Fiorentina, en la final de la Conference League: Nicolás González inventó y Lucas Beltrán definió de penal

El festejo de Lucas Beltrán tras anotar el gol que clasificó a Fiorentina a la final de la Conference League
El festejo de Lucas Beltrán tras anotar el gol que clasificó a Fiorentina a la final de la Conference League - Créditos: @Omar Havana

Fiorentina está en la final de la Conference League por segundo año consecutivo tras igualar 1-1 con Brujas en Bélgica e imponerse con un 4-3 global. El gol violeta tuvo acento argentino: Nicolás González inventó una pirueta que motivó el error de Brandon Mechele, defensor belga. El zaguero emuló a Cristian Lema contra Estudiantes y se llevó puesto a M’Bala Nzola, delantero angoleño de los italianos. El árbitro dio el penal, que otro argentino, Lucas Beltrán, transformó en gol mediante un remate esquinado, sin chances para el arquero local Simon Mignolet, ex Liverpool.

Fiorentina necesitaba una jugada y se le escurría el tiempo. Toda la contundencia que el equipo violeta no había tenido en la tardecita de Brujas sí era potestad del local, que se había puesto en ventaja gracias a su único ataque del primer tiempo: un centro venenoso que terminó en la cabeza de Maxim De Cuyper. Ese 1-0 llevaba el partido al alargue, ya que en el encuentro de ida Fiorentina se había impuesto por 3-2.

Lucas Beltrán se apresta a patear el penal que le dará la clasificación a Fiorentina a la final de la Conference League
Lucas Beltrán se apresta a patear el penal que le dará la clasificación a Fiorentina a la final de la Conference League - Créditos: @Omar Havana

A partir de ese momento, los italianos apretaron el acelerador. Llegaron con claridad y coleccionaron jugadas de ataque en los dominios de Mignolet. Combinaron Andrea Belotti y Christian Kouamé y el marfileño remató desde la puerta del área. La pelota se estrelló en el travesaño y picó en la línea. El reloj del árbitro no vibró, por lo que el balón no traspasó la línea de sentencia. E l marcador continuó con el 1-0 en favor de los belgas.

Más tarde, un pinball de los argentinos. Primero. el brasileño Arthur le puso una pelota deliciosa a Nico González. El ex Argentinos y Stuttgart, de Alemania, con todo a su favor, eligió un remate rasante para intentar batir a Mignolet. El arquero adivinó su intención y conjuró el peligro. El rebote le quedó a Beltrán, pero el ex River desvió el remate. El partido se fue a los vestuarios con aquel 1-0 que mandaba la serie al alargue.

Lucas Beltrán pelea con el polaco Michal Skoras durante el partido entre Fiorentina y Brujas por la Conference League
Lucas Beltrán pelea con el polaco Michal Skoras durante el partido entre Fiorentina y Brujas por la Conference League - Créditos: @KURT DESPLENTER

La segunda mitad se atrasó unos minutos por las bengalas y la pirotecnia de los hinchas locales. Pareció que Brujas tomaba impulso y acorralaba a los italianos. Pero con la solvencia defensiva de Lucas Martínez Quarta, el tercero de los argentinos en cancha, y de Nikola Milenkovic, el arco violeta no corrió peligro. Fiorentina, entonces, se dedicó a atacar, atacar y atacar en busca del gol que le diera la clasificación sin la obligación de jugar el alargue ni el desgaste emocional de los penales.

Tuvo otras dos chances de gol. Primero, en un tiro libre del capitán, Cristiano Biraghi. En la previa, González habló varias veces con él, queriendo hacerse cargo de la falta que le habían cometido en la puerta del área. Finalmente, el 10 abandonó la zona de influencia de la pelota parada. Pateó Biraghi y... travesaño. Segunda vez que el arco le negaba el gol a los de Florencia.

Lo mejor del triunfo de Fiorentina ante Brujas, por la Conference League

Más tarde, González se movió en su zona preferida del campo, la banda derecha. Lo hizo siendo zurdo, por lo que se hamacó hacia su mejor perfil y tiró el centro al corazón del área. Kouamé picó al espacio y le puso la cabeza a la pelota, que partió como un misil hacial el arco de Mignolet. Tenía destino de gol, pero... ¡otra vez el palo! La tercera no fue la vencida, por lo que Fiorentina debía seguir buscando el tanto de la tranquilidad; el de la clasificación.

El gran mérito del equipo dirigido por Vincenzo Italiano fue no perder la paciencia. Ni aún cuando los palos se conjuraron contra sus chances, los italianos dejaron de combinar entre ellos, de conectarse por abajo. Siempre mantuvieron el guión del juego, con el brasileño Dodó por la derecha y Biraghi por izquierda como opciones permanentes de descarga. Arthur y Rolando Mandrágora, en la mitad de la cancha, aportaron criterio y despliegue en partes iguales. En el ataque, Beltrán y González se entendieron a la perfección. Sólo faltó que los dos delanteros, Belotti y Kouamé, concretaran todo lo que el equipo generó. Por eso Fiorentina debió esperar hasta el minuto 80 para celebrar.

Fue tras la pirueta de Nico González y el error de Mechele que Beltrán ensayó uno de sus festejos característicos, rodillas en tierra y cara hacia los tifosi que hicieron el viaje hasta una de las ciudades más lindas de Bélgica. Sin embargo, el partido no estaba definido. Quedaban algunos minutos para que Brujas despertara de su letargo y saliera de esa apuesta por el alargue. Lo hizo con su mejor jugador -el capitán Hans Vanaken- como estandarte. Tuvo el triunfo en sus pies, pero las manos del arquero Pietro Terraciano evitaron el gol y mantuvieron la clasificación violeta.

Fiorentina está en la final con acento argentino: es el escudo en los pasaportes de Martínez Quarta y Beltrán, formados en River, y de Nico González, moldeado en La Paternal con Argentinos Juniors. La delegación albiceleste en la final de Atenas sumará este jueves más integrantes. Juegan Aston Villa (con Emiliano “Dibu” Martínez) y Olympiakos (con Francisco Ortega y Santiago Hezze). Los helenos ganaron en Inglaterra por 4-2 y harán todo lo posible por garantizarse el pasaje al partido decisivo en su ciudad. Fiorentina los espera.