Fiestas de cumpleaños como vectores del virus

Un pastel de cumpleaños de dulce de leche en Ciudad de México, el 5 de septiembre de 2020. (Meghan Dhaliwal/The New York Times)
Un pastel de cumpleaños de dulce de leche en Ciudad de México, el 5 de septiembre de 2020. (Meghan Dhaliwal/The New York Times)

En el punto álgido de la pandemia, era fácil preocuparse de que algún desconocido te contagiara el virus. Sin embargo, un nuevo estudio sobre lo que pasó tras las fiestas de cumpleaños de algunas personas sugiere que la gente en la que confiamos también fue una fuente común de propagación viral.

Para los investigadores, las reuniones privadas han sido más difíciles de medir que los eventos públicos multitudinarios, después de todo, son privadas. Y durante meses ha habido un debate intenso entre los investigadores de salud pública sobre cuánto influyeron estas en la manera en que el coronavirus se movió de una persona a otra.

No obstante, los investigadores de la Universidad de Harvard, la Corporación RAND y Castlight Health usaron un método creativo para hallarlas: por medio de datos de reclamos de seguros de salud, observaron las tasas de COVID de las familias en las dos semanas posteriores al cumpleaños de algún miembro. En general, su artículo, publicado en JAMA Internal Medicine, descubrió que un cumpleaños familiar reciente aumentó el riesgo de contagio de COVID casi una tercera parte en países donde el virus se había extendido.

Su teoría es que la razón detrás del aumento del riesgo casi con toda certeza eran las fiestas de cumpleaños. Aunque los reclamos de seguros no muestran si un paciente con COVID había estado en una fiesta de cumpleaños, varios aspectos de los datos sugieren una conexión bastante sólida. Por ejemplo, cuando los investigadores analizaron otros días del año al asignar de manera aleatoria los cumpleaños en lugar de usar las fechas verdaderas, o examinaron diagnósticos en las semanas previas a los cumpleaños, no encontraron el mismo patrón. Sin embargo, tal vez lo más significativo es que hallaron el mayor riesgo de infección en las semanas posteriores al cumpleaños de un niño.

“Mi esposa y yo jamás sentimos la necesidad de organizar una reunión en interiores para nuestros cumpleaños”, relató Anupam Jena, profesor de Políticas Sanitarias en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y uno de los autores del artículo, quien dijo que el estudio se inspiró en el cumpleaños de su propia hija. “A nuestros hijos les podría decepcionar un poco más”.

Está claro que las fiestas de cumpleaños suelen implicar a varios grupos apiñados, quizá para ver a un niño soplar las velitas de un pastel.

El estudio consideró los datos del año pasado, cuando la COVID-19 era mucho más común y menos estadounidenses estaban vacunados. Pero sus conclusiones siguen siendo relevantes para los estadounidenses que aún no están vacunados en la actualidad, un grupo que incluye a todos los niños menores de 12 años. Esto podría ser aún más aplicable ahora que la variante Delta, que es más contagiosa, empieza a circular en más estados.

Gran parte del comportamiento de la gente en torno a la pandemia —que ha incluido el uso de mascarillas y la administración de vacunas— parece variar según su partido político. Pero el estudio descubrió que los cumpleaños generaron más infecciones de COVID en niveles similares en áreas tanto republicanas como demócratas de todo el país. Esto sugiere que, aunque es más probable que los hogares de tendencia demócrata hayan usado un cubrebocas mientras paseaban al perro, tal vez se hayan comportado más como los republicanos en cuanto a la comodidad de recibir a un amigo de confianza en casa.

“Sin duda vimos este elemento de que tu hogar es un espacio seguro y, por lo tanto, cuando invitas a tus amigos y familiares a tu casa, simplemente no parece arriesgado”, comentó Ashish Jha, decano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown, quien describió el artículo como “creativo” por encontrar una manera inusual de captar la transmisión de la enfermedad que, de otro modo, sería difícil de medir.

Para muchos estadounidenses, las fiestas de cumpleaños se han vuelto mucho más seguras en los últimos meses. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos declaran que es seguro que las personas con esquema de vacunación completo se reúnan en interiores sin mascarillas. Sin embargo, para aquellos que aún no se han vacunado, el estudio es un recordatorio de que incluso las actividades que parecen más seguras plantean una amenaza de infección. En muchas partes del país, las personas no vacunadas están agrupadas por región o sector social, lo que significa que las fiestas de cumpleaños —y otras ocasiones festivas y privadas— todavía pueden ser riesgosas.

© 2021 The New York Times Company