RÍO DE JANEIRO.- En medio de una seguidilla de marcas con temperaturas récord en todo el mundo, un calor sin precedentes para esta época del año está sofocando a Brasil y otras partes de América del Sur.

Para Río de Janeiro y sus casi 7 millones de habitantes, el calor demostró ser disruptivo, pero también letal. Por las agobiantes temperaturas que se vivieron el viernes por la noche, durante un show de Taylor Swift murió una fan de la cantante. Y el sábado hacía tanto calor que la artista decidió posponer el concierto previsto para esa noche. “La seguridad y el bienestar de mis fans, de mis artistas y de mis técnicos siempre estará primero para mí”, dijo Swift a través de un posteo en Instagram el sábado por la tarde.

Aunque en el hemisferio sur todavía es primavera, las temperaturas ya están muy por encima de cifras típicas de verano, para el que todavía falta más de un mes.

Un centro estancado de alta presión, el fenómeno de El Niño y el cambio climático causado por el hombre convergen para generar estas temperaturas extremas y fuera de temporada.

¿Cuánto calor está haciendo?

Río de Janeiro sufre desde hace días un demoledor mix de calor y altísima humedad. El viernes al mediodía las temperaturas rozaron los 36°C y el punto de rocío, una medida de humedad, rondaban los 25°C. Cuando el punto de rocío es superior a los 23°C, la humedad es asfixiante.

Un punto de rocío es de 25°C implica aproximadamente 23 gramos de agua suspendidos en cada metro cúbico de atmósfera.

También el viernes, la sensación térmica superó los 50°C. El sábado, el historiador del clima Maximiliano Herrera tuiteó que en los suburbios de Río la sensación térmica había superado los 58°C, y el sistema Alerte Río midió una sensación térmica de 59,7°C en Guaratiba, en la zona oeste de la capital carioca, un récord desde que se toman esas mediciones.

Cuanto más alta es la sensación térmica, menos sudor evapora de nuestro cuerpo, porque el aire ya está cerca de su punto de saturación de almacenar humedad. Por eso la piel evapora menos calor y pueden generarse problemas en la regulación de la temperatura corporal. Si el problema no se controla, puede provocar insolación o golpe de calor.

El sábado, las temperaturas en Río fueron peligrosamente altas y batieron récords. El sábado por la mañana, el aeropuerto Jacarepaguá-Roberto Marinho informó una sensación térmica de 55°C, producto de la combinación de una temperatura cercana a los 36°C y un punto de rocío de 30°C. La mayoría de los otros aeropuertos de la ciudad registraron temperaturas elevadas, de entre 40°c y 42°C.

Según Herrera, en la ciudad de Seropédica, un suburbio tierra adentro, a unos 60 kilómetros al noroeste de Río, la temperatura alcanzó los 42,6°C, un récord para el mes de noviembre.

Los récords también se extendieron a Bolivia y Perú. Según Herrera, el sábado hubo máximas récord para noviembre en la localidad peruana de Tingo de Ponaza (39,2°C) y en la ciudad boliviana de Cobija (39°C).

La ola de calor llegó a Brasil hace aproximadamente una semana. La BBC informó que se emitieron alertas rojas para casi 3000 localidades debido al calor “insoportable”. El 12 de noviembre se informó que en Río la temperatura había alcanzado los 42,5°C, un récord para ese mes.

Los pronósticos anticiparon que el calor empezaría a disminuir un poco a partir del domingo, pero que en el centro de América del Sur las temperaturas igual se mantendrán por encima de lo normal durante toda esta semana.

Un combo de razones

Justo frente a las costas de Brasil se ha instalado un sistema de alta presión superficial de sentido antihorario que contribuye a elevar las temperaturas. Ese frene de alta presión atrae los vientos cálidos y húmedos del norte, que bombean su humedad característica de la selva amazónica. También se genera una “cúpula de calor” o cresta de aire caliente que empuja el aire de arriba hacia abajo.

Las temperaturas también suben por un recrudecimiento del fenómenos de El Niño, un patrón climático asociado con un aumento de la temperatura de las aguas oceánicas del Pacífico tropical.

Además, la frecuencia, intensidad y duración de estos fenómenos de calor extremo también están aumentando por efecto del cambio climático causado por el hombre. El planeta acaba de vivir el período de 12 meses más caluroso del que se tengan registros y los últimos cinco meses han sido todos los más cálidos que se hayan observado.

Según Naciones Unidas, Brasil se calentó 0,9°C en apenas unas décadas. Y se cree que los cambios en el uso de la tierra, incluida la deforestación del Amazonas, no harán más que acelerar ese proceso.

Matthew Cappucci y Jaron Samenow

Traducción de Jaime Arrambide