Felipe Solá apuntó contra Luis Almagro: "La OEA debe ser contención, nunca juez o gendarme político"

La Cancillería volvió a apuntar hoy contra el jefe de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por la postura del organismo frente a la crisis regionales de Venezuela y la que ocurrió en Bolivia tras la caída de Evo Morales.

"La OEA debe ser contención, mediación y garante de la pacificación sobre todo en cada lugar de nuestra América, nunca juez o gendarme político", dijo el canciller Felipe Solá en la asamblea general del organismo, en la que celebró el triunfo de Luis Arce en las elecciones bolivianas de anteayer.

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El Gobierno reavivó una vieja disputa con el uruguayo, al que considera que no respeta los principios del cargo que ocupa por tomar posición política, como sus críticas constantes al régimen de Nicolás Maduro (al que calificó de "dictadura") y su rol ante las elecciones presidenciales de Bolivia, cuando la OEA afirmó que hubo una "manipulación dolosa" a favor de Morales.

"El secretario general debe actuar en concordancia con la acción y la política decidida por los órganos políticos de esta organización, en cumplimiento de su función de promover las relaciones entre los Estados. No se cumple con este mandato adoptando posiciones personales o que no guarden el mismo sentido o énfasis según el país o gobierno del que se trate, mucho menos cuando terminan alimentando el problema que debieran solucionar", dijo Solá, en referencia a lo ocurrido en Bolivia.

Almagro fue reelecto al frente de la OEA este año, algo que se esperaba pese a que el Gobierno había manifestado públicamente su preferencia por otro candidato.

Acompañado por el secretario de Relaciones Exteriores, Pablo Tettamanti, y el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves, el canciller afirmó que la Argentina fue excluida de las negociaciones para redactar el documento que se pondrá en consideración de la asamblea sobre Venezuela y Nicaragua.

Si bien no era obligatorio sumar a la Argentina a esa discusión, se espera que los escritos sean muy críticos con la situación institucional que se vive en ambos países, en sintonía con la línea dura de la OEA, no compartida por el gobierno de Alberto Fernández.

"No hemos sido incluidos en las negociaciones sobre los proyectos en relación a Venezuela y Nicaragua que se tratarán en esta asamblea. Creo que seremos testigos una vez más de algo que nos preocupa muchísimo y que está ocurriendo desde hace unos años: la división de América Latina basada exclusivamente en qué piensa cada país sobre Venezuela", señaló el canciller, en línea con sus declaraciones de la semana pasada, cuando pidió más unidad regional.

"Integración, producción, crecimiento económico, cooperación para la salud, cooperación entre nuestros países son temas postergados frente a uno solo. Mientras tanto sigue nuestro atraso frente a otros continentes, pero nos peleamos por eso. La Argentina se pregunta cómo se llegó a esa situación y a quién le conviene", agregó el ministro.

Solá reiteró el rechazo del gobierno argentino a las "sanciones y los bloqueos impuestos a Venezuela como se ha hecho durante muchos años con Cuba", pero remarcó que "la Argentina va a denunciar la violación de todos los derechos humanos por parte de los poderes constituidos donde sea, sin distinciones".

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"Hemos apoyado en Ginebra el informe [Michelle] Bachelet sobre el caso Venezuela. Lo mismo hicimos en agosto cuando la Alta Comisionada denunció los hechos ocurridos en Bolivia, destacamos su trabajo y queremos que más allá de las circunstancias políticas funcione en Caracas una oficina con el poder y la dimensión suficiente para poder prevenir problemas y actuar en defensa de los derechos", señaló.