Tengo experiencia y capacidad para ser la primera presidenta: Paredes

Víctor Gamboa

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 7 (EL UNIVERSAL).- Con una larga trayectoria política, en la que ha fungido como gobernadora, presidenta del PRI, diputada y senadora, entre otros cargos, Beatriz Paredes Rangel afirma convencida que tiene la capacidad y la experiencia suficientes para ser la primera mujer presidenta de México.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la senadora levanta la mano para ser la candidata de la alianza opositora en 2024 y ganar las elecciones para encabezar un gobierno de coalición que incorpore a las personas más valiosas y resuelva la difícil situación en la que está el país.

Señala que las cosas en México van mal, con muchos problemas en economía, salud, educación e inseguridad pública, con el riesgo, además, de un "retroceso autoritario" en materia de conquistas democráticas y órganos autónomos.

¿Por qué quiere ser Presidenta de México?

— Porque estoy convencida de que la posibilidad de ser competitivos para la oposición es mediante una alianza. Entonces, insistiré en la posibilidad de participar a través de una alianza.

Me parece que México tiene muchos problemas. La situación económica se está descomponiendo y si no hay algunas rectificaciones importantes, que no se ve que estén en la intencionalidad, esta circunstancia en donde se planteó un nivel de crecimiento no se ha dado.

No sólo no hemos crecido como se ofreció, sino estamos estancados y la problemática grave en otras áreas como la de salud, en donde el suministro de medicamentos no existe de manera suficiente; como la circunstancia que está atravesando el sector educativo y otra serie de temas que nos llevan a pensar que es fundamental preservar las conquistas democráticas que se han dado en los últimos lustros, preservar la autonomía de órganos que son claves para el desarrollo de la democracia y no permitir un retroceso autoritario

Y ante este escenario, consideré necesario participar para ser recíproca con las oportunidades que me ha dado México. Yo he tenido muy extraordinarias posibilidades de aprendizaje y de participación gracias al respaldo de la evolución democrática de nuestro país y creo que mi experiencia, mi capacidad de encontrar soluciones en momentos difíciles la debo poner al servicio de este momento histórico de México.

¿Cómo enfrentar los niveles de violencia?

— Creo que la inseguridad es un cáncer que deteriora profundamente a la sociedad. Nos está dañando profundamente ese nivel de violencia y la impunidad que existe en nuestro país.

Entonces, es una prioridad hacerle frente, recuperar la plena vigencia del Estado de derecho, actuar con firmeza, con planes estratégicos, darle paso a una estrategia nacional de seguridad donde haya policías profesionalizadas de los niveles estatales y municipales, colaboración rica y creativa entre la Federación, los estados y los municipios y existan recursos suficientes, presupuesto suficiente.

En materia de seguridad pública hay muchos diagnósticos y propuestas de cómo resolver el tema y hay experiencias exitosas en algunas regiones del país, como el caso de Yucatán, el de Torreón; como el caso, después de una etapa crítica, de Monterrey que supieron recuperar niveles importantes de seguridad. No es falta de planes o proyectos, hay que tomar la decisión, hay que ser firme; saber que ni abrazos ni balazos, simplemente la vigencia plena del Estado de derecho, de la ley.

Estoy convencida de que tenemos que convocar a un gran pacto nacional en favor de la paz y la tranquilidad de la sociedad mexicana. Un gran pacto donde participen todos, partidos políticos, organizaciones sociales, empresariales, clubes de servicio, académicos, universidades, organizaciones de campesinos, de obreros, de todas las áreas del país. Me parece que es una prioridad para todos los mexicanos y desde luego, las instituciones formales de seguridad y de seguridad nacional, como el Ejército y la Armada. Creo que se requiere la convicción de toda la sociedad para superar esta etapa que está afectando de manera muy grave a México.

¿Considera que un gobierno de coalición es la vía que necesita México para resolver sus problemas?

— Creo que es necesaria una alianza para la participación electoral, pero no se puede quedar en eso. Una alianza legislativa en las cámaras para sacar adelante los proyectos y una para gobernar que se convierta en un gobierno de coalición, que comparta un programa con cuestiones muy claras, con compromisos específicos y que incorpore a las personas más valiosas del país, quienes tengan mayor capacidad, quienes conozcan a profundidad la problemática. No se vale improvisar en una etapa tan difícil y volver al gobierno el mecanismo para pagar lealtades partidistas sin que la gente tenga conocimiento de las áreas donde se involucran.

Yo tengo la previsión de hacer pública la propuesta del gabinete que me va a acompañar una semana antes porque la realidad en México nos está enseñando que no es suficiente un líder, por carismático que sea, por extraordinario arrastre que tenga, si no dispone de un equipo bien capacitado, claro, conocedor; se necesita un gobierno eficaz.

¿Cuál es su postura ante la iniciativa de reforma electoral del Presidente?

— Quiero decirle que mi convicción y mi compromiso es defender la autonomía del Instituto Nacional Electoral. Respetar su estructuración porque ha funcionado bien y estoy cierta que la organización de las elecciones tiene que darse con enorme responsabilidad de quienes deberían fungir como árbitro electoral para garantizar que no se dará una elección de Estado.

Ese sería el peor de los retrocesos, puesto que la confianza que se ha ganado por instituciones como el INE, si se pretende violentar el resultado electoral y la voluntad popular con una elección de Estado, significaría un paso hacia el abismo.

¿Qué opina de la propuesta de elegir a los consejeros y magistrados electorales por voto popular?

— Me parece que no corresponde al sistema de representación democrática que tenemos. Tenemos un régimen de democracia representativa y un esquema plebiscitario. No me parece que fortalezca a la democracia en términos reales. Puede resultar fascinante para alguna toma de decisiones comunitarias la participación directa o delegada de la sociedad civil, pero en este momento cuando estamos hablando de un órgano electoral que funciona bien, no veo por qué tenga que modificarse el método de selección.

Para terminar, quisiera subrayar mi respeto enorme por EL UNIVERSAL. Es un diario nacional al que admiro, con quien tengo una estrecha relación, puesto que en mi juventud participé en los famosísimos concursos de oratoria que hacía. Para mí fue una experiencia muy formativa y tengo el privilegio, el honor, de colaborar en ocasiones en las páginas de Opinión, así es que muy orgullosa del papel que juega EL UNIVERSAL en la defensa de la libertad de expresión y de los periodistas con esas convicciones del Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz.