Le fracturan la mandíbula, pero Usyk asegura su puesto en la historia al sumar cuatro fajas en el peso completo

Una vieja frase de boxeo reza que un buen hombre alto le gana a un buen hombre chico, pero esa narrativa saltó en pedazos el sábado cuando Oleksandr Usyk derrotó en cerrada pelea a Tyson Fury para convertirse en campeón indiscutido del peso completo.

Quizá un conteo de protección en el noveno asalto fue el decisivo para que el ucraniano se impusiera por decisión dividida al “Rey Gitano’’ y se coronara como el primer campeón indiscutible de los pesos pesados desde Lennox Lewis en 1999 y el primero de la era de los cuatro cinturones.

Al final de una pelea que mantuvo al público al pie de sus asientos en Riad, Arabia Saudita, dos jueces vieron vencedor a Usyk por votaciones de 115-112, 113-114 y un tercero se decantó por el gigante británico con una boleta de 114-113 que demuestra lo duro que resultó este enfrentamiento.

“Le quiero dar las gracias a mi equipo, a su majestad [Turki Alalshik] por darme esta oportunidad’’, expresó Usyk.

“Sin duda este es el mejor momento de mi carrera. No tengo problemas en efectuar una revancha en octubre. Vamos adelante Ucrania’’.

Esta pelea fue como las mareas porque Usyk dominó los primeros rounds, Fury sacó ventaja en los del medio, pero el campeón indiscutido renació a partir del octavo, logró el conteo del noveno -donde puso al inglés en malas condiciones al punto de ser salvado por la campana- y remató en gran forma.

Sin duda, Fury demostró una gran técnica echando por tierra la idea de que la habilidad boxística de Usyk sería demasiado para el hombre más grande, pero su mejor momento se produjo en los asaltos intermedios, cuando trabajó bien al cuerpo y pareció doblar del dolor a su oponente en varias oportunidades.

“Creo que gané esa pelea’’, dijo Fury.

“Creo que él ganó algunos asaltos, pero yo gané la mayoría. Creo que fue, qué se le va a hacer, una de las decisiones del boxeo. Los dos hicimos un gran combate, lo mejor que pudimos hacer. Y ya sabes, su país está en guerra, algunas personas están del lado del país en guerra’’.

Cuando parecía tener el control de la pelea en sus manos, Usyk comenzó a renacer y meintras Fury era incapaz de aprovechar su buen momento y se contenta con ciertas burlas, el ucraniano aplicaba presión y conectaba buenos golpes al rosto de su oponente.

Entonces llegó el noveno asalto que resultó el verdadero punto de inflexión, ya que Usyk asestó varios golpes limpios antes de que Fury empezara a dar tumbos por el cuadrilátero y se apoyara en las cuerdas de manera evidente, provocando un conteo de protección.

A pesar de su victoria, Usyk fue trasladado al hospital tras el combate para examinar una fractura de mandíbula, lo que reafirma aún más la heroicidad del ucraniano, quien se une a Terence Crawford y Naoya Inoue como los únicos púgiles masculinos que han logrado el estatus de indiscutible en dos categorías de peso en la era de los cuatro cinturones.

Pero en el ambiente quedó el deseo de una revancha que podría ocurrir en octubre en ese mismo escenario de Arabia.

“No te equivoques, gané esa pelea en mi opinión y volveré’’, recalcó desafiante Fury, quien le echó la culpa del resultado a los jueces. “Tengo una cláusula de revancha en el contrato’’.