Florida dice que ayuda a los federales a hacer frente a la ola de migrantes, pero no interviene directamente

La respuesta de emergencia de la Florida a la llegada de migrantes procedentes de Cuba y Haití en barco será de vigilancia y no de intercepción, mientras entre 150 y 200 soldados y agentes oficiales trabajan con funcionarios federales de Seguridad Nacional “para aumentar la vigilancia costera y proporcionar un mejor conocimiento de la situación en torno a las actividades de los migrantes”, dijeron funcionarios estatales de Operaciones de Emergencia en un comunicado el martes.

La División de Gestión de Emergencias de la Florida (DEM) está activada y preparada para “desplegar todos los recursos y personal disponibles para responder al nivel sin precedentes de desembarco de migrantes en nuestras costas”, dijo el director de la DEM, Kevin Guthrie. Dijo que la dependencia continuará su trabajo con la Operación Centinela Vigilante, el grupo de trabajo del Departamento de Seguridad Nacional centrado en la migración marítima.

La afluencia de recursos a los Cayos de la Florida es una respuesta a una orden ejecutiva firmada por el gobernador Ron DeSantis el viernes después de que más de 300 migrantes llegaran a los Cayos desde Cuba en el primer fin de semana de este año. La orden activó a la Guardia Nacional de la Florida e instruyó a las fuerzas de seguridad del estado y a otras dependencias estatales para que “ayuden a aliviar la presión sobre los recursos locales” debido a los migrantes que llegan en barco a los Cayos.

Mientras que la seguridad fronteriza y la intercepción de inmigrantes es tarea del gobierno federal, las fuerzas del orden estatales han tenido tradicionalmente un papel de apoyo. Pero a medida que la inmigración se ha ido convirtiendo en un asunto político con una fuerte carga emocional, y ya que DeSantis es considerado un probable candidato a la presidencia en 2024, la Florida ha adoptado una postura más agresiva, lo que ha suscitado preocupación entre los activistas a favor de los inmigrantes.

En julio de 2021, DeSantis envió a 50 agentes de la ley del estado a Texas para ayudar reforzar la frontera entre Estados Unidos y México, y en septiembre del año pasado gastó $1.5 millones de los impuestos de la Florida para trasladar a 49 solicitantes de asilo de San Antonio a Martha’s Vineyard, en Massachusetts, porque este era un bastión demócrata.

Piden cautela para no copiar a Texas

Activistas advierten que si DeSantis sigue el ejemplo del gobernador de Texas, Greg Abbott, e intenta detener a los migrantes cuando lleguen a tierra, el estado pudiera establecer un conflicto potencial con la ley federal.

“Lo que vigilaremos es que el gobernador no se extralimite en sus poderes porque hay leyes federales muy claras que no puede infringir”, dijo Tessa Petit, directora ejecutiva de la Florida Immigrant Coalition.

Abbott ha gastado unos $4,000 millones en la Operación Estrella Solitaria para detener la inmigración ilegal en la frontera sur. En 18 meses ha desplegado efectivos de la Guardia Nacional en la frontera, ha arrestado a inmigrantes acusados de delitos menores estatales, ha reubicado a inmigrantes en ciudades gobernadas por demócratas y ha iniciado la construcción de un muro fronterizo estatal usando contenedores de transporte.

En diciembre, Abbott ordenó a más de 500 guardias de Texas que impidieran físicamente la entrada de migrantes en el país, cortando uno de los pasos fronterizos más transitados. Sin embargo, según un análisis del flujo migratorio al país realizado por el diario Texas Tribune, los esfuerzos de Abbott no han frenado el flujo de personas que cruzan de México a Texas.

Tanto DeSantis como Abbott han culpado a la administración de Biden por su gestión de la crisis fronteriza. Biden anunció que quiere poner fin a la política de salud pública de la era de Trump conocida como Título 42, que permitió al gobierno federal expulsar rápidamente a más de 2 millones de migrantes desde que se implementó como una forma de detener la propagación del coronavirus. Aunque la política aún no ha expirado, el anuncio se considera un atractivo para los migrantes que buscan asilo de la agitación económica y política en Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.

Desde agosto, más de 8,000 migrantes han sido interceptados en las costas de la Florida por autoridades federales y estatales, dijo DeSantis el viernes al declarar el estado de emergencia. Debido a que la administración de Biden ha demostrado “ineptitud en la gestión de la crisis”, también dijo que la Florida enfrentaba un “desastre mayor”.

 Jason Rafter, agente de la FWC inspecciona una embarcación de migrantes cubanos que flota junto a Tavernier Creek en los Cayos de la Florida el 14 de octubre de 2022. David Goodhue dgoodhue@miamiherald.com
Jason Rafter, agente de la FWC inspecciona una embarcación de migrantes cubanos que flota junto a Tavernier Creek en los Cayos de la Florida el 14 de octubre de 2022. David Goodhue dgoodhue@miamiherald.com

Agencias estatales tienen amplio acceso a recursos

La orden ejecutiva del gobernador otorga amplios poderes a las entidades estatales para obviar y suspender reglas, celebrar contratos sin licitación y gastar cantidades ilimitadas de dinero al instruir que “se pongan a disposición los fondos suficientes, según sea necesario” del fondo de emergencia de $500 millones del gobernador.

El gobernador encargó a la División de Gestión de Emergencias la coordinación de la respuesta y le dio autoridad para solicitar ayuda a otros estados, que sería reembolsada por los contribuyentes de la Florida.

Las primeras indicaciones del Departamento de Seguridad Nacional y de la Guardia Nacional de la Florida son que el papel de la Guardia no involucrará efectivos terrestres, sino principalmente apoyo aéreo, ayudando en la vigilancia de los inmigrantes que intenten alcanzar las costas de la Florida.

“Hemos activado un pequeño contingente de aviación que se encuentra en el lugar y está realizando misiones”, declaró el martes William Manley, subdirector de Comunicaciones del Departamento de Asuntos Militares de la Florida y de la Guardia Nacional de la Florida.

La Guardia Nacional de la Florida está compuesta por unos 12,000 militares y 450 civiles. Recibe más de $454 millones en fondos federales y unos $18 millones en fondos estatales cada año.

Según los estatutos del estado, la Guardia tiene la misión de estar preparada para el combate, emergencias, responder a catástrofes y disturbios civiles, reducir la importación de sustancias controladas y ayudar a los floridanos en situación de riesgo. La última misión estatal de la Guardia consistió en proporcionar seguridad para la toma de posesión del gobernador en Tallahassee el 3 de enero.

Un velero improvisado de migrantes varado cerca de los manglares del Harry Harris Parken en los Cayos, el 10 de enero de 2023. Agentes de la FWC  encontraron la embarcación a la deriva frente a Cayo Largo ese mismo día. David Goodhue/dgoodhue@miamiherald.com
Un velero improvisado de migrantes varado cerca de los manglares del Harry Harris Parken en los Cayos, el 10 de enero de 2023. Agentes de la FWC encontraron la embarcación a la deriva frente a Cayo Largo ese mismo día. David Goodhue/dgoodhue@miamiherald.com

Agentes de la FWC son quienes tienen contacto más frecuente con los migrantes

La dependencia estatal que mantiene contactos más frecuentes con los inmigrantes es la Comisión de Conservación de Peces y Vida Silvestre de la Florida (FWC). La dependencia usa dos embarcaciones —la Fearless, de 42 pies y tres tripulantes, y la Gulf Sentry, de 85 pies y seis tripulantes— que trabajan con dependencias federales para ayudar en la “recopilación de información, la respuesta humanitaria, los esfuerzos de búsqueda y rescate, la protección de infraestructura crítica, la seguridad y la asistencia a agentes, servicios médicos de emergencia y otras tareas similares”, dijo Ashlee Sklute, portavoz de ese dependencia.

Para ayudar con la ola de migrantes y en respuesta a la orden ejecutiva del gobernador, la FWC destacó cinco grandes embarcaciones más en los Cayos y desplegó un grupo adicional de 15 agentes y un mecánico para ayudar, dijo Sklute.

“Estos agentes y equipamiento proporcionarán a los agentes locales la asistencia que tanto necesitan y permitirán a las dependencias reasignar parte del personal a sus tareas habituales de aplicación de la ley”, declaró.

Los agentes de la FWC “apoyarán las intercepciones marítimas, detectando embarcaciones de migrantes, enviando los medios adecuados a su ubicación y garantizando la seguridad de los migrantes que intentan llegar a la Florida a través del Estrecho de la Florida”, declaró Sklute.

También evalúan y documentan las embarcaciones abandonadas a lo largo de la costa de la Florida. La disposición de las embarcaciones abandonadas se ha convertido en una carga para las comunidades locales.

Cuando los agentes de la FWC detectan una embarcación de migrantes, no se hacen cargo de los pasajeros sino que dejan esa tarea a los funcionarios federales, explicó. “Permanecen en las inmediaciones para garantizar que los ocupantes de la embarcación no necesiten servicios médicos de emergencia hasta que lleguen las autoridades federales correspondientes”.

Durante el fin de semana, la Guardia Costera informó que había repatriado a 273 migrantes cubanos tras interceptar varias embarcaciones frente a la costa de la Florida en fin de año y Año Nuevo.

El enfoque más sensato que puede adoptar el estado es el de ayudar a las autoridades federales, dijo Petit, de la Florida Immigration Coalition.

“Una vez que alguien llega a tierra, el estado ya no tiene poder sobre esa persona y esa persona pasa a ser responsabilidad de la Aduana y la Patrulla Fronteriza”, dijo.

Activos desplegados por la Florida

Según un comunicado de prensa emitido a última hora del martes por la División de Gestión de Emergencias, estas dependencias participan en la misión:

▪ La Guardia Nacional, que ha desplegado de 100 a 150 guardias y 12 helicópteros y aviones “para coordinar los esfuerzos operativos con la Guardia Costera y los equipos de aviación de la FWC”.

▪ La FWC, cuyas embarcaciones ayudarán en el desembarco de migrantes en los Cayos de las Marquesas y Dry Tortugas, realizarán vigilancia aérea y proporcionarán un campamento base y puestos de mando en Marathon y Cayo Hueso para el personal de la FWC.

▪ La Policía Estatal de la Florida (FDLE), que ha desplegado casi dos docenas de miembros y un autobús de mando móvil en el Condado Monroe. Un avión de la FDLE fue visto en los Cayos el martes y un agente dijo que estaba buscando embarcaciones de migrantes.

La Patrulla de Carreteras de la Florida (FHP), que ha desplegado 25 elementos, dos aviones y un autobús de mando móvil.

Desde la elección del presidente Joe Biden, gobernadores republicanos como Abbott y DeSantis proyectaron su frustración por el manejo de la crisis migratoria del gobierno federal que lo precedió y sus acciones han suscitado persistentes preguntas sobre si ellos se han “extralimitado” en sus funciones.

“Un gobernador puede hacer lo que quiera con su Guardia Nacional, pero no puede infringir la ley federal y no puede anunciar que se hace cargo de la seguridad fronteriza en su estado y manejarla como mejor le parezca”, dijo Joseph Nunn, asesor jurídico del Programa de Libertad y Seguridad Nacional del Brennan Center for Justice. “Lo que ha hecho el gobernador de Texas con la Operación Estrella Solitaria se le parece bastante”.

Pero para Jessica Vaughan, directora de Estudios de Políticas del Center for Immigration Studies, un grupo de análisis conservador que aboga por políticas de migración más estrictas, “DeSantis y Abbott están buscando maneras de hacer el trabajo que el gobierno federal no quiere hacer”.

Desde la orden ejecutiva del gobernador del viernes, el número de llegadas de migrantes se ha desacelerado. El domingo solo se reportaron dos desembarcos. El lunes no hubo ninguno, pero el martes se avistaron varias embarcaciones de migrantes en los Cayos.

Petit, de la Florida Immigrant Coalition, dijo que la orden del gobernador también tenía la intención de enviar un mensaje a un segmento de votantes de base republicanos sobre la inmigración.

“Es más una táctica política para mantener la inmigración en el primer plano de las noticias como el mayor asunto político para impactar en las elecciones, crear miedo y construir algún tipo de reconocimiento para un político en particular”, dijo.

Michael Wilner, de la oficina de McClatchy en Washington, contribuyó a este artículo desde Washington, y David Goodhue, reportero del Miami Herald, contribuyó desde los Cayos de la Florida.