La crisis en la frontera de Venezuela y Colombia

Colombianos a su llegada desde Venezuela al puente Simón Bolívar en Cucuta
Colombianos a su llegada desde Venezuela al puente Simón Bolívar en Cucuta, ago 24 2015. La crisis humanitaria que se registra en la frontera con Venezuela no debe ser usada por los políticos para sacar beneficios electorales, dijo el martes el Gobierno de Bogotá que invitó a Caracas a combatir las bandas criminales y el contrabando a través de la cooperación entre las autoridades de los dos países. REUTERS/Manuel Hernandez (Reuters)

La tensión entre Colombia y Venezuela se ha disparado desde el 19 de agosto por el ataque que tres miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana sufrieron por parte de presuntos paramilitares desde el lado colombiano. En respuesta, Nicolás Maduro ordenó el cierre de los pasos fronterizos de San Antonio del Táchira y Ureña y declaró el estado de excepción durante 60 días en algunos municipios de la línea limítrofe. Maduro ha ordenado "tomar medidas extraordinarias" para "extirpar la raíz criminal en la frontera" que pasan, principalmente, por mantener "al máximo nivel" la presencia policial y militar en la zona. Algunos críticos colombianos y opositores al gobierno venezolano apuntan que esta medida es un intento de Maduro para desviar la atención de la creciente inflación y la escasez de productos en los supermercados que enfrenta la nación petrolera. La declaración de estado de emergencia permite que autoridades venezolanas registren casas sin orden judicial e irrumpan en reuniones públicas. Algunos colombianos que abandonan el país se quejan de abusos cometidos por el ejército en los últimos días, acusaciones que Caracas niega. Además de los deportados, otros miles de migrantes colombianos abandonaron Venezuela voluntariamente. El cierre de los pasos fronterizos en Táchira está generando pérdidas millonarias a empresas y comercios que operan en la región y se teme que, de persistir el cierre, la situación económica se agrave. Además amenaza el sustento de decenas de miles de colombianos pobres que dependen del mercado negro para subsistir.