Los expertos vaticinan un verano severamente seco, a pesar de las lluvias de los últimos días

La excepcional e intensa ola de lluvias que azota estos días Europa no va a mitigar el impacto de un verano severamente seco en todo el continente.

En las últimas semanas se han producido inundaciones repentinas en varios países como Croacia, Serbia e Italia. Con todo, los expertos afirman que a pesar del agua caída, el suelo, probablemente, no sea más fértil.

"Uno de los problemas de las precipitaciones, sobre todo de las muy intensas, tras un largo periodo de sequía, es que a menudo el agua recargada no va realmente a donde tiene que ir", explica a Euronews la directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, Samantha Burgess. "En una situación de sequía, no queda humedad en la superficie del suelo, por lo que la tierra está muy dura. Y cuando el suelo está muy duro, en lugar de que la lluvia empape y recargue los niveles de agua y los embalses y ríos, simplemente corre directamente por la superficie de la tierra y provoca estas catastróficas inundaciones".

Las "sequías repentinas"

Los expertos también recuerdan cómo en la última década las sequías se dan de forma más rápida. El profesor Justin Sheffield, jefe de Geografía y Ciencias Ambientales de la Universidad de Southampton, lo explica.

"Un concepto más nuevo que existe desde hace una década más o menos son las sequías repentinas, que empiezan mucho más rápido", cuenta Sheffield. "Y por eso quizá tengamos mayores impactos, al menos a corto plazo. Y evolucionan rápidamente porque hay déficits repentinos de precipitaciones, pero también suelen ir acompañadas de altas temperaturas que agotan rápidamente la humedad del suelo para una transpiración de vapor".

Aunque todavía es difícil predecir lo seco que será el verano, sí que existen medidas sencillas que uno puede adoptar para ahorrar agua:

"Se trata de adaptar nuestro comportamiento en los hogares", recuerda Samantha Burgess. "Lavar menos, cerrar los grifos, duchas más cortas... Pero también significa elegir alimentos y optar por cultivos que consuman menos o necesiten menos agua para sobrevivir a las temperaturas europeas a las que nos enfrentamos ahora".