Fallece a los 87 años Bob Graham, ex gobernador de Florida y senador de Estados Unidos

Bob Graham, ex gobernador de Florida y ex senador de Estados Unidos que inauguró la era de los exámenes de competencia escolar en el estado, quien sentó las bases de sus modernas políticas medioambientales y se enfrentó a la afluencia masiva de cubanos que huían a través del Estrecho de la Florida a principios de la década de 1980, falleció el martes por la noche, de acuerdo con su familia. Tenía 87 años.

Graham dejó sus huellas en todo el estado a lo largo de sus más de cuatro décadas en la política de la Florida, durante las cuales se hizo conocido por su enfoque pragmático y centrista.

Como gobernador, su programa de restauración de 1983 “Salvemos nuestros Everglades” sirvió de base para cuatro décadas de esfuerzos estatales y federales por recuperar y preservar el flujo natural del llamado “Río de la Hierba”.

Como senador, impulsó una mayor transparencia en torno a los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, al igual que se ganó la reputación de objetor de conciencia al convertirse en uno de los 23 senadores estadounidenses que se opusieron a la petición del entonces presidente George W. Bush de autorizar el uso de la fuerza antes de la guerra de Irak de 2003.

Y en la tribuna, sus “días de trabajo” —una serie de más de 400 actos de campaña que lo acercaron a los floridanos trabajando en empleos corrientes como cargador de basura, cocinero y fabricante de chalecos antibalas— crearon un modelo para los políticos deseosos de parecer obreros.

“Bob Graham dedicó su vida a mejorar el mundo que lo rodeaba”, dijo su familia el martes por la noche al anunciar su muerte. “Los monumentos conmemorativos de esa devoción están por todas partes: desde los Everglades y otros tesoros naturales que se empeñó en preservar, hasta los colegios y universidades que defendió con su compromiso con la educación superior, pasando por el entendimiento global que ayudó a fomentar a través de su trabajo con la comunidad de inteligencia y tantos otros”.

Galería de fotos: “Días de trabajo”: los trabajos que más le gustaban a Bob Graham (en inglés)

Bob Graham nace en Coral Gables

Vestigio del viejo “Miamuh”, Graham nació como Daniel Robert Graham el 9 de noviembre de 1936 en Coral Gables, hijo de Hilda Simmons, maestra de escuela, y Ernest “Cap” Graham, senador del estado de la Florida y agricultor de caña de azúcar y productos lácteos. Graham era el menor de cuatro hermanos en una familia influyente.

Su hermano mayor Philip Graham fue editor de The Washington Post en 1946, cargo que ocupó hasta su muerte en 1963; otro de los hermanos de Graham, William Graham, llegó a ser presidente de The Graham Companies, que urbanizó la ciudad de Miami Lakes a principios de la década de 1960.

Bob Graham asistió a Miami Senior High School en la década de 1950 y fue presidente del cuerpo estudiantil en su último año. Se graduó en Ciencias Políticas por la Universidad de la Florida (UF) en 1959, el mismo año en el que se casó con Adele Khoury, de Miami Shores, con quien tuvo cuatro hijas: la ex congresista Gwen Graham, Cissy Graham McCullough, Suzanne Graham Gibson y Kendall Graham Elias. Ellas, a su vez, le dieron nietos.

“Bob Graham le decía a la gente que su título favorito no era el de gobernador o senador, sino el nombre que le daban sus nietos: Doodle. ‘Cuando soy realmente bueno, me llaman Super Doodle’, le gustaba decir”, escribió su familia el martes por la noche. “Durante 87 años, Bob Graham fue mucho más que realmente bueno: fue una rara colección de logros públicos y rasgos personales que se combinaron para hacerlo inolvidable”.

6/17/1992 (fotografía proporcionada a The Miami Herald): Retrato del senador Bob Graham y su familia. De izquierda a derecha, de arriba a abajo: Adele Graham y el senador Bob Graham, Kendall Graham (de vestido rosa), Suzanne Graham (con vestido blanco), Gwen Logan (la de vestido blanco y rosa floreado) y Cissy McCullough (con el vestido a cuadros). Los hombres y los niños no están identificados.

Luego de graduarse en Derecho por la Universidad de Harvard en 1962, Graham entró en la política. Fue elegido miembro de la Cámara de Representantes de la Florida en 1966, a la edad de 29 años, y reelegido en 1968 antes de saltar al Senado de la Florida en 1970. Cumplió tres mandatos en la cámara alta, representando al Distrito 33, que incluía partes del suroeste del Condado Broward y el noroeste de Miami-Dade.

Como legislador con pedigrí —ayudado por las conexiones que su hermano mayor hizo mientras asesoraba al presidente John F. Kennedy y publicaba The Washington Post—, Graham fue autor de leyes que exigían pruebas de competencia y progreso en las escuelas, al tiempo que empezó a aprobar leyes para limpiar el medio ambiente de la Florida, que hasta entonces no había sido una prioridad para la Legislatura de la Florida.

Graham era algo así como un ideólogo y formaba parte de un grupo conocido como los “Doghouse Democrats”, un grupo más progresista en desacuerdo con el sistema establecido del Panhandle de la Florida; también se sentía presionado para triunfar.

Jack Gordon, un banquero de Miami Beach que trabajó en el Senado con Graham, le contó a Orlando Sentinel en 2003 que, cuando Graham le dijo en un vuelo de vuelta de Tallahassee que se postularía a gobernador, se lo dijo así: “El año que viene cumpliré 40 años y tengo que hacer algo de verdad”.

Los días de trabajo de Bob Graham

En 1974, cuando Graham era presidente de la Comisión de Educación del Senado, un grupo de estudiantes de secundaria alteró su trayectoria vital y política cuando acudieron a una audiencia en Jacksonville para quejarse de la comida en la escuela.

“Lo que me sorprendió fue que hubieran acudido al Senado estatal para intentar buscar alivio”, dijo Graham durante una entrevista concedida en 2009 a Miami Herald. “Les pregunté si éramos las primeras personas con las que habían hablado y me dijeron que no, que también habían hablado con el alcalde de Jacksonville y con el jefe de policía electo del Condado Duval y ninguno de ellos les dijo que podían darles ninguna ayuda”.

Graham compartió la historia con un grupo de maestros de educación cívica unas semanas más tarde, calificándola de “indicio de que algo iba mal en nuestra enseñanza del civismo si los estudiantes de último curso de secundaria pensaban que el alcalde, el jefe de policía electo y la Legislatura estatal controlaban las pizzas grasientas de su cafetería”.

Según cuenta la historia, su toma de postura irritó a una de las maestras, amiga de Graham, quien se levantó y le dijo enfadada a Graham que estaba harta de que políticos despistados “dijeran a los maestros cómo hacer su trabajo”.

“Acabé enseñando 18 semanas de educación cívica en Carol City Senior High School” en el Condado Miami-Dade, le dijo Graham más tarde al Herald. “Fue un acontecimiento que me transformó la vida. Conocí la realidad de una gran escuela secundaria, los estudiantes, los profesores, los padres, los administradores; asimismo, y tal vez lo más importante, aprendí el valor y la importancia de aprender haciendo, en lugar de aprender leyendo sobre ello o de que alguien te dé una conferencia al respecto”.

El experimento se convirtió en un elemento básico de la personalidad política de Graham, quien inició una serie de “jornadas de trabajo” en las que se dedicó a talar plantas de marihuana caseras con un machete, colgar paneles de cristal de 600 libras en una obra de construcción del Condado Duval, trabajar como grip en el rodaje de una película de Burt Reynolds e incluso hacer feliz a los niños como Papá Noel en un centro comercial.

En 1978, durante una jornada de campaña como botones en Sheraton Twin Towers de Orlando, acabó entregando una bolsa en la suite del penthouse de su oponente, el entonces fiscal general Bob Shevin, favorito en las primarias demócratas para gobernador.

Graham, multimillonario, cumpliría 100 días de trabajo durante su primera campaña a gobernador y 408 en total a lo largo de 30 años.

“Sus días de trabajo son una extensión de su creencia en un estilo personal de gobernar”, escribieron los colegas de Graham en el Senado en un discurso de despedida leído en el pleno del Senado cuando Graham se jubiló. “Trabajando estrechamente con los floridanos, Graham conoció las esperanzas y los retos a los que se enfrentan. Para él, no había sustituto para ese tipo de experiencia en el trabajo”.

1/5/00, Broward: El senador estadounidense Bob Graham ladrando una orden mientras lava a Duchess, uno de los elefantes del circo Ringling Bros. que actúa en National Car Rental Center. Graham cumplía su 355º día de trabajo en el circo.
1/5/00, Broward: El senador estadounidense Bob Graham ladrando una orden mientras lava a Duchess, uno de los elefantes del circo Ringling Bros. que actúa en National Car Rental Center. Graham cumplía su 355º día de trabajo en el circo.

El gobernador Graham

El truco ayudó a Graham —cuyo padre se había presentado sin éxito a gobernador 34 años antes— a ganar las elecciones a gobernador de 1978. Su campaña incluyó una canción de lucha: “Bob Graham es un crack. Apoya a Graham”. Graham era conocido por cantar en los mítines de campaña.

Durante sus ocho años como gobernador —fue reelegido en 1982 con el 64% de los votos—, Graham se labró una reputación de trasnochar, llamar a su personal madrugador y preferir el trabajo duro a las palmaditas en la espalda. Habitualmente llegaba tarde a reuniones y citas debido a sus largas conversaciones, aunque su desinterés por las pláticas cortas también llevó a algunos a creer erróneamente que era distante.

Sin embargo, Graham —cuya transformación de intelectual a “hombre corriente” podría ejemplificarse en su decisión de dejar de llamarse D. Robert Graham para llamarse simplemente Bob— también podía ser extravagante y autodespreciativo.

En 1986, durante las representaciones anuales de la prensa en Tallahassee —una novatada entre los periodistas del Capitolio que a menudo incluía una “refutación” del gobernador—, Graham llegó vestido de militar, respaldado por Florida A&M Marching 100, para declararse “gobernador vitalicio”. Otro año, Graham se presentó con el fallecido crooner Jimmy Buffett, un amigo, y cantaron una versión de “Margaritaville” del cantante que titularon “Wasting Away in Tallahassee”.

Para Miami Story en Neighbors, David Pearson (a la izquierda), Sentor Bob Graham (al centro) y Jimmy Buffett (a la derecha) en el evento Save The Manatee.
Para Miami Story en Neighbors, David Pearson (a la izquierda), Sentor Bob Graham (al centro) y Jimmy Buffett (a la derecha) en el evento Save The Manatee.

Para entonces, Graham se había ganado a fans y críticos por igual y la mayoría de los detractores reconocían a regañadientes sus éxitos.

Aun así, el primer año de Graham como gobernador se consideró lento y su ambición tan amplia que en cierto modo carecía de rumbo, lo que le valió el apodo de “Gobernador Jello” por ser indeciso y lento; además, se enfrentó a intensos desafíos.

Fue gobernador de Florida en abril de 1980, cuando el entonces dictador cubano Fidel Castro —reaccionando a los miles de cubanos que buscaban refugio en la embajada de Perú en la isla comunista— abrió las compuertas a las masas de refugiados cubanos y haitianos que querían escapar. Se calcula que 125,000 cubanos, muchos a bordo de embarcaciones improvisadas, algunos liberados de prisiones e instituciones psiquiátricas, recorrieron las 90 millas del estrecho de la Florida, tomando desprevenida a la administración de Jimmy Carter.

Robert McKnight, en aquel momento senador estatal en representación de Miami-Dade y los Cayos de la Florida, recordó en un artículo de opinión de 2018 que el 20 de abril, cuando el primero de los cientos de barcos empezó a llegar a Cayo Hueso, un ayudante de Graham lo fue a buscar a Tallahassee para que se reuniera con él en el despacho del gobernador en el Capitolio estatal. McKnight dijo que, cuando él y su esposa llegaron, encontraron al gobernador, a su personal y a un representante estatal de Cayo Hueso gritando, con el entonces congresista de Miami Dante Fascell, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, que estaba en un altavoz.

“Las televisiones estaban encendidas en el despacho de Graham. ABC, CBS y NBC cubrían en directo La Habana, el Estrecho, Cayo Hueso y Miami. Los helicópteros tenían equipos de televisión a bordo grabando miles de pequeñas embarcaciones haciendo el peligroso viaje en mares peligrosos, con docenas de cubanos angustiados colgados de las embarcaciones”, dijo McKnight. “Fascell dijo que el presidente Carter estaba esperando la recomendación de Florida para que Estados Unidos actuara”.

La migración masiva, que Castro anunció sin previo aviso, creó una crisis humanitaria en el sur de la Florida, tensiones raciales y preocupaciones por una ola de delincuencia como la que se describe en la icónica película de Brian de Palma “Scarface”, con el actor Al Pacino en el papel de un capo cubano de la cocaína, una película que Graham presionaría más tarde para que se mantuviera en Miami, ya que los cineastas se enfrentaron a la resistencia por el contenido de la película. Graham declaró el estado de emergencia el 28 de abril.

En los años siguientes, Graham se enfrentó a las administraciones de Jimmy Carter y más tarde a la de Ronald Reagan, argumentando que el gobierno federal había abdicado de su responsabilidad de abordar la crisis federal de inmigración que se estaba produciendo en el estado de Florida.

Graham, en un prólogo que escribió para el libro “Florida and the Mariel Boatlift: The first 20 Days”, dijo que la repentina decisión de Castro de abrir las compuertas se produjo en un momento especialmente vulnerable para Estados Unidos y para el sur de la Florida.

Carter, a quien Graham apoyó y nominó más tarde ese mismo año para la reelección en la Convención Nacional Demócrata de 1980, estaba herido por la crisis de los rehenes iraníes y una fallida misión de rescate de rehenes que acababa de provocar la dimisión de su secretario de Estado; por otro lado, el Condado Miami-Dade, escribió Graham, “aún se tambaleaba por las inundaciones, la escasez de combustible y agua y las secuelas del huracán David”, pero, debido a la preocupación de Carter, los gobiernos estatal y local asumieron la carga de la crisis.

Graham tuvo que enfrentar otras crisis como gobernador, incluida una huelga de camioneros en 1979 que lo obligó a llamar a la Guardia Nacional.

Graham, de la religión protestante congregacionalista, también firmó múltiples sentencias de muerte como gobernador, lo que le valió los apodos de “Bob el Sangriento” y “Gobernador Muerte”. Graham estableció un récord durante su segundo mandato de órdenes de ejecución firmadas durante el mandato de un gobernador de la Florida, con 15, que se mantuvo hasta que el ex gobernador Rick Scott lo superó. El número de presos ejecutados por Graham ha sido un punto de controversia para los críticos, que especulan que Graham intensificó el ritmo durante los años electorales; sin embargo, menos notorio es que Graham se negó a firmar 20 órdenes de ejecución.

También dejó un sistema penitenciario superpoblado que obligó a su sucesor Bob Martínez a aliviar la carga liberando a miles de presos.

La ex primera dama de la Florida Adele Graham y el ex senador y gobernador de la Florida Bob Graham entre el público mientras el Caucus Progresista Demócrata de la Florida (DPCF) celebra un Foro de Candidatos a Gobernador, esto como parte de la recaudación de fondos anual del Partido Demócrata de la Florida, en Diplomat Beach Resort, en Hollywood, el sábado 17 de junio de 2017.

El senador Graham

En 1986, ante la limitación de mandatos, se presentó como candidato al Senado de Estados Unidos, derrotando a la senadora republicana Paula Hawkins. Graham fue reelegido en 1992 y de nuevo en 1998, cada vez por un margen abrumador. En su tercera y última campaña de reelección contra el entonces republicano Charlie Crist, Graham ganó por 25 puntos porcentuales.

Como senador, Graham llegó a encarnar el ala pragmática y centrista del Partido Demócrata al mismo tiempo que asumía una serie de importantes tareas, como la de copresidente de la Comisión Nacional sobre el Vertido de Petróleo de British Petroleum Deepwater Horizon en el Golfo de México en 2010; por otra parte, pasó una década en el Comité Selecto de Inteligencia del Senado, un púlpito de intimidación que usó para presionar al gobierno estadounidense para que divulgara más información sobre los atentados terroristas del 11-S, especialmente en lo relativo a la implicación de una familia saudí residente en Sarasota.

En 2004, Graham publicó “Intelligence Matters: The CIA, the FBI, Saudi Arabia and the Failure of America’s War on Terror”, uno de los múltiples libros de su autoría. El más reciente fue “Rhoda the Alligator”, un libro infantil publicado en 2020.

Antes de las elecciones de 2004, Graham lanzó una oferta exploratoria para presentarse a la presidencia, un puesto que la gente de su entorno creía que siempre había codiciado, desde su época de gobernador. Ya había sido considerado como posible compañero de fórmula en repetidos ciclos presidenciales y terminó en la lista de Bill Clinton en 1992 antes de que este se decidiera por Al Gore, pero la campaña de Graham se tambaleó después de someterse a una operación a corazón abierto en enero de 2003 y retiró su candidatura a finales de año, antes de llegar a los caucus de Iowa.

Al retirarse del Senado en enero de 2005, Graham llevaba 38 años consecutivos en cargos públicos.

Nunca perdió unas elecciones.

Alexandra Glorioso, redactora de Herald/Times Tallahassee Bureau, contribuyó a este reportaje.