FOTOS | La arquitectura brutalista de la Yugoslavia de Tito fascina a la generación de Instagram

Tras la Segunda Guerra Mundial, la antigua Yugoslavia tuvo que afrontar un proceso de reconstrucción después de haber quedado arrasada por el conflicto. Pese a que en un principio era aliada de la Unión Soviética, rompió con Joseph Stalin en 1948 y, dirigida por Josip Broz Tito, decidió iniciar su propio camino distanciándose tanto de las democracias occidentales como del comunismo de Europa del Este. Lo hizo, en parte, con la arquitectura.

Durante las décadas de los 50, 60 y 70, se levantaron por toda Yugoslavia multitud de edificios de estilo brutalista, caracterizado por el uso del hormigón y por sus formas toscas. No solo se construyeron viviendas siguiendo esta tendencia, sino también hoteles, centros cívicos, monumentos o sedes gubernamentales. En realidad, este tipo de arquitectura era popular en todo el bloque oriental, pero el régimen socialista de Tito le dio una identidad propia utilizando igualmente influencias occidentales e intentando mostrar su posición intermedia entre el Este y el Oeste.

Con la muerte de Tito en 1980, este estilo arquitectónico se abandonó en un intento de distanciarse del régimen socialista. Muchos de los edificios fueron además destruidos después en la serie de guerras que supusieron la desintegración de la antigua Yugoslavia y la mayoría de los que siguieron en pie permanecen vacíos.

Sin embargo, las nuevas generaciones han comenzado ahora a interesarse y a apreciar el brutalismo yugoslavo, especialmente tras una exposición dedicada a él en el Museo de Arte Moderno de Nueva York el año pasado. Varias agencias organizan recorridos turísticos para contemplar varios de los edificios de este estilo arquitectónico y las autoridades de Belgrado planean reabrir al público algunos de los que permanecen cerrados.

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