Las fechas del juicio están en el limbo

Jack Smith, fiscal especial, durante una rueda de prensa en la que anunció la acusación formal contra el expresidente Donald Trump, en Washington, el 1 de agosto de 2023. (Doug Mills/The New York Times)
Jack Smith, fiscal especial, durante una rueda de prensa en la que anunció la acusación formal contra el expresidente Donald Trump, en Washington, el 1 de agosto de 2023. (Doug Mills/The New York Times)

La Corte Suprema de Estados Unidos está inmersa en el caso penal federal que acusa a Donald Trump de conspirar para revertir las elecciones de 2020. Y podría tener implicaciones de gran alcance para el calendario y el resultado del juicio.

Las decisiones del tribunal podrían ayudar a determinar si, de hecho, el juicio en Washington avanza antes de las elecciones de noviembre. Además, las demás causas penales contra el expresidente se han visto frenadas por impugnaciones o están a la espera de que se celebre el juicio de Washington.

En el transcurso de tres días, el tribunal tuvo que hacer frente a un elemento del caso y ha decidido ocuparse de otro.

Primero, el lunes, Jack Smith, el fiscal especial a cargo del proceso sobre interferencia electoral, pidió a los jueces que aceleraran una apelación a los intentos de Trump de que se desestimara el caso basándose en extensos argumentos de inmunidad ejecutiva.

Luego, el miércoles, de manera sorpresiva, el tribunal anunció que revisaría una acusación de obstrucción en otro caso que constituye el fondo del caso electoral contra Trump. Smith planeaba utilizar el cargo como una forma de hacer responsable a Trump por la violencia en el Capitolio el 6 de enero de 2021.

Aunque es posible que las decisiones del tribunal sobre la cuestión de la inmunidad y sobre la acusación de obstrucción no se produzcan sino hasta dentro de algún tiempo, cuando lleguen podrían alterar de manera radical la forma, el alcance y el calendario del caso electoral.

La Corte Suprema de Estados Unidos en Washington, el 27 de noviembre de 2023. (Kenny Holston/The New York Times)
La Corte Suprema de Estados Unidos en Washington, el 27 de noviembre de 2023. (Kenny Holston/The New York Times)

Los peores escenarios para Smith y su equipo incluyen las posibilidades de que el juicio pueda retrasarse bastante; que dos de los principales cargos contra Trump sean desestimados o incluso que la acusación sea anulada (aunque esto es mucho menos probable).

También es posible que la Corte Suprema pueda ayudar a impulsar el caso hacia el juicio o emitir un fallo que mantenga el cargo de obstrucción contra Trump, mismo que se relaciona de manera directa con sus intentos de interrumpir la transferencia pacífica del poder presidencial el 6 de enero.

Pero esta semana fue un recordatorio de lo rápido que puede cambiar de rumbo un caso penal y de cuán amplio puede ser el alcance de la Corte Suprema en asuntos con profundas implicaciones políticas.

Ponderar la inmunidad

Comencemos con los acontecimientos del lunes.

Ese día fue cuando Smith presentó una petición urgente ante la Corte Suprema en la cual solicitó que se pronunciara sobre los intentos de Trump de apelar la derrota de una de sus defensas centrales contra los cargos de interferencia electoral: que tenía inmunidad absoluta porque surgieron de acciones que llevó a cabo mientras era presidente.

La petición de Smith al tribunal fue inusual por dos razones. No solo les pidió a los jueces que se saltaran el orden normal de las cosas y se pronunciaran sobre los alegatos de Trump antes de que un tribunal de apelaciones inferior llegara siquiera a considerarlos, sino que además les pidió que tomaran su decisión con rapidez en un esfuerzo por garantizar que el caso fuera a juicio en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Washington, como estaba previsto, en marzo.

Es evidente que los fiscales quieren ganar la batalla por la inmunidad y evitar que Trump consiga que se desestime el caso. Sin embargo, la petición de Smith a la Corte Suprema no solo hacía referencia a cuestiones jurídicas. La otra motivación, quizá incluso más importante, era su profunda preocupación por el calendario del caso.

En el documento que presentó ante el tribunal, Smith admitió que una apelación ordinaria o incluso relativamente rápida podría llevar mucho tiempo. Y los fiscales quieren evitar retrasos importantes.

Después de todo, si Trump logra retrasar el juicio hasta después de las elecciones y gana la contienda, tendría el poder de ordenar que se retiren los cargos en su contra, algo que él y algunos de sus asesores han dejado claro en privado que tiene intención de hacer. Celebrar el juicio una vez decidida la contienda significaría también que los votantes que estaban considerando elegir o no de nuevo a Trump no habrían tenido la oportunidad de escuchar todas las pruebas que reunió el equipo de Smith.

Impugnar una acusación clave

La estrategia del miércoles de la Corte Suprema dio lugar a una posibilidad distinta: que un cargo de obstrucción que constituye la base de dos de los cargos en la acusación de Trump podría ser eliminado del caso. Ese cargo tipifica como delito la obstrucción “corrupta” de un procedimiento oficial. Smith utilizó el cargo para acusar a Trump de interrumpir la certificación de las elecciones en el Capitolio el 6 de enero.

El cargo de obstrucción nunca empató bien con lo que ocurrió el 6 de enero. En un inicio, se aprobó como parte de una ley de gobierno corporativo que prohibía actos como destruir documentos o manipular testigos. Pero los fiscales lo utilizaron en lugar de cargos más polémicos desde el punto de vista político, como insurrección o sedición, para describir cómo la turba interrumpió la certificación de las elecciones en el Capitolio.

Si la Corte Suprema determina que la ley se extendió de manera indebida para abarcar la participación de Trump en esa interrupción, esto podría paralizar los intentos de Smith de culpar a Trump de la violencia del 6 de enero.

Los fiscales parecían dispuestos a poner los disturbios en el centro de la historia de su juicio. El equipo de Smith indicó que quiere mostrar al jurado videos del ataque de la turba y tal vez presentar el testimonio de los alborotadores que afirman que irrumpieron en el Capitolio siguiendo instrucciones de Trump.

Incluso si la Corte Suprema desestima el cargo de obstrucción, no afectaría a los otros dos cargos que enfrenta Trump. Uno de ellos lo acusa de conspirar para cometer fraude al mentir cuando afirmaba que le habían robado las elecciones con la finalidad de revertir su derrota. El otro lo acusa de asociación delictuosa para privar a millones de estadounidenses del derecho a que se cuenten sus votos.

Al ponderar las dos cuestiones, el tribunal, voluntariamente o no, se encuentra ahora en medio de la controversia políticamente explosiva sobre los esfuerzos de Trump por mantenerse en el poder tras su derrota en 2020, un tema en el que hasta ahora había mostrado poco interés en involucrarse. Las repercusiones para los jueces son importantes, como lo son para Trump y Jack Smith.

c.2023 The New York Times Company