El extraño trastorno alimentario que inspiró una película y que padecen, sobre todo, los niños
La película norteamericana Swallow, que se estrenó en 2019, basa su trama en un trastorno poco conocido, la pica. La protagonista del film, Hunter, que está embarazada, consume compulsivamente objetos peligrosos que no son comestibles, como clavos, una canica, alfileres o tierra.
Según los especialistas consultados, la pica es un trastorno de la conducta alimentaria poco frecuente que, sobre todo, se presenta en niños, en especial en aquellos de bajos recursos por estar mal alimentados y en contextos, muchas veces, hostiles. Esta patología genera que se ingieran de manera constante, por un período de al menos un mes, sustancias o elementos que no son nutritivos y que incluso pueden ser peligrosos para el organismo. Los expertos señalan que es un comportamiento que también se ha documentado en algunos animales cuando están, por ejemplo, mal nutridos.
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Las consecuencias de la pica, señalan los médicos, son difíciles de precisar y dependerán de muchos factores. Es posible que una persona elimine los elementos ingeridos sin presentar demasiadas complicaciones, aunque también el consumo de productos no comestibles puede derivar en una intoxicación, un cuadro de parasitosis o una intervención quirúrgica si el objeto se atasca en la vía digestiva. A su vez, indican que el manejo del cuadro demanda de la intervención de especialistas de distintas disciplinas, ya que requiere de un abordaje integral.
“Se trata del deseo sostenido de ingerir elementos que no son alimento. Es un trastorno alimentario que muchas veces aparece en la infancia. Se confunde con un trastorno psicológico porque, con frecuencia, los pacientes con pica tienen un trastorno psicológico de base o un déficit cognitivo”, señala Mónica Katz, fundadora del Equipo de Trastornos Alimentarios del Hospital Durand y autora del libro El método No dieta.
Las causas de la pica, indica Katz, son muchas. Por lo general, se vincula con carencias emocionales o nutricionales. “Algunos especialistas interpretan que los pacientes con pica comen objetos por la carencia afectiva. Otras veces es orgánico o por el deterioro cognitivo de la persona”, agrega.
Juan Pablo Mouesca, pediatra y psiquiatra infantil, miembro del Comité de Familia y Salud Mental de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), sostiene que la pica se suele relacionar con la negligencia parental, problemas nutricionales, autismo, esquizofrenia o problemas cognitivos.
Cuándo es un comportamiento patológico
Mouesca resalta que es necesario ser precavido y no diagnosticar la pica antes de los dos años, ya que es normal que los chicos más pequeños se lleven muchos objetos a la boca. “Es muy frecuente que los bebés menores de dos años tengan ese comportamiento, pero a esa edad es algo esperable, por eso no hay que apresurarse con el diagnóstico”, dice.
A su vez, el especialista describe que, si bien muchas veces es complejo llegar a la causa que provoca la pica, la anemia es un factor que suele desencadenarla, más allá de los casos en los que los pacientes tienen trastornos cognitivos de base. “La pica puede, además, relacionarse a otros hábitos orales, como puede ser la tricotilomanía, que es tirarse de los pelos y comérselos”.
Si bien la película Swallow retrata el trastorno en una mujer adulta, “la pica es mucho menos frecuente en adultos, aunque hay casos en personas mayores de edad. Para analizar el disparador de la pica en pacientes adultos, salvo que sea un caso de deterioro cognitivo, ya hay que pensar en un trastorno alimentario y, en general, la pica suele estar acompañada por la rumiación”, aclara Katz. “La rumiación es el acto de comer y escupir. En esos casos, sí hay que buscar la raíz psicopatológica, por eso es distinto a un cuadro en un niño. En un niño hay que buscar un déficit nutricional, problemas de contención o deterioros cognitivos”, añade.
Cúal es el tratamiento para la pica
Katz detalla que, más allá de atender los efectos inmediatos, como puede ser una intoxicación o una anemia, en los casos de las familias con ciertas dificultades hay que atender a todo el entorno familiar.
“Cuando no hay dificultades cognitivas, se le enseña al niño a diferenciar lo que es comestible y lo que no lo es. En cambio, el problema suele persistir cuando hay un tema cognitivo. Como es una enfermedad multifactorial, es importante que el pediatra piense a la enfermedad de esa manera”, analiza Katz.
“Tiende a disminuir con el tiempo, pero eso dependerá de cada paciente. Y el tratamiento debe ser personalizado e integral”, subraya Mouesca.
Graciela Onofrio, psiquiatra miembro de la Asociación de Psiquiatras de Argentina (APSA) y de la World Psychiatric Association (WPA), explica que la mayoría de los niños con hábitos de pica expresan, en esta sintomatología, la punta del iceberg de problemáticas estructurales más importantes.
“Desde este enfoque, surge la relevancia del trabajo interdisciplinario entre diferentes especialistas que puedan evaluar adecuadamente el estado evolutivo, psicodinámico, nutricional y situacional del niño por el cual se consulta frente a este trastorno alimentario. En el caso de adultos, es importante evaluar la compulsión a estas ingestas y evaluar, si lo hubiera, un trastorno obsesivo compulsivo en base a la ansiedad y compulsión a ingerir. La pica es un síndrome poco conocido y poco prevalente, pero de moderada a severa gravedad, y no existe un tratamiento específico”, subraya la especialista.