Florida quiere convertirse en centro mundial de investigación sobre café. Sembró sus primeras plantas

El café es ampliamente consumido en Estados Unidos y su mejoramiento aún no es un tema esencial de exploración en el país, pero eso podría cambiar a futuro con Florida perfilándose como un centro mundial de investigación de ese producto asociado con países y entidades de Latinoamérica y Europa.

En este contexto, la Universidad de la Florida (UF) posee una larga trayectoria en mejoramiento y estudios genéticos aplicados a cultivos tropicales como cítricos, caña de azúcar, maíz, césped, follaje tropical y forraje, dijo a el Nuevo Herald Felipe Ferrão científico especialista en fitomejoramiento genético en el Departamento de Ciencias Hortícolas de UF/IFAS.

“El café es hoy uno de los productos tropicales más comercializados en el mercado internacional. Por lo tanto, utilizando la experiencia actual de la UF, una línea de investigación de café tiene el potencial de impactar la cadena global y abrir nuevas alternativas para nuestros productores locales”, explicó Ferrão.

El científico dijo que la Florida podría convertirse en un centro mundial para la investigación del café y por esta razón está dirigiendo múltiples estudios sobre la bebida con cafeína y las plantas que la producen.

“Tenemos la experiencia para determinar la composición genética completa de diferentes variedades de café en el laboratorio”, precisó. “La UF también cuenta con una iniciativa de inteligencia artificial, así que cuando combinamos nuestra experiencia con el acceso a la supercomputadora HiPerGator, podríamos liderar la trayectoria que nos llevará al mejoramiento de la producción y el sabor del café”.

Para estructurar ese plan en esta etapa tienen que asociarse con países e instituciones que han estado trabajando e investigando el café durante muchos años, incluyendo entidades en América del Sur y Central, así como Europa.

Al establecer tales colaboraciones, la UF puede liderar estudios innovadores para definir cómo y por qué la calidad de una taza de café difiere entre las especies de café, dijo el experto.

También identificar metabolitos químicos clave asociados con su sabor, mapear genes para rasgos relacionados con el sabor, apoyar el uso del mejoramiento molecular para acelerar el mejoramiento del café e identificar plantas de café climáticamente inteligentes que podrían crecer fuera del área tradicional de producción.

“De manera integral, todo este conocimiento estará disponible para apoyar la cadena del café, impactando a los productores de café actuales, a los importadores y, eventualmente, a los nuevos productores futuros ¡y por qué no, eventualmente también los de la Florida!”, afirmó.

Estados Unidos se encuentra entre las principales naciones consumidoras de café del mundo, importando en gran medida sus granos favoritos de países sudamericanos como Brasil y Colombia.

La Asociación Nacional del Café estima que el 61% de los estadounidenses consumen café a diario y a pesar de esta importancia, su sostenibilidad enfrenta desafíos críticos, incluida la volatilidad de los precios, el acceso limitado a los recursos genéticos, la presencia de nuevas enfermedades y, en particular, el acelerado cambio climático, dijo Ferrão.

Destacó que se estima que la producción de café arábica en América Latina, de donde EEUU importa la mayor parte de sus granos de café, puede reducirse en un 80% para 2050, dado el cambio climático proyectado.

“Aun sin producir café, es inconcebible proyectar que estos factores no afectarán a nuestra sociedad. Un claro ejemplo está pasando ahora mismo, con toda la fluctuación del precio del café”, dijo.

Sembrando café en Florida

Ferrão dirige tres estudios sobre la producción y el sabor del café, uno está enfocado en sembrar sembrar plantas de café cerca de Gainesville, en Fort Pierce y en Homestead, con el objetivo de determinar si crecerán bajo las condiciones climáticas de la Florida.

El norte, el centro y el sur de la Florida tienen diferentes propiedades del suelo, distribución de lluvia, temperatura y eventos climáticos. Todos estos elementos pueden tener un impacto en la producción de café y, en última instancia, en la calidad del mismo.

“Nuestras primeras plantas de café se plantaron en el sur de la Florida en junio, después de un año de crecimiento dentro de nuestros invernaderos en Gainesville. Los otros experimentos en Florida Central y Norte se plantarán en julio. En esta etapa inicial, predecir las fechas de cosecha o la calidad del café aún es demasiado pronto”, dijo a el Nuevo Herald.

Los próximos años se enfocarán en comprender algunos aspectos fisiológicos importantes relacionados con el cultivo del café en Florida. Esta etapa incluirá el mapeo del tiempo de floración, progreso de enfermedades, nutrición, manejo y aspectos generales relacionados con el desarrollo de la planta.

Los experimentos se centran en las variedades robusta, arábica y otras nativas.

“Sin embargo, mi interés en estudiar robusta va más allá de la producción y cubre otras preguntas de investigación que pueden impactar la cadena del café. Como ejemplo motivador, el mercado de Robusta ha experimentado un crecimiento sustancial en las últimas décadas, aumentando su consumo del 25 % al 40 % en los últimos 30 años”, dijo el experto.

Resaltó que robusta es más resistente que arábica al combinar un alto potencial productivo con menos insumos (agua, fertilización y pesticidas). También el “alcance de la diversidad genética es enorme y existen muchas variaciones desconocidas en su acervo genético”.

“Con un cambio climático proyectado y consumidores más sofisticados, predecimos una demanda esencial de nuevos sabores asociados a la producción climáticamente inteligente. Para que esto suceda, robusta tiene un papel importante que desempeñar”, aseveró el científico.

Otro de los proyectos es DeepFlavor que tiene como objetivo utilizar la inteligencia artificial para los análisis de sabor.

“Nuestro objetivo es utilizar la visión artificial y los métodos de aprendizaje profundo para aprovechar los análisis de sabor. Incluye el uso de visión por computadora, con cámaras que recopilan la expresión facial de los consumidores cuando prueban muestras de café y el uso de una nueva generación de métodos de aprendizaje para asociar la composición química de los granos de café con las preferencias de sabor”, concluyó.