Otro extra innings, otro juego de una carrera, otra derrota de los Marlins en La Pequeña Habana

Otro juego decidido por una sola carrera. Otro juego que hunde más a los Marlins en la tabla de posiciones. Otro juego que marca la hegemonía de los Rays sobre sus rivales dentro de la Florida. Otro juego más que caen en extra innings. Otro juego más...

Lo irónico es que el choque resultó en extremo interesante, cerrado y de buen pitcheo por ambas partes hasta que Tampa Bay descargó su golpe mortal en la 10ma entrada para imponerse el miércoles en la noche 2-1 a los peces en el loanDepot park, delante de 7,420 aficionados.

“Este fue un juego donde el equipo estuvo metido de principio a fin’’, comentó el piloto Don Mattingly,quien había criticado la derrota de la jornada previa. “Todo comenzó con Trevor, quien lanzó muy bien para nosotros, pero no pudimos hacer mucho en lo ofensivo’’.

Como si fuera poco, el equipo recibió la mala noticia de que Miguel Rojas no podría alinear debido a molestias en una muñeca y terminó el desafío con otra mala noticia: Jon Berti padece de dolores en la cadera, dos situaciones que pueden complicar mucho más el resto de la contienda.

Este fue el cuarto partido de extra innings para Miami en los últimos siete desafíos, sumando un en Oakland y estos tres durante la estancia en La Pequeña Habana, pero en los cuatro terminaron del lado incorrecto de la ecuación, como en las más de las veces de choques decididos por una anotación.

Los Marlins empataron una marca de 50 choques decididos por una carrera que viene del 2021, pero encajaron su derrota números 29 -la mayor cantidad en las Mayores- en tal situación, lo que prueba de manera clara su inhabilidad de crecerse para asegurar victorias.

El tercera base de los Rays de Tampa Bay Yandy Díaz batea un hit en el priimer inning del partido ante los Marlins, celebrado el 31 de agosto de 2022 en Miami. David Santiago/dsantiago@miamiherald.com
El tercera base de los Rays de Tampa Bay Yandy Díaz batea un hit en el priimer inning del partido ante los Marlins, celebrado el 31 de agosto de 2022 en Miami. David Santiago/dsantiago@miamiherald.com

Mattingly había hablado de sus esperanzas en que Rogers lanzara como en su mejor versión, porque los reportes de sus aperturas de rehabilitación en las Menores hablaban de un lanzador que se mostraba más confiado que en la primera mitad de temporada.

Rogers, quien perdió 31 partidos por espasmos en la espalda y estuvo fuera desde el 26 de julio, ciertamente cumplió con las expectativas de Mattingly porque en seis episodios de faena recordó al serpentinero que en el 2021 resultó una de las revelaciones del béisbol y le ganó una visita al Juego de las Estrellas.

Sin dudas, Rogers no inició la actual contienda con igual éxito y muestra de ello es que inició este segundo partido contra Tampa Bay con 5.85 de promedio de carreras limpias, debido a unos primeros meses de mucha inconsistencia que ni él mismo sabía ubicar la raíz de los problemas.

Contra los Rays, sin embargo, el zurdo solo admitió una anotación en la sexta entrada cuando el colombiano Harold Ramírez -un viejo conocido de los Marlins- disparó un metrallazo que remolcó para la goma al cubano Yandy Díaz, quien había llegado a la intermedia con un doble.

El jardinero de los Marlins JJ Bleday batea en el segundo inning del partido ante los Rays de Tampa Bay, celebrado el 31 de agosto de 2022 en Miami. David Santiago/dsantiago@miamiherald.com
El jardinero de los Marlins JJ Bleday batea en el segundo inning del partido ante los Rays de Tampa Bay, celebrado el 31 de agosto de 2022 en Miami. David Santiago/dsantiago@miamiherald.com

Fuera de eso, Rogers lanzó con soltura y aplomo, utilizando secuencias inteligentes de envíos que las más de las veces sacaron de balance a los fogueados bateadores de Tampa Bay, además de ponchar a cinco hombres y regalar un pasaporte.

Cuando se marchó, Rogers aún cargaba con la potencial derrota, pero Jon Berti se encargaría de eliminar esa posibilidad en la parte baja de la entrada con su tercer cuadrangular de la temporada ante los envíos de Drew Rasmussen, quien hizo una mueca en muestra de reconocer su error, incluso antes de que la bola chocara con el bate del infielder de Miami.

Ese también sería el único problema de Rasmussen a lo largo de seis episodios de cuatro imparables con cuatro ponches y cero base por bolas