FC Südtirol: el equipo alpino que pelea el ascenso a la Serie A de Italia y ganó de visitante con el aliento de ¡un hincha!
El hombre de la foto se llama Damián Gruber. Es el único en la tribuna visitante del estadio de Benevento; el único hincha de Südtirol, una de las revelaciones de la temporada en la Serie B de Italia. El solitario simpatizante recorrió en auto y avión los más de 800 kilómetros que separan Bolzano, la ciudad alpina famosa por sus centros de esquí, de Benvento. Se tomó dos días en su trabajo de empleado. Y recibió de regalo la camiseta de Andrea Masiello, uno de los futbolistas más veteranos del plantel. De paso, les trajo suerte a los suyos, que ganaron 2-0.
En el plantel del equipo vencedor está Joaquín Larrivey, goleador formado en Huracán y con contrato hasta fines de junio. Con 38 años, lleva disputados cuatro partidos y todavía no convirtió. Sus compañeros no parecen necesitar sus goles: llevan ocho resultados positivos en fila, con cinco victorias y un empate. El ascenso a la Serie A, inédito, aparece en el horizonte como una posibilidad concreta: ya están cuartos en la tabla.
“Voy a al cancha desde la temporada 2009-2010, cuando ascendimos a la C1″, dice Gruber, el único sudtirolés en Benevento, en una entrevista con Sportitalia. Y agrega: “Estoy contento con el resultado, pero al final para mí es secundario. Me gusta irme y ver nuevas ciudades, estadios y aficionados. Los jugadores vinieron a saludarme y recibí la camiseta de (Andrea) Massiello”, recuerda. Tras la victoria por 2-0, los futbolistas se acercaron a la tribuna visitante, donde el único inquilino era Gruber. Además de la remera, el único hincha en Benevento también se llevó un pantalón de Giovanni Zaro.
Un proyecto único
Si Südtirol consigue el ascenso a la Serie A esta temporada, el club habrá subido tres peldaños en la pirámide del fútbol italiano en apenas tres años. Sería su tercera promoción consecutiva. A diferencia de otros clubes, no tiene un solo mecenas o empresario multimillonario que arriesgue su patrimonio para potenciar el equipo. Hay unos 200 accionistas que, cada uno con su parte, contribuyeron a levantar una de las ciudades deportivas más lujosas y avanzadas de todo el fútbol de ascenso en Italia. Hay incluso clubes de la Serie A que no tienen las comodidades de las que goza Südtirol.
Desde cinco canchas con la última tecnología hasta piletas frías y calientes, centros de rehabilitación, laboratorio de datos y todo lo que un plantel profesional puede necesitar. El objetivo de este club no es hacerse competitivo a fuerza de chequera, sino formar futbolistas en sus divisiones inferiores y venderlos a los equipos más poderosos. Y, de ser posible, convertirse en la referencia del Trento y Tirol del Sur: hacer que los jóvenes que quieran dedicarse al fútbol tengan en el club una plataforma en la que potenciarse. Y crecer.
Hannes Fink, el actual vicedirector deportivo, es un ejemplo: colgó los botines al final de la temporada pasada, con el ascenso desde la Serie C a la B, y tras disputar toda su carrera con la camiseta blanquirroja del Sudtirol. Es el jugador modelo: nacido y criado en Bolzano, se convirtió en el futbolista insignia del club (el segundo que más partidos disputó en toda la historia) y siguió trabajando en las oficinas. No le va nada mal en su primera campaña como responsable del equipo: apenas gastó 105 mil euros en un futbolista. Y armó un plantel que, con un entrenador de experiencia, pelea mucho más arriba que lo que presagiaba su presupuesto. Un detalle: en la Serie C nadie ganaba más de 100 mil euros anuales, de acuerdo con un reportaje publicado en El Confidencial, de España.
El Südtirol es el equipo más norteño de todo el fútbol profesional italiano. En las tribunas del estadio Druso (5.500 espectadores de capacidad) se hablan tres idiomas: italiano, alemán y ladino. Los anuncios de los partidos en las redes sociales se hacen para las tres comunidades, que conviven sin problemas y apoyan al equipo. Allí reside la identidad de este club que está a punto de hacer historia. “Este club no representa a una ciudad, sino que es embajador de una provincia entera: el Alto Adige”, se lee en el sitio web oficial. “Se trata de un modelo de integración para tres grupos lingüísticos presentes en esta parte de Italia. El estadio es un punto de encuentro para los hinchas que hablan esos tres idiomas con un solo objetivo: alentar al equipo. No les va nada mal y están en camino de protagonizar una de las historias más asombrosas del fútbol italiano en los últimos tiempos: tres ascensos en tres años.
Una victoria de FC Südtirol