Que nunca más nos falten las niñas

El pasado 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, que tiene sus bases en las luchas feministas que se fortalecieron y expandieron en el siglo XX y hasta nuestros días. Movimientos feministas exigiendo equidad, justicia social, derechos y libertades que no tenían. Mucho se ha ganado desde entonces. Las mujeres, generación tras generación, nos hemos ido abriendo camino para ocupar los espacios que nos corresponden y ejercer nuestros derechos.

Pese a los grandes esfuerzos y avances logrados, tenemos que seguir combatiendo cada día contra los múltiples estereotipos y violencias de género que prevalecen y que nos afectan a todas. La lucha es contra estructuras sociales, económicas, políticas y culturales que obstaculizan a las niñas, las adolescentes y las mujeres vivir digna y plenamente.

En nuestro México, las mujeres estamos viviendo hechos atroces y, en particular, las niñas se enfrentan al menos a una doble vulneración: por ser mujeres, y por ser menores de edad. A eso se suman otras múltiples desigualdades y discriminaciones que provocan mayores desafíos, como por ejemplo ser indígenas, migrantes, o tener alguna discapacidad.

Las trayectorias de vida de las niñas están marcadas por las desigualdades, las violencias y la injusticia. Desde sus hogares, muchas de ellas se siguen enfrentando a estereotipos que les dificultan alcanzar su máximo potencial presente y futuro. Sigue siendo cotidiano escuchar a las personas adultas decir frases como “pórtate como señorita”, “las niñas deben estar arregladitas”, “ese juego es de niños”, “las niñas no son buenas para las ciencias”, “corres como niña”, “no llores, te ves fea”. También a las niñas se les asigna la mayor carga de quehaceres domésticos y de cuidados en relación con sus pares hombres. Estas imposiciones y estigmas impiden a las niñas elegir, tener influencia y tomar decisiones sobre sus vidas, su cuerpo y sobre lo que ellas realmente disfrutan. Por si fuera poco, en el contexto de sus hogares las niñas son violentadas sexualmente: 4.4 millones de mujeres mayores de 15 años declararon sufrir abuso sexual durante su infancia, el 70% de los casos fue cometido por algún familiar. 1

Los hogares de las niñas no siempre son seguros para ellas

En las escuelas, las niñas también están expuestas a peligros. 32.3% de las mujeres de 15 años y más declaran que han sufrido violencia en el entorno escolar, 43.4% por parte de un compañero hombre y 16.8% por parte de un maestro hombre.2 Además, enfrentan retos que provocan absentismo escolar, y es que el 43% de las niñas prefiere quedarse en casa durante su periodo menstrual, lo que no solo está relacionado con los síntomas del síndrome premenstrual, 3 sino con las carencias en la infraestructura educativa, pues solo 55% de los planteles de educación básica cuenta con todos los servicios básicos, entre ellos suministro de agua, red de drenaje y servicio sanitario. 4 Esto sin contar los retos económicos que millones de ellas tienen para la compra de productos de higiene menstrual, sobre todo si recordamos que más del 50% vive en condiciones de pobreza. 5

Las escuelas de las niñas no siempre son seguras para ellas

Estamos también ante la terrible realidad de que las niñas en México están siendo asesinadas por el solo hecho de haber nacido mujeres. De 2015 a enero de 2023 se registraron 677 niñas víctimas de feminicidio, solo en 2022 fueron 95 casos, es decir, 8 niñas víctimas cada mes, 6 y esto, sin incluir los casos que se catalogan como homicidio porque no fueron investigados con perspectiva de género.

En 2022 se registraron 1,511 niñas víctimas de trata, ellas representan tres cuartas partes de este delito en menores de 18 años; 7 además, solo en ese año, 1,385 niñas fueron reportadas como desaparecidas. 8 Todas estas historias tampoco incluyen la cifra negra de lo no denunciado.

El espacio público no es seguro para ellas

Lamentablemente podríamos seguir la descripción de múltiples realidades complejas, inadmisibles e indignantes que viven las niñas: explotación laboral y sexual, violaciones sexuales y muchas veces los embarazos en los que derivan, matrimonios forzados, esclavitud.

Esta sociedad, sus dinámicas y el Estado, las están dejando sin alternativas. No están cumpliendo con su obligación de brindarles la máxima protección y las mejores condiciones para alcanzar su pleno desarrollo. La falta de oportunidades para que construyan sus sueños y los cumplan, llevan a que muchas niñas nos sigan faltando:

Nos faltan en las escuelas.

Nos faltan en la ciencia.

Nos faltan en los deportes.

Nos faltan en la política y en la vida pública….

Nos faltan sus sonrisas porque alguien les arrebató la vida.

Lo que no estamos viendo ni atendiendo es lo que las niñas, luchadoras como son, nos exigen. En el trabajo que hago, dicho sea de paso, con mucha pasión por las múltiples oportunidades que me da de luchar por sus derechos junto a ellas y a muchas otras extraordinarias mujeres, he escuchado las demandas de las niñas, exigencias que me emocionan, conmueven y motivan día a día para seguir en este camino, que es de todas y todos. Comparto aquí solo algunos de los deseos que ellas tienen, invitando a que las escuchemos y las acompañemos, con ternura y protección, para que puedan lograr sus anhelos.

  • “Quisiera poder salir a la calle sin sentir miedo, y tener los mismos derechos que los demás.”

  • “Me gustaría que el futuro fuera justo para que las mujeres pudiéramos ir a la universidad y convertirnos en profesionales.”

  • “Yo quiero un futuro sin violencia ni maltrato hacia la mujer, porque ser mujer no es un pecado, es un privilegio.”

  • “Quisiera que hubiera oportunidades para las nuevas generaciones, y tecnología para todos.”

  • “Me gustaría sentirme segura, libre y protegida.”

  • “Quiero ser una cantante de K-pop y romper el molde.”

  • “Quiero participar en el séptimo arte, ser una actriz o una pintora como Frida Kahlo.”

  • “Quiero que las personas tengan más educación para que tengan mejores valores humanos, y así podríamos vivir en una sociedad más segura, sin miedo, sino con justicia y libertad.”

  • “Quiero que las mujeres seamos más reconocidas.”

  • “Quiero estudiar para ser una veterinaria profesional certificada, comprar la casa de mis sueños y una para mis padres, e iniciar un negocio que ayude a los perritos de la calle que no tienen hogar.”

  • “No quiero sentirme valiente, cuando salga a la calle quiero sentirme libre.”

Somos responsables de garantizar para ellas entornos y condiciones favorables. Ninguna niña debería morir porque el patriarcado les sigue arrebatando la vida y porque el Estado no ha tenido la capacidad de protegerlas. Ni una más es una responsabilidad colectiva, todos los días, todas y todos, somos responsables de construir una mejor realidad para ellas, para que nunca más nos falten las niñas.

* Nancy Ramírez Hernández es directora de Incidencia Política en Save the Children en México (@SaveChildrenMx), organización independiente líder en la promoción y defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Trabaja en más de 120 países atendiendo situaciones de emergencia y programas de desarrollo. Ayuda a los niños y niñas a lograr una infancia saludable y segura. En México, trabaja desde 1973 con programas de salud y nutrición, educación, protección infantil y defensa de los derechos de la niñez y adolescencia, en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas. Visita nuestra página y nuestras redes sociales: Facebook: @SavetheChildrenMexico, Twitter: @SaveChildrenMx, Instagram: @savethechildren_mx.

 

1 INEGI, ENDIREH 2017 y 2022.

2 INEGI, ENDIREH 2022.

3 UNICEF, Higiene menstrual. La menstruación es algo natural.

4 CONEVAL, Estudio diagnóstico del derecho a la educación, 2018.

5 CONEVAL, UNICEF, Pobreza infantil y adolescente en México, 2018.

6 Cálculo realizado con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (2023).

7 Cálculo realizado con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (2023).

8 SEGOB, Comisión Nacional de Búsqueda, Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (2023).