(FOTOS) El mundo se ilumina de verde en apoyo al Acuerdo climático de París

Tras el anuncio del presidente Donald Trump de que su país se retira del Acuerdo de París, sedes de gobierno y monumentos emblemáticos de varias ciudades del mundo -incluyendo el propio Estados Unidos- se iluminaron de verde para demostrar su apoyo a la lucha contra el cambio climático.

A través de su cuenta de Twitter, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, compartió las fotografías del Ángel de la Independencia, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el Monumento a la Revolución y el Senado de la República.

Washington DC, Boston, Nueva York, Montreal, París, Varsovia y otras se sumaron al espectáculo de luces esmeraldas, ratificando su compromiso con la reducción de emisiones de contaminantes.

“El presidente Trump puede darle la espalda al mundo, pero el mundo no puede ignorar la amenaza extremadamente real del cambio climático”, expresó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en un comunicado.

El mundo se une contra Trump

Mientras Trump anunciaba la retirada del acuerdo climático, las naciones del mundo se preparaban para presentar un frente duro y casi desafiante, en un anticipo de lo que ya todos temían.

Para comenzar, Alemania, Francia e Italia rechazaron la demanda de Trump de renegociar el Acuerdo de París, según manifestaron en un comunicado conjunto tras el anuncio de Estados Unidos de que se retirará del tratado. “Consideramos que la dinámica alcanzada en diciembre de 2015 en París es irreversible”, señaló la declaración firmada por la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.

Trump había señalado en su discurso que comenzará las negociaciones para reingresar al pacto global o lograr “una nueva transacción sobre términos que sean justos para Estados Unidos, sus negocios, sus trabajadores, su gente y sus contribuyentes”.

¿Qué implica la salida de EEUU del acuerdo climático de París?

Sin embargo, los tres líderes europeos señalaron que tienen la “firme convicción de que el Acuerdo de París no puede ser renegociado, porque representa un instrumento vital” para el planeta, las sociedades y las economías del mundo. Además anunciaron que intensificarán los esfuerzos para ayudar “a los países en desarrollo, especialmente los más pobres y los más afectados, a alcanzar las metas climáticas”.

Macron, a su vez, afirmó: “A los Estados Unidos, no renegociaremos. No hay plan B. Porque no hay planeta B”, dijo ayer tras el discurso oficial de Trump. Merkel, en tanto, lamentó la decisión del presidente estadounidense.

Los tres líderes trataron de convencer a Trump la semana pasada en una cumbre del G-7 de permanecer en el pacto y honrar los compromisos asumidos por el gobierno anterior de Estados Unidos.

A su vez, el primer ministro chino, Li Keqiang, viajó ayer a Berlín para una reunión con la canciller alemana, y dijo que su país sigue comprometido con la lucha contra el cambio climático y la participación en los esfuerzos internacionales por un mundo más verde.

China, el mayor emisor de dióxido de carbono del mundo, puede ganar crédito internacional por ser parte del Acuerdo de París. “China continuará cumpliendo sus compromisos con el acuerdo climático de París”, dijo Li, confirmando una posición que su país aceptó junto a Estados Unidos en 2014, en lo que resultó ser un momento decisivo para la aprobación definitiva del acuerdo histórico, al año siguiente. “Paso a paso, y muy arduamente, junto con otros países, trabajaremos hacia los objetivos establecidos por los líderes mundiales en 2015”, dijo ayer, horas antes del anuncio de Trump.

Las consecuencias climáticas

Merkel bendijo el compromiso chino en el acuerdo climático y señaló la futura cooperación entre Bruselas y Pekín -que firmarán hoy un acuerdo bilateral que multiplica los compromisos de ambos bloques-, dejando en claro la intención similar en Europa de avanzar con socios potenciales para llenar el vacío dejado por Washington.

De igual modo, en las Naciones Unidas, los enviados de países ricos y pobres por igual dijeron que se apegaban al acuerdo, con o sin Estados Unidos. Entre ellos, el líder de la India, Narendra Modi, prometió mantener su compromiso con el tratado, e incluso algunos de los aliados más confiables de Washington advirtieron que Estados Unidos se encontraría aislado en la escena internacional.

El embajador francés, François Delattre, dijo que la salida de Washington golpearía más la credibilidad estadounidense que al propio Acuerdo de París. “Al hacerse a un lado, Estados Unidos estaría enviando una señal con consecuencias potencialmente graves”, dijo.

No importa lo que haga Trump, dijo Ronald Jumeau, embajador de Seychelles en las Naciones Unidas en, una nación insular del océano Índico, el resto del mundo simplemente tendrá que hacer más. “No se trata de quién se va, sino de quién se queda”, enfatizó.

Otros diplomáticos occidentales dijeron que no podían comprender por qué la Casa Blanca querría que Estados Unidos se uniera a los dos países -Siria y Nicaragua- que no han firmado el acuerdo. Al hablar en forma anónima por protocolo diplomático, un aliado de Estados Unidos de muchos años llamó a la perspectiva de un retiro “egoísta”. Otro diplomático lo llamó “arrogante”. La última vez que la posición americana cayó tan bajo fue durante la invasión de Irak, dijeron varios.

“La humanidad está en una bifurcación”, dijo Kai Sauer, embajador de Finlandia. “Ciento noventa países que van en un camino y Estados Unidos, Siria y Nicaragua que van en otro. Parece un poco extraño. Esto definitivamente también cambia la forma en que estamos mirando a Estados Unidos”, concluyó.

Elaborado con información de El Universal y La Nación.