El ferrocarril vuelve a pitar en la pantalla

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 24 (EL UNIVERSAL).- Pasaron 57 años para que un ferrocarril mexicano volviera a transitar por cines mexicanos, tripulado por maquinistas como Damián Alcázar, Joaquín Cosío y Édgar Vivar.

"El Poderoso Victoria", filme que estrena este jueves, recupera como protagonista al más influyente aparato de comunicación y transporte durante la primera mitad del siglo XX, casi seis décadas después del lanzamiento de "Viento negro" (1965).

En esta ocasión la historia se sitúa en 1936 en La Esperanza, un pueblo minero que ha visto pasar sus mejores años, pero recibe un golpe definitivo cuando les anuncian que el tren que lo atraviesa dejará de pasar.

Es cuando don Federico (Alcázar) decide construir su propio ferrocarril, pero debe convencer a todos que es posible.

"La película trata de ser una historia de amor a los trenes, pero principalmente a la familia", comenta Raúl Ramón, director y escritor del guión hecho hace una década.

"La historia se sitúa antes de la expropiación, cuando estaban los tratados de Bucareli que nos prohíben producir tecnología propia y trenes, eso es algo que me llamaba y está en una época que no se ve en el cine mexicano", destaca.

Tras ser rechazada por el Imcine en dos ocasiones, el director y la productora Fabiola Velázquez optaron por realizarla de manera independiente previo a la pandemia y con locaciones en Durango.

Nueve de cada 10 actores participantes eran de Jalisco, al igual que un centenar de técnicos, pues lo importante era salir de los estándares tradicionales de producción.

"Es una fábula perfecta en donde se reúne un pueblo y deciden en equipo conseguir sus sueños, sabiendo que va a costar trabajo y todo mundo debe cooperar", opina Alcázar.

Durante el rodaje se tardaban lo necesario para las escenas, para elegir la luz natural requerida que potenciara todo. Y el diseño de producción estuvo tan cuidado que hay cosas sin gran resplandor para el público, pero están presentes en escena.

"Los lápices, por ejemplo, estaban hechos de grafito, de la época, la gente no se dará cuenta pero eso ayudaba", comenta.

La llegada de la pandemia fue un problema, pues se requerían efectos digitales que cada artista debió hacer en su casa, lo cual retrasó en parte los trabajos.

"Van desde los que sirven para borrar los cables hasta choques de trenes, automóviles antiguos; animación de pájaros", detalla el realizador.

Fernando Velázquez, compositor en los filmes "Un monstruo viene a verme" y "La cumbre escarlata", hizo la música. Gerardo Oñate, Roberto Sosa, Eduardo España y Luis Felipe Tovar completan el reparto.