Periodista investigado por la Fiscalía de Ecuador reconoce conversaciones con narcotraficante
QUITO (AP) — El periodista ecuatoriano-venezolano Andersson Boscán, investigado por la Fiscalía de Ecuador por sus conversaciones con un poderoso narcotraficante ya fallecido, reconoció el jueves los contactos mantenidos con el delincuente y dijo estar dispuesto a colaborar con la indagación.
La investigación, dispuesta por la fiscal general, Diana Salazar, tras revelarse el contenido de los teléfonos celulares del líder criminal Leandro Norero, se refiere “a 34 páginas de un expediente de casi 50.000 que me corresponden de las conversaciones”, admitió Boscán el jueves durante la emisión de su programa en internet.
Norero, señalado como cabecilla de una red criminal con conexiones con altos funcionarios de la justicia, de la policía, del sistema penitenciario y hasta políticos, fue asesinado el año pasado en una cárcel ecuatoriana en medio de una reyerta de presos.
En declaraciones a The Associated Press, el periodista afirmó que lo que ha pedido la Fiscalía es “que investigue si en los chats se puede presumir la existencia o no de un delito” y precisó que esa institución no detalla el tipo de delito. “Tendrá nuestra plena colaboración para facilitar esa tarea”, afirmó.
Los chats —transcritos y publicados por la Fiscalía literalmente con errores gramaticales y ortográficos— dejan intuir un trato de camaradería entre Norero y Boscán.
“Qué más ñaño (hermano) como vamos”, le pregunta el narcotraficante, a lo que el periodista responde: “bien hermano peleando con los políticos”.
El comunicador le cuenta que está “investigando aduanas y Petroecuador”. Y Norero replica: “Esos políticos son es un relajo. Jajaja lo que necesite avise que activo ojos oídos por todos lados”.
Entonces Boscán le consulta: “Si tu gente sabe algo de aduanas, de lujo. Estoy detrás de la parte política … De ahí la parte la parte contrabando y drogas no me interesa”.
Norero, además, le comenta al periodista que se dirigen a una audiencia para tratar un recurso de hábeas corpus con el que quería salir de la cárcel, aunque le anticipa que será negado. Boscán también le indica que ha consultado su caso con una abogada y le dice que su defensa no está procediendo correctamente.
Norero fue asesinado en 2022 y era señalado por las autoridades de financiar a varios grupos de delincuencia organizada y tener vínculos con el cartel mexicano Jalisco Nueva Generación.
Tras su muerte la Fiscalía investigó sus teléfonos celulares desde donde surgió el denominado caso “Metástasis” que devela miles de conversaciones, entre ellas, la que tuvo con el periodista.
Boscán es cofundador y dirige el medio digital La Posta, que tomó relevancia por la presentación de una serie de reportajes denominados “Paz o plomo” desde el interior de las cárceles del país y por una investigación periodística que sirvió de base para cuestionar y posteriormente iniciar un juicio político al ex presidente Guillermo Lasso (2021-2023).
“Me alivia que no sea dentro del esperpento de proceso donde había una colección de criminales con la que no quiero tener ningún tipo de relación, sino un proceso independiente y aparte”, aseveró el periodista tras conocer que será investigado.
En diciembre, la fiscal Salazar develó las conversaciones entre Norero y Boscán, que fueron admitidas por el periodista, quien argumentó que su profesión implica “ir sobre todo detrás de cualquier información, cueste lo cueste”.
Aunque, según Boscán, haber mantenido contacto con el narcotraficante no constituyó un delito, sí reconoció que fue “un error”. El caso provocó críticas y cuestionamientos al periodista desde gremios y colectivos sobre la ética en el ejercicio de la profesión.
“En Ecuador hay un ambiente muy proclive a la criminalización del periodismo”, expresó y destacó que la relación con Norero fue de “un periodista con una fuente criminal”. Y defiende que eso se puede verificar “en la simple lectura de los chats”.
“La justicia tiene siempre que hacer su trabajo y solamente un tonto se opondría a que la justicia haga su trabajo”, se pronunció Boscán.