¿Por qué vamos a ver a Francis Ngannou vs. Tyson Fury? Para ver si lo imposible puede suceder

La pelea entre Francis Ngannou y Tyson Fury representa parte de lo mejor del boxeo y parte de lo peor.

Aunque vengan envuelta con todos los adornos de este deporte, todos saben que este no era el choque que cabía ni para el uno ni para el otro.

Aunque no hay un título en disputa, porque realmente no lo merece, este choque que tendrá lugar el sábado (ESPN PPV. 2 p.m.) en Ryad, Arabia Saudita, ha captado la imaginación del público y muy seguramente será un éxito en taquilla y audiencia.

Apodada “La batalla de los más malos’’, el choque coloca frente a frente al campeón pesado del Consejo Mundial del Boxeo contra el excampeón de peso completo de la UFC, supuestamente por el orgullo y el derecho a presumir en este histórico choque de dos figuras imponentes.

El extraño anuncio de que Fury tiene pactada la pelea contra Oleksandr Usyk, el 23 de diciembre en ese mismo lugar, y las imágenes recientes del campeón de peso pesado británico sugieren que tal vez está tomando a la ligera esta toma de dinero sin título y eso le podría costar caro.

No hay que saber mucho del tema para colocar a Fury como el amplio favorito por un físico -de casi 270 libras en sus últimas tres peleas y con ventaja de cinco pulgadas de estatura sobre Francis Ngannou -, para no hablar ya de su experiencia en boxeo a tiempo completo.

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Desde tener a Mike Tyson en su esquina a entrenar con toda la seriedad posible, el Depredador está haciendo lo que puede para sacar el máximo provecho de su debut en el boxeo, y tiene que esperar que Fury esté dispuesto a no arriesgar mucho y preservarse para Usyk a finales de este año.

Asumiendo, incluso, que Fury no esté en plena forma, su experiencia y movilidad bastarán para poner en aprietos a Ngannou, un hombre que tiene una pegada descomunal, pero que si es similar a la de Deontay Wilder no le bastará para tirar al llamado “Rey de los Gitanos’’.

Aunque da la sensación de no estar interesado en sus peleas, Fury es muy inteligente y posee una sólida defensa que le permite pasar golpes y cansar a su rival, de modo que Ngannou, si no aprovecha bien en los primeros asaltos, podría contemplar como su poder disminuye después de la mitad del combate.

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Pero, a diferencia de otra pelea entre un peleador de MMA y un boxeador como lo fue la de Conor McGregor y Floyd Mayweather, aquí sí existe la posibilidad por muy lejana que sea, de ver un nocaut de Ngannou si es que Fury no le de importancia a este encuentro.

Eso es lo que nos hace acercarnos a este encuentro: ver si lo imposible puede suceder. Pero si la lógica conduce al final pronosticado, Fury jugará con Ngannou algunos rounds hasta que decida que ya el público tuvo suficiente entretenimiento y la entrada quedó pagada.

Y ahí acabará todo para Ngannou.