Advierten que Brasil tendrá un diciembre de clima extremo por El Niño

Miles de personas en la playa en medio de una ola de calor récord en Ipanema el 15 de noviembre de 2023, en Río de Janeiro, Brasil
Miles de personas en la playa en medio de una ola de calor récord en Ipanema el 15 de noviembre de 2023, en Río de Janeiro, Brasil - Créditos: @Wagner Meier

RÍO DE JANEIRO.- Lo peor está por llegar, según los científicos: habrá un empeoramiento de los extremos climáticos en Brasil a medida que El Niño se acerque al pico de su actividad en diciembre.

Los expertos predicen que la sequía en la Amazonia se agravará, así como el calor en el centro-oeste y el sudeste y las lluvias torrenciales en el sur. La situación en el noreste es preocupante, ya que se da por segura una sequía severa en la región para principios de 2024.

La advertencia se hizo el jueves en el evento “Crisis climática y desastres como consecuencia de El Niño 2023-2024: impactos observados y esperados en Brasil”, que reunió a algunos de los principales climatólogos del país en la Academia Brasileña de Ciencias (ABC), en Río.

Las personas se bañan a la noche en la playa de Arpoador en Río de Janeiro por las altas temperaturas
Las personas se bañan a la noche en la playa de Arpoador en Río de Janeiro por las altas temperaturas - Créditos: @André Coelho

La situación es peligrosa. La lluvia debería haber empezado en la Amazonia central, pero llegó muy débilmente. La sequía en el norte se prolongará y acentuará. También en el noreste ya hay señales de que la lluvia se retrasará y habrá sequía. Llevamos meses avisando, y el escenario no hace más que empeorar. Los gobiernos deberían haber estado preparados”, dijo José Marengo, coordinador general de Investigación y Modelización del Centro Nacional de Vigilancia y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden).

Inundaciones en Muçum, en Rio Grande do Sul, en Brasil
Inundaciones en Muçum, en Rio Grande do Sul, en Brasil

El año 2023 se perfila como el de más extremos climáticos simultáneos en el país, con una ola de calor en el centro-oeste, sureste y parte del nordeste; sequía en el norte y lluvias intensas en el sur. También será el más caluroso de los últimos 125.000 años, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Marengo señaló que no es solo la intensificación de El Niño lo que está distorsionando el clima. El Atlántico Norte permanece muy caliente ya cerca del invierno en el Hemisferio Norte, influyendo en las condiciones climáticas de la Amazonia y del nordeste.

Efecto combinado

Los científicos destacan que Brasil está experimentando extremos que, en años de El Niño, solían ocurrir en verano. La previsión es un resultado probable de la combinación del fenómeno y el cambio climático.

Regina Rodrigues, coordinadora de catástrofes naturales de Rede Clima, subrayó que éste es ya uno de los El Niño más fuertes. El Pacífico tropical, donde se origina el fenómeno, está 1,8°C más caliente. Eso es suficiente para situar a El Niño en la categoría de intenso a muy intenso.

“Este El Niño ha empezado a manifestarse en Brasil con un mayor calor generalizado y lluvias torrenciales en el sur. La sequía en la Amazonia se esperaba para el verano y comenzó a finales del invierno. Debería seguir agravándose y golpear con fuerza al noreste a principios de 2024, con un vacío en la temporada de lluvias, que normalmente comenzaría en marzo”, advirtió Regina.

Un incendio forestal arde en la región de la carretera Transamazónica en septiembre de 2022 (Archivo)
Un incendio forestal arde en la región de la carretera Transamazónica en septiembre de 2022 (Archivo) - Créditos: @Edmar Barros

La investigadora señaló que el suelo está muy seco en el norte y en el nordeste semiárido, lo que aumenta la gravedad de la sequía. Lo más visible en la Amazonia son los ríos secos, entre ellos el Amazonas, el mayor del mundo en caudal, el Negro y el Madeira, que están en sus niveles más bajos de la historia.

El climatólogo Carlos Nobre, copresidente del Panel Científico para la Amazonia, presentó datos que muestran que la propia selva se está marchitando, con la combinación de sequía e incendios, y se prevé un aumento del 300% en la mortalidad de los árboles.

Nobre advirtió del riesgo en el Noreste y dijo que en 2012 y 2013, cuando hubo una grave sequía en la región semiárida, el gobierno ayudó a minimizar el impacto con medidas como el programa de cisternas.

“Los programas se han paralizado y deben reanudarse. O tendremos graves problemas sociales”, señaló.

La gravedad de la situación también se mide en el número de olas de calor. Nobre mostró un estudio publicado en 2021 en la revista Science, que estimaba que una persona nacida en 1960 experimentaría al menos siete olas a lo largo de su vida. En Brasil, en 2023, las olas ya suman ocho.

Por Ana Lúcia Azevedo