente, las grabaciones de las llamadas al 911 y las imágenes de las cámaras corporales de las autoridades que respondieron a la escena en la I-75 cerca del marcador de milla 244, pero la Policía del Condado Hillsborough y la Patrulla de Carreteras de la Florida (FHP) no han divulgado esos registros.

Ramírez tampoco ha hecho declaraciones. La principal preocupación es su recuperación.

“Estamos conmocionados y dolidos, y no podemos dejar de pensar en Freddy”, dijo Tangela Sears, activista contra la violencia que conoce a Ramírez desde hace 25 años, desde que trabajaba en la estación Northside, cerca de su casa en Liberty City. “Almorcé con él la semana pasada y hablé con él el domingo por la tarde sobre la campaña y la conferencia. Me pregunto si había visto algo fuera de lugar. No sé qué le podría estar pasando en su vida personal, pero estaba bajo mucha presión”.

Sears es una de las fundadoras de Miami-Dade Mothers of Murdered Children. Su hijo de 29 años fue ultimado tiros en 2015.

“He estado en los zapatos de Freddy antes, donde sientes tanto dolor y te sientes tan desesperado que consideras terminar con tu vida”, dijo Sears. “He pasado por tragedia tras tragedia con familiares y amigos. Somos humanos, no somos tan fuertes como la gente cree. Freddy siempre estuvo a mi lado y yo seguiré a su lado”.

Alfredo "Freddy" Ramírez y Tangela Sears, fundadora de Miami-Dade Mothers of Murdered Children, quien conoce a Ramírez desde hace 25 años.
Alfredo "Freddy" Ramírez y Tangela Sears, fundadora de Miami-Dade Mothers of Murdered Children, quien conoce a Ramírez desde hace 25 años.

No es el momento de juzgar a Ramírez, sino de apoyarlo, dijo la fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle.

“Lo he presenciado personalmente, innumerables veces, en las que ha tratado de consolar a una víctima”, dijo en una conferencia de prensa. “Ha dado mucho a esta comunidad, a nuestra comunidad. Y ahora nos toca a nosotros”.

Levine Cava, quien viajó en helicóptero del condado al hospital de Tampa a las 2:30 a.m. del lunes, dijo que no puede especular sobre lo que llevó al tiroteo. Ella solo puede empatizar con Ramírez y su esposa.

“Quiero a Freddy. Es un ser humano increíble”, dijo en una conferencia de prensa el miércoles, con los ojos enrojecidos y la voz entrecortada. “Él es lo mejor de lo que significan las fuerzas del orden. Confío plenamente en su liderazgo”.

La alcaldesa Daniella Levine Cava, visiblemente entristecida, responde a las preguntas de los reporteros sobre el estado del jefe de Policía Alfredo Ramírez en una conferencia de prensa el 26 de julio de 2023. José A. Iglesias jiglesias@elnuevoherald.com
La alcaldesa Daniella Levine Cava, visiblemente entristecida, responde a las preguntas de los reporteros sobre el estado del jefe de Policía Alfredo Ramírez en una conferencia de prensa el 26 de julio de 2023. José A. Iglesias jiglesias@elnuevoherald.com

Una presencia tranquilizadora en lugares de delitos y conmemoraciones

Al anunciar un director de Policía interino y un jefe de seguridad interino —el cargo de Ramírez fue ampliado por la alcaldesa en 2022 cuando asumió ambos papeles—, Levine Cava enfatizó el costo del trabajo policial en la salud mental de los agentes.

“Este incidente es también un trágico recordatorio del papel fundamental que tiene la salud mental de nuestros agentes del orden”, dijo Levine Cava, flanqueada por administradores y mandos policiales. “La realidad es que estos trabajos son muy exigentes, estresantes y emocionalmente agotadores”.

El presidente de la Comisión de Miami-Dade, Oliver Gilbert, que se unió a Levine Cava en Tampa el lunes, dijo que buscar ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad.

“No queremos volver a estar tan tristes”, dijo. “No queremos volver a estar tan destrozados”.

Ramírez ha sido un abierto activista del tratamiento de la salud mental de los agentes, que sufren tasas desproporcionadamente altas de suicidio, depresión, violencia doméstica, divorcio y enfermedades relacionadas con el estrés.

Alex Piquero, catedrático de Criminología de la Universidad de Miami y director del Departamento de Estadísticas de Oficina del Departamento de Justicia federal, elogió la “rara” conexión personal de Ramírez con la gente. Han trabajado juntos en el Plan de Paz y Prosperidad del condado desde el tiroteo en el salón de banquetes El Mula en 2021.

Uno de los mayores multiplicadores del estrés para los policías es su incapacidad para dejar atrás el trabajo atrás cuando se van a casaa. Ser testigos durante años del morbo, la adicción, la muerte y la peor cara del ser humano lleva a fracturar las relaciones en casa, dijo Piquero.

“No es que los policías puedan marcar la tarjeta y decir ‘ya terminé por hoy’”, dijo Piquero. “Es muy, muy difícil para ellos apagar el interruptor”.

Ramírez tenía problemas para compartimentar el dolor que veía porque, incluso como administrador que gestionaba a 4,600 empleados desde su oficina, era una presencia constante y sincera en los barrios de Miami-Dade, en lugares donde se cometían delitos, conmemoraciones y actos benéficos.

“No puedes tomarte las cosas personalmente y con el corazón, pero él lo hacía”, dijo Charles Nanney, quien se retiró de la Policía de Miami-Dade en 2018 después de 36 años. “Es muy tranquilo, pero siempre está trabajando. Y le caía bien a todos. Y lo que es más importante, todos lo querían en sus unidades”.

Sears dijo que Ramírez era un colaborador que agradecía las aportaciones de la comunidad. Han trabajado juntos para organizar foros de prevención de la violencia y programas para sacar las armas de las calles. Han marchado juntos en mitines.

“Cada vez que uno se reunía con Freddy para hablar de un problema, salía con una solución”, dijo Sears, quien ha asesorado a políticos sobre reformas de las normas de aplicación de la ley. “Aseguraba que los detectives mantuvieran un estrecho contacto con los barrios con la gente. Adoptó una postura de tolerancia cero contra la violencia armada y vamos a continuar esa labor”.

Ramírez se reunió con los familiares de las 98 personas fallecidas en el derrumbe en 2021 del edificio de condominios Champlain Towers South. Condujo hasta Surfside casi a diario durante el mes que duró la operación de búsqueda y rescate, que se convirtió en misión de búsqueda tras determinarse que no se sacarían sobrevivientes de entre los escombros. Ramírez habló con familiares angustiados y ansiosos, rezó con ellos por un milagro y prometió que se encontrarían e identificarían los restos de todas las víctimas.

El jefe de Policía de Miami-Dade, Alfredo Ramírez , junto con otros funcionarios del condado, ofreció una actualización sobre la operación de búsqueda y recuperación tras el derrumbe del edificio de Surfside durante una conferencia de prensa el 26 de julio de 2021. Daniel A. Varela dvarela@miamiherald.com
El jefe de Policía de Miami-Dade, Alfredo Ramírez , junto con otros funcionarios del condado, ofreció una actualización sobre la operación de búsqueda y recuperación tras el derrumbe del edificio de Surfside durante una conferencia de prensa el 26 de julio de 2021. Daniel A. Varela dvarela@miamiherald.com

Cuando el detective de robos César Echaverry murió el año pasado en un tiroteo con un delincuente en Liberty City, Ramírez trató a los familiares y colegas de Echaverry como si fueran de la familia, dijo Nanney.

“Se preocupa mucho. Siempre está preocupado. Así que cuando mataron a Echy, le dolió. Es su forma de ser”, dijo Nanney.

Ramírez participaba en un picnic anual de recaudación de fondos para pacientes con diabetes juvenil en ZooMiami todos los años, sin falta, dijo Nanney. Otro ejemplo de la naturaleza bondadosa de Ramírez se produjo después de una importante redada antidrogas en Liberty City. Era Navidad y un grupo de niños observaba cómo Ramírez y su unidad esposaban a los sospechosos. A Ramírez le preocupaba que los vecinos vieran a los policías como “ocupantes” del barrio, así que dijo a los niños que los compensaría. Al día siguiente llevó juguetes para regalar, un Santa con placa policial.

“Yo no paraba de decir que este tipo iba a ser director algún día”, dijo Nanney. “Es muy sencillo. Fue educado como todo el mundo debería ser educado”.

Conoció a su esposa en la preparatoria Sunset

Antes de mudarse a Miami, Ramírez vivió en Elizabeth, Nueva Jersey, con sus padres y abuelos, que salieron de Cuba cuando Fidel Castro tomó el poder. Se graduó en la preparatoria Sunset, donde conoció a Jody, y se tituó en Sociología por la Universidad de Miami en 1995. Tienen cuatro hijos; un hijo es sargento de la Policía de Miami-Dade y una hija estudia Medicina. ¿Los pasatiempos favoritos de Ramírez? Tocar la guitarra y hacer ejercicio en el gimnasio.

Tras unos años patrullando las calles del extremo sur del condado, Ramírez fue nombrado sargento en Hammocks en 2002. En 2003 ya supervisaba la lucha contra los estupefacientes . Cuando trabajaba a las órdenes de Nanney, “Freddy era la punta de lanza cuando se trataba de atrapar a los malos, y casi no recibía quejas de él, lo que difícil de lograr”, dijo Nanney. En 2006, Ramírez fue ascendido a teniente.

Como capitán supervisó investigaciones sobre narcóticos, lavado de dinero, secuestros, delincuencia organizada, trata de personas, pandillas y asesinatos.

En 2012 lo ascendieron a mayor en Homicidios y más tarde en jefe de Investigaciones Penales. Luego pasó al liderazgo superior. Pasó los siguientes cinco años al lado del director Juan Pérez hasta que fue nombrado subdirector en 2018. Cuando Pérez se marchó en 2020, el entonces alcalde Carlos Giménez nombró a Ramírez para reemplazarlo.

El entonces alcalde de Miami-Dade, Carlos A. Giménez, abraza al nuevo jefe de Policía de de Miami-Dade, Alfredo Ramírez tras una conferencia de prensa el 8 de enero de 2020, en Doral. DAVID SANTIAGO dsantiago@miamiherald.com
El entonces alcalde de Miami-Dade, Carlos A. Giménez, abraza al nuevo jefe de Policía de de Miami-Dade, Alfredo Ramírez tras una conferencia de prensa el 8 de enero de 2020, en Doral. DAVID SANTIAGO dsantiago@miamiherald.com

El alto cargo se convierte jefe de Policía electo en 2024, lo que incomodaba un poco a Ramírez. Tímido y de voz suave, no es de los que se prestan a la cháchara y la autopromoción.

Entre los correos electrónicos de la campaña de Ramírez hay un respaldo de Jody:

“Las cosas no siempre fueron fáciles para nosotros”, escribe a los electores. “Cuando nos casamos, Freddy trabajaba a tiempo completo mientras terminaba sus estudios, todo ello mientras criábamos a nuestro primer hijo. Pero el trabajo duro, la dedicación y la familia son los valores que definen a Freddy. Esos principios hacen de él un gran esposo y padre, y un líder destacado en nuestra comunidad. Freddy y yo hemos criado a nuestros hijos aquí en Miami-Dade. Sabemos lo importante que es que nuestros vecindarios sean seguros para todos. Estoy muy orgullosa de lo que nuestra comunidad ha logrado bajo el liderazgo de Freddy y sé que él protegerá ese progreso como nuestro primer jefe de Policía electo en más de 50 años”.

El viernes, un agente de Miami-Dade estaba estacionado frente a su casa e informó que la familia no estaba haciendo declaraciones.

El recién nombrado director de la Policía de de Miami-Dade, Alfredo Ramírez, sonríe junto a su esposa, Jody, y sus hijos Ryan, de 11 años, y Brandon en una conferencia de prensa el 8 de enero de 2020 en Doral. DAVID SANTIAGO dsantiago@miamiherald.com
El recién nombrado director de la Policía de de Miami-Dade, Alfredo Ramírez, sonríe junto a su esposa, Jody, y sus hijos Ryan, de 11 años, y Brandon en una conferencia de prensa el 8 de enero de 2020 en Doral. DAVID SANTIAGO dsantiago@miamiherald.com

El mayor revés para Ramírez se produjo en diciembre de 2021, cuando los fiscales de Miami-Dade se vieron obligados a retirar los cargos de homicidio contra Warneric Buckner, presunto autor del tiroteo masivo del Memorial Day en el salón de banquetes El Mula, en el noroeste de Miami-Dade, donde 23 personas fueron baleadas, de la cuales tres murieron, cuando salían de una fiesta de lanzamiento de un disco.

Los fiscales dijeron que dos detectives —que más tarde serían degradados— obtuvieron una confesión indebida de Buckner después que pidió un abogado. Buckner habría admitido que disparó contra la multitud desde el asiento delantero de un SUV.

Ramírez se declaró “decepcionado y entristecido” por la decisión y prometió seguir investigando.

En junio, Buckner, que llevaba seis meses en prisión por una condena por usurpación de identidad, fue acusado de homicidio en segundo grado y de dos cargos de intento de homicidio en primer grado por la muerte a tiros, en 2021, de la niña de seis años Chassidy Saunders, conocida como la Tik-Tok Princess. La niña asistía a una fiesta de cumpleaños.

En sus tres años como jefe, Ramírez solo ha tenido que hacer frente a un polémico despido de un agente: un policía del Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) que fue grabado en video abofeteando a una mujer después que le golpeara la cara.

Pero incluso la persona más propensa a estar en desacuerdo con un jefe de policía –el jefe del sindicato de la policía– no tuvo más que elogios para Ramírez.

“Él estaba tomando una decisión y yo tenía que defender a un tipo”, dijo Steadman Stahl, presidente de la South Florida Police Benevolent Association. “Ha sido nuestro único desacuerdo abierto en público.

“Nunca ha sido polémico. Eso es inusual, pero no, no con él. Es un tipo estupendo a todos los niveles. Parece navegar en todas las aguas”.

¿Está acabado Ramírez? Nanney, su amigo íntimo, tiene una pronóstico diferente de la mayoría de los que piensan que el jefe, querido por su liderazgo firme y amable, no puede reparar la reputación que destrozó durante una noche devastadora en Tampa.

“Yo no lo descartaría”.

Sears dijo que el liderazgo de Ramírez es más esencial que nunca.

“Sé que se curará y que será una voz importante en el ámbito policial y de la salud mental. Sigo creyendo que tiene un futuro brillante en la prevención de la violencia armada que está destruyendo nuestro país”, dijo. “No perdimos a Freddy porque necesitamos a Freddy”.

La reportera del Miami Herald Michelle Marchante y el reportero del Bradenton Herald Ryan Ballogg contribuyeron a este artículo.