El final de Pelé fue un viacrucis

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 30 (EL UNIVERSAL).- Todo comenzó a finales de septiembre de 2021. "Pelé" acudió al hospital Albert Einstein de Sao Paulo, en el que se trató durante gran parte de su vida, a realizarse unos exámenes de rutina.

La idea eran pruebas cardiovasculares y análisis de laboratorio. Nada grave… Hasta que la noticia cimbró a "O Rei". Los médicos le encontraron un tumor en el colon. Necesitaba ser operado de emergencia para extirparlo y saber si era cancerígeno, lo que se confirmó tras la operación. Entonces comenzó una batalla que, más de un año después, terminó con su vida. Problemas en la cadera, una rodilla, los riñones y hasta el contagio de Covid-19 agravaron su salud. Tras la intervención quirúrgica, la leyenda brasileña fue sometida a quimioterapias, a las cuales respondió de forma positiva durante un año.

La familia de "Pelé" no aclaró si el cáncer se había extendido en su cuerpo, pero en su última hospitalización informó que el exfutbolista sufría deficiencias cardiovasculares y renales, lo que complicó todavía más el panorama de alguien que luchaba contra un cáncer que siempre fue agresivo. Aunque el deceso ocurrió ayer, el deterioro en la salud de ‘Pelé’ empezó una década atrás, cuando le pusieron una prótesis de cadera. En 2014 fue operado por cálculos renales, y en 2015 lo intervinieron de la columna vertebral y la próstata. Su salud ya no fue la misma, y el desenlace era irremediable.