(FOTOS) La familia migrante que cruzó ilegalmente la frontera frente a los muros de Trump

TIJUANA, BC., marzo 14 (EL UNIVERSAL).- Corrieron hacia la valla de lámina que divide a San Diego —una de las principales arterias comerciales de Estados Unidos— de Tijuana —una de las ciudades con más homicidios de México.

Eran la pareja y dos niñas; el hombre tomó del brazo a una de las pequeñas y, con todas sus fuerzas, la lanzó al otro lado de la frontera, justo frente a los ocho prototipos del muro que ordenó construir el presidente estadounidense Donald Trump para evitar el cruce de migrantes.

Era lunes, un día antes de la visita de Trump a Otay Mesa, el área donde se reforzará la frontera con México mediante la edificación de una muralla de concreto o metal. Esa tarde, la familia rompió el cerco de seguridad, atravesó a elementos de las corporaciones en ambos lados de la frontera —la Patrulla Fronteriza y la Policía Federal— que trabajaban para resguardar cada rincón de la colonia Rancho Escondido y Las Torres.

Los dos adultos, quienes jalaban a dos niñas, salieron de en medio de las casas situadas frente al muro y, sin dudarlo caminaron hacia la lámina recién tapizada con un mural que espera ganar el récord Guinness por ser el más grande del mundo.

Tardaron menos de dos minutos para dar unos 30 pasos, cruzar entre la tierra y el lodo que había antes de llegar a la valla. Subieron unas llantas colocadas a un costado de la lámina y que hacen de escalones, para quien o quienes quieran a treparse para ver o cruzar al otro lado.

“Yo pensé que se iba a tomar una selfie y por eso los empecé a fotografiar”, narró el fotoperiodista Alejandro Zepeda de la agencia EFE.

“Me di cuenta que no —se tomarían la selfie—, cuando [el hombre] ya no tenía a la niña en los brazos”, explicó mientras recordaba que al fotografiar a aquella familia documentaría no sólo su retrato, sino uno de los miles de intentos que realizan migrantes mexicanos y de Centroamérica por cruzar la frontera para llegar a Estados Unidos y solicitar asilo al gobierno de la Unión Americana.

Mientras Alejandro no soltaba su cámara y seguía el rastro de la familia, capturó la escena del hombre lanzando a una de las niñas al otro lado del muro, sobre un montón de piedras que casi de inmediato le arrancaron el llanto a la niña de menos de cuatro años; luego sin perder el equilibrio de las llantas, apoyó a la mujer para cruzarse y pasarle a la otra niña, para esperarse a ser el último en lanzarse.

El hombre “se me quedó viendo”, recordó el fotógrafo, “pensó que le iba a decir algo, pero me clavó la mirada, yo sólo alcancé a decirle ‘dale, dale’, y seguí fotografiándolo”.

A unos 50 u 80 metros de la Policía Federal y en medio del cerco de seguridad de la Patrulla Fronteriza, la familia de migrantes cruzó la frontera para entrar en la categoría de indocumentados que les da el gobierno estadounidense al ingresar a su territorio sin papeles y de manera ilegal, el cruce ocurrió frente a las murallas que ordenó construir Trump.

La Patrulla Fronteriza del área El Centro, California, informó que detuvo a 18.600 indocumentados durante 2017.