Fondos se fijan en Medio Oriente ante solución de deuda en AL

(Bloomberg) -- Los inversionistas de deuda en estrés están enfocando su atención en Medio Oriente y África tras el cierre de negociaciones de alto riesgo en América Latina.

El lunes, el Gobierno de Ecuador dijo que tenía el apoyo de los acreedores para reestructurar US$17.000 millones en bonos internacionales. Al día siguiente, el presidente argentino, Alberto Fernández, logró un acuerdo para la reestructuración de US$65.000 millones de sus bonos extranjeros.

Esos acuerdos podrían servir como guía sobre maneras en que otras naciones pueden recuperar el acceso a los mercados de capital a medida que lidian con las consecuencias económicas y humanitarias del covid-19. Un elenco similar de personajes se reunirá en llamadas por Zoom en los próximos meses para determinar el destino de naciones desde Zambia hasta Líbano, cuya perspectiva se ensombreció después de la masiva explosión del martes en Beirut.

“Acabamos de ver dos situaciones en las que, en última instancia, no hubo problema y la lógica prevaleció”, dijo Robert Koenigsberger, director de inversiones de Gramercy Funds Management. “Para Líbano y otros, no es necesario que haya una década perdida. Si todos colaboran, podemos evitar lo que de otro modo serían negociaciones prolongadas”.

El desafío será evitar lo que sucedió en Venezuela, donde Nicolás Maduro ha estado en default durante casi tres años sin reestructuración a la vista. Ni Líbano ni Zambia han mostrado mucha disposición ante imponer las medidas de austeridad que los acreedores podrían exigir. Nueva financiación del Fondo Monetario Internacional también podría resultar difícil, particularmente para Beirut, donde los donantes potenciales temen que la ayuda podría ser canalizada hacia una clase dominante corrupta o militantes de Hizbulah, respaldado por Irán.

La explosión de esta semana en la capital cobró la vida de más de 100 personas, hirió a miles y dejó a cientos de miles de libaneses sin hogar.

Jugadores clave

Lazard Ltd. asesoró a los Gobiernos de Ecuador y Argentina, y también ayudará a Líbano y Zambia. Entretanto, BlackRock Inc., Ashmore Group Plc y Fidelity Investments figuran entre los acreedores más grandes e influyentes de las cuatro naciones. Gramercy también participó en la reestructuración de Argentina.

La propuesta de Ecuador logró la aprobación casi unánime al final, aunque hubo algunos tropiezos teatrales. Dos acreedores, el fondo de cobertura Contrarian Capital Management LLC, con sede en Greenwich, y GMO, de Boston, pidieron a un juez estadounidense que bloqueara la reestructuración, calificando las tácticas del Gobierno de coercitivas. Los tenedores de bonos que rechazaron la propuesta podrían obtener un valor de recuperación más bajo que los que aceptaron. El juez finalmente rechazó la solicitud.

Horas antes del acuerdo con Argentina, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dio un ultimátum. De no llegar a un acuerdo, Guzmán dijo que podría alejarse de las conversaciones durante seis a ocho meses.

Aun así, esas negociaciones pueden parecer fáciles en comparación con las que se avecinan. Las conversaciones en Líbano, que entró en default por primera vez en marzo, se han dificultado debido a agitación política, protestas a nivel nacional y una crisis monetaria.

Líbano “tiene que encontrar un camino hacia delante con los bonistas y el FMI”, dijo Shamaila Khan, directora de deuda de mercados emergentes en AllianceBernstein, Nueva York. “La pandemia y el trágico evento de esta semana han complicado aun más las cosas”.

Nota Original:Distressed Funds Turn East as Latin American Debt Dramas Resolve

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