Filipinas evitará responder a los ataques de China en el mar de China Meridional

Bangkok, 6 may (EFE).- El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., aseguró este lunes que los guardacostas filipinos evitarán responder a los ataques de los barcos chinos, en medio de la creciente tensión en el disputado mar de China Meridional.

"No tenemos la intención de atacar a nadie (...) Lo último que queremos es aumentar la tensión", remarcó a los medios Marcos Jr. al asegurar que sus barcos no instalarán cañones de agua a presión ni realizarán maniobras peligrosas similares a las registradas por los barcos chinos contra los filipinos.

Las declaraciones del mandatario se producen después de que el pasado martes dos barcos guardacostas chinos dispararan con cañones de agua a presión y realizaran "maniobras peligrosas" contra barcos filipinos, que resultaron en daños materiales, en las aguas en disputa anexas al atolón de Scarborough (también llamado Bajo de Masinloc).

"No seguiremos el camino marcado por los guardacostas chinos (...) precisamente, la misión de la Marina y los guardacostas filipinos es la contraria, rebajar tensiones", subrayó el dirigente, según recoge la agencia pública Philippine News Agency.

Las reclamaciones territoriales de Filipinas y China en el mar de China Meridional se solapan en el atolón de Scarborough y, parcialmente, en las islas Spratly, escenarios de encontronazos en los últimos meses entre embarcaciones de ambas naciones.

Desde su llegada al poder, en junio de 2022, Marcos Jr. ha fortalecido los lazos en defensa con Estados Unidos y ha elevado las críticas a Pekín por las reclamaciones soberanistas en el mar de China Meridional.

En julio de 2016, la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya (CPA) le dio la razón a Filipinas en un laudo contra China por la soberanía en el atolón de Scarborough, que se encuentra a menos de 321 kilómetros de la isla filipina de Luzón -que entraría dentro del área económica exclusiva de Manila, conforme a la ley internacional, pero esta decisión no es acatada por Pekín.

El gigante asiático alega razones históricas para reclamar la soberanía sobre la totalidad del mar de China Meridional, una reivindicación que entra en conflicto con los reclamos de otros países como Vietnam, Malasia, Brunéi y Taiwán.

Por estas estratégicas aguas, donde Estados Unidos defiende el derecho a la libre navegación, pasa el 30 % del comercio marítimo global, al tiempo que alberga el 12 % de los caladeros mundiales, así como yacimientos de petróleo y gas.

(c) Agencia EFE