Fondo de Florida para niños discapacitados le cobró al Medicaid por error. Ahora está devolviendo $51 millones

Los administradores del fondo de compensación de la Florida para bebés nacidos con lesiones cerebrales graves han resuelto una de las disputas más duras y antiguas del programa: la afirmación de que evitaron cientos de millones en costos de asistencia médica saqueando la red de seguridad para los floridanos en situación de pobreza.

La Asociación de Compensación para Lesiones de Nacimiento (NICA_, llegó a un acuerdo sobre una denuncia planteada hace tres años en que se alegaba que el programa había incrementado sus activos en casi $1,700 millones, en parte por trasladar los costos de la asistencia médica y los cuidados a; Medicaid, la aseguradora estatal-federal para los pobres y discapacitados.

El acuerdo, anunciado el lunes por el Departamento de Justicia federal, debería ser el epílogo de una larga disputa entre los fiscales federales y los abogados privados, por un lado, y las autoridades médicas de la Florida, que durante décadas ignoraron las quejas de que la NICA estaba usando indebidamente el dinero de la asistencia médica del programa estatal de seguros para los necesitados.

Aunque la junta directiva de la NICA, que entró en funciones el año pasado como parte de una reforma de gran alcance, ya había votado a favor de que el programa dejara de depender del Medicaid, la forma de resolver la demanda por reclamaciones falsas seguía pendiente.

El monto del acuerdo de $51 millones es más del doble de lo que pagaron los administradores de un programa de compensación de Virginia para resolver una demanda similar, pero también es mucho menos que los $140 millones que los administradores médicos de la Florida calculan que fueron desviados por la NICA del Medicaid, que carece de los fondos necesarios para funcionar debidamente.

El dinero, a falta de la recuperación por parte de una familia de Virginia que presentó la demanda, reembolsará al gobierno federal los fondos gastados indebidamente por el Medicaid de la Florida.

“El programa Medicaid es la red de seguridad médica para nuestra población más vulnerables que no tiene acceso a la cobertura médica tradicional”, dijo en una declaración preparada el fiscal federal Juan Antonio González, que dirige el Distrito Sur de la Florida del Departamento de Justicia”.

Y añadió: “No se tolerará el mal uso de los fondos del Medicaid”.

Los legisladores de la Florida crearon la NICA en 1988, en respuesta a las graves advertencias —que los críticos calificaron de exageradas— de que los obstetras huirían del estado para evitar el aumento de las primas por negligencia médica. Según la ley, los padres de los niños nacidos con un determinado tipo de lesión cerebral no podían presentar demandas por negligencia. A cambio, la NICA debía proporcionar atención médica, terapia, medicamentos y cuidados a domicilio durante toda la vida del niño lesionado.

La mayoría de los niños aceptados en la NICA no recibieron oxígeno al nacer —a veces como resultado de un cordón umbilical obstruido— o sufrieron otros daños cerebrales o lesiones medulares. El programa es gratis, lo que significa que los padres no tienen que demostrar que su médico u hospital actuó de forma indebida.

A partir de abril de 2021, Miami Herald, en colaboración con el organismo de control periodístico ProPublica, publicó una serie de reportajes que mostraban que la NICA retenía y retrasaba la atención a muchas familias, centrándose en cambio en la acumulación de activos.

Los administradores redujeron los costos, informó el Herald, en parte canalizando a las familias al Medicaid, un programa ya tan mal financiado que un juez federal a finales de 2014 acusó al estado de racionar la atención y mantener un sistema inconstitucionalmente inadecuado para la atención a los niños en la pobreza.

A principios de este año, la agencia estatal para la Administración de la Asistencia Médica (AHCA), que supervisa el Medicaid, estimó en un reporte que había gastado más de $140 millones en los 33 años anteriores para cubrir los ingresos, la enfermería a domicilio y otras necesidades médicas de los niños cubiertos por la NICA.

Aparte del dinero, la dependencia de la NICA de los dólares de Medicaid frustró y, a veces, enfureció a los padres que dependían del programa. Los padres se quejaban amargamente de que se veían obligados a agotar todos los esfuerzos y apelaciones para el reembolso de Medicaid —un proceso que podía llevar meses, a veces años— antes que la NICA considerara pagar, incluso artículos tan necesarios como sillas de ruedas y medicamentos.

La serie del Herald, titulada Birth & Betrayal, condujo a cambios radicales: La directora ejecutiva de la NICA renunció. La junta directiva del programa renunció en masa. Y la Legislatura de la Florida aprobó una reforma profunda, como el aumento de los pagos a los padres y menos restricciones en los beneficios. Los legisladores también exigieron que el programa incluyera en la junta a un padre de la NICA y a un activista de los niños con discapacidades.

Jim DeBeaugrine, ex jefe de la agencia estatal de discapacidades, ganó la supervisión de la NICA como presidente de la junta tras la renuncia de la junta anterior. Dijo el lunes que el acuerdo ayuda al programa a mantener su reforma en curso.

“Creo que todos estamos contentos de haber dejado esto atrás”, dijo DeBeaugrine. “Nos centraremos en seguir haciendo eso para lo que fuimos designados. Eso es mejorar la forma en que este programa sirve a las familias. ...Es importante dejar esto atrás”.

“Mi principal decepción”, añadió, “es que el dinero que estamos pagando proviene de fondos que de otro modo servirían a nuestras familias”.

El camino para reformar la dependencia de la NICA del Medicaid fue despejado por una pareja de Virginia que presentó una demanda de denuncia en julio de 2015 impugnando la legalidad del programa de compensación de ese estado para los bebés nacidos con daños cerebrales graves . La NICA de la Florida seguía el modelo del Programa de Compensación de Lesiones Neurológicas Relacionadas con el Nacimiento de Virginia.

El programa de Virginia resolvió esa demanda pagándole $20.7 millones al gobierno federal, que supervisa todos los programas estatales del Medicaid, y aceptando dejar de transferir los costos a esa agencia. Los padres de Cody Arven, un niño con una discapacidad grave en cuyo nombre se presentó la demanda, recibieron $4.1 millones del acuerdo.

Veronica y Theodore Arven, este último ya fallecido, también presentaron una denuncia contra la Florida NICA. Aunque el Departamento de Justicia federal decidió no intervenir en el caso de la Florida, los abogados del Departamento de Justicia investigaron las quejas y ayudaron a negociar el acuerdo.

El acuerdo reservó $12.7 millones para Veronica Arven y el patrimonio de Theodore Arven por su papel en la dirección del litigio.

“Nos complace que esta demanda de los denunciantes haya llevado a una solución que, en definitiva, beneficia a todas las familias de la NICA, y da alivio a un programa de; Medicaid de la Florida sobrecargado durante mucho tiempo, dijo Scott Austin, un abogado de Virginia que fue ek abogado principal en el litigio.