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Le fallaron a mi hija, a mis nietos y a mí: madre de Danna

TORREÓN, Coah., mayo 29 (EL UNIVERSAL). - La señora Rosa María Rocha pidió apoyo a las autoridades estatales y federales para regresar a Estados Unidos y ver a sus tres hijos, luego de más de siete años que vino a México para exigir justicia por el feminicidio de su hija Danna Milagros Cigarroa Rocha en Torreón, Coahuila.

El 10 de octubre de 2015, su hija Danna Milagros, de 26 años, fue apuñalada y asesinada por su esposo tras una discusión. La señora Rosa María vivía con sus tres hijos y el padre de ellos en Estados Unidos cuando fue avisada por familiares. Fue entonces que decidió viajar de regreso para hacer justicia por su hija y hacerse cargo de la custodia de sus dos nietos.

Sin embargo, desde entonces Rosa María no ha podido regresar a Estados Unidos y, en consecuencia, no ha visto en más de siete años a sus tres hijos que tenían 14, 12 y ocho años cuando se vio obligada a regresar a México.

“Siempre he pedido apoyo, que me ayuden, que tienen los medios para poder regresar a Estados Unidos, pero no hay seguimiento. Me hacen falta mis hijos”, comentó la madre.

En Torreón, Rosa María sufrió primero el calvario de hacer justicia por su hija. De hecho, el asesinato de su hija no fue clasificado como feminicidio, sino como uxoricidio (asesinato de una mujer a manos de su marido) con circunstancia calificativa de ventaja. Así fue sentenciado el marido un año después.

Cinco meses antes de ser asesinada, Danna había interpuesto una denuncia por violencia. Inclusive contó que su marido le había advertido que la iba a matar a puñaladas. Pero ninguna autoridad dio seguimiento a la denuncia.

Después del asesinato, Rosa María buscó la patria potestad de sus nietos hasta que la consiguió. Ahora quiere volver a Estados Unidos con sus nietos y reencontrarse con sus hijos, pero es fecha que nadie la apoya.

Su hijo mayor, que ya es adulto y tiene ciudadanía estadounidense, contrató un despacho de abogados para solicitar el regreso y residencia de su madre, pero el proceso cuesta 7 mil dólares, según Rosa María.

A la señora le propusieron traer a sus hijos a México, pero ella se niega. “Le fallaron a mi hija, a mis nietos, me siguen fallando a mí, y ahora quieren fallarle a mis otros hijos”, reclamó.

Para Rosa María, traer a sus hijos significa truncarles la vida. Quiere reunir a su familia en Estados Unidos y empezar de nuevo juntos.