Familiar en Houston preocupado por su madre diabética en Acapulco
CIUDAD DE MÉXICO, octubre 26 (EL UNIVERSAL).- Evangelina Rodríguez es una mexicana vive en Houston, pero su madre y sus hermanos radican en Acapulco. Desde que el huracán "Otis" impactó en este puerto de Guerrero, no tiene noticias de ellos.
"La última vez que me comuniqué con mi madre fue unas horas antes del huracán. Ella decía que iba a estar fuerte, pero no sabía que iba a estar tan fuerte como pasó después", dijo Rodríguez en declaraciones a la cadena Telemundo. "Desde ese día no he sabido nada de ella, ni de mis hermanos".
Rodríguez dijo estar "muy preocupada, porque mi mamá es diabética. Su insulina la mantiene en el refrigerador, y no sé cómo le estará haciendo ahorita". Aludió así al hecho de que, desde el azote de "Otis", que impactó como un huracán categoría cinco, no hay luz en Acapulco porque se cayeron al menos 30 torres de electricidad.
La familia de Rodríguez vive en La Venta, una zona donde el tenor Plácido Domingo ayudó a la construcción de viviendas para personas de escasos recursos y cercana al río Papagayo, que con el huracán se desbordó.
"Están como a cinco minutos del río. Mi madre está un poco más retirada, pero el río cuando se sale, se mete a todas las casas y eso es lo que me preocupa porque mis sobrinos están chiquitos también".
Rodríguez señala que aunque ella vivió en Acapulco, nunca vio un huracán como Otis. La mujer expresó su desesperación por no tener noticias. "He tratado por el celular, he tratado por WhatsApp, por Messenger, con amistades, y nadie contesta. Tengo amigos en el centro también, y nadie contesta".
Cuestionada sobre qué mensaje le gustaría enviarles, la mexicana dijo: "Que los queremos mucho, que los tenemos en nuestras oraciones, que todo va a estar bien y espero a más tardar hoy hablar con ellos y que Dios está con ellos. Todo saldrá bien".
Indicó que junto con su familia están juntando dinero "para poder mandar y a ver en qué se ayuda para todos allá".
De acuerdo con los primeros informes, "Otis" dejó a su paso por Acapulco una gran devastación y provocó la muerte de al menos 27 personas.